lunes, 9 de noviembre de 2009

Se acabó (Drake)

Por la mañana, Claire y yo fuimos juntos, como siempre, al instituto. No dijimos nada durante el camino, yo sólo pensaba en cómo... en cómo decirle... Agh... maldito Nike... Miré hacia ella de reojo, pero volví otra vez la mirada al suelo. A veces parecía que quería hablar, ya que abría la boca, pero luego se lo pensaba mejor y no decía nada. Seguro que me quiere preguntar por mi comportamiento. Por la tarde ya lo sabrá. Pero cada vez que pensaba en ello... no quería... pero Nike le haría daño si lo no lo hacía, así que... No puedo permitir que la lastime. En clase, seguía pensando en cómo decírselo, pero simplemente no podía.
Cuando terminaron las clases, mientras esperaba por Claire, ya que Sofí ya se fue, miré hacia Nike. Me sonreía burlonamente, pero eso se acabó enseguida, frunció el ceño y se cruzó de brazos. Suspiré, y cuando me quise dar cuenta, Claire apareció, me cogió del brazo y me arrastró hasta detrás del colegio. Al pararnos se volvió hacia mí seria.
-Drake, ya no aguanto más, ¿qué diablos te pasa?
Intenté no mirarla a los ojos. Si no, me sería imposible decirle eso.
-No te voy a mentir, Claire, desde ayer quería decirte una cosa. -no puedo... no puedo...
-¿Q-qué cosa? -estaba asustada, se le notaba. Tragué saliva, esto iba a ser difícil, tanto para ella como para mí. Suspiré, y miré hacia el suelo.
-Yo... quiero dejarlo.
-¿Dejar... dejar el qué? -dijo con la voz ahogada.
-Lo nuestro. Emm... -vale, no se me daba bien mentir, para nada, pero me esforzaría...- Ya no... ya no siento nada por ti. Lo siento. De verdad.
-¿Cómo? -dijo con un hilo de voz.
-Ya no te quiero. -la miré a los ojos, estaban llorosos.
-Mientes...
-No, no miento. Vamos a ver, que conste que... lo de el viaje a Francia, y cuando fui a por ti en el otro instituto y demás pues... te amaba, de verdad, pero lo de tu rapto... -esto va a doler- me abrió los ojos. No podemos estar juntos. Lo siento.
-No... -cerró los ojos con fuerza. Como si no quisiera llorar aunque fuera inevitable.
No puedo, no puedo, ¡¿pero por qué me pasan a mí estas cosas?! La quiero más que a mi propia vida, ¡y le estaba mintiendo por un maldito psicópata! Al verla tan vulnerable... lo único que quería ahora mismo era decirle que todo es mentira, que la amaba muchísimo y poderla abrazar... Tragué saliva otra vez, pero tenía un enorme nudo en la garganta.
-Pero... podemos ser amigos.
-S-s-s-sí, claro... por supuesto... -estaba malherida.
Totalmente. Dios... no puedo verla así... no puedo verla llorar, y aún por encima por mí. Tengo que largarme, sino hasta soy capaz de arrodillarme para que me perdone. Y por si acaso, la acompaño a casa. Tengo miedo de que...
-Venga, que te acompaño a casa -le dije con una sonrisa.
Ella también intentó sonreír en medio de las cristalinas lágrimas, pero apenas pudo hacerlo. Al llegar a su casa, entró, y yo empecé a caminar hacia la mía. Durante el camino, Nike apareció en medio.
-Se lo dijiste, ¿verdad? Porque eso espero.
-Si, psicópata, se lo dije -sonrió ante el apodo.
-Vaya, qué educado. Bueno, pues entonces ya no le haré nada a tu nov... -lo hizo a posta, se le nota- digo... a Claire. -sonrió maliciosamente.
Será... vale, tranquilo. Lo aparté de mi camino y seguí hasta mi casa. Por lo menos, ahora ella y yo seríamos... amigos, aunque no sé si me conformaré con eso.