domingo, 29 de noviembre de 2009

La verdad (Claire)

Era otro día cuando sonó mi pesado despertador. Habían pasado tres días desde que me peleé con Drake, y Nike no se me despegaba de al lado.
Sin darme cuenta lo apagué y me quedé dormida más de la cuenta -prácticamente como siempre-. Al despertarme mejor y mirar la hora casi me da un ataque. ¡Sólo faltaban cinco minutos! Me vestí, ya ni hice la cama ni desayuné; cogí la mochila y me fui corriendo a clase. Al llegar al instituto y no ver a nadie en el patio me asustó, ya que ahora estarían en clase. Entré en el recinto y llegué hasta la puerta de mi clase, pero había un problema: la chica llamada Paula estaba delante, impidiéndome entrar. ¡¿No se da cuenta de que nos podemos meter en un lío por esto?!
-¿Puedes quitarte? No quiero que me echen la bronca -dije sin mirarla.
-Claire, tenemos que hablar. Por favor.
-¿Hablar? Perdona, pero yo no tengo nada que decirte.
-No, pero yo sí. Así que hazme el favor de escucharme.
Respiré hondo cerrando los ojos, pero después de estabilizarme un poco los abrí y la miré a los ojos. Esperé. Ella se cruzó de brazos y frunció el ceño.
-Mira, ya no puedo aguantar por... por lo que está pasando Drake. Desde que le dijiste eso... el pobre ya... es como si no tuviera vida. -suspiró- Y me preocupa mucho.
-No me extraña, como os queréis tanto...
-¡Claire! ¡Yo no estoy saliendo con Drake! ¡Lo juro! Ya te lo he dicho, antes me emborracho. Ejem... bueno, a lo que iba. Por favor, tienes que reconciliarte con él.
-¡Me ha estado mintiendo todo el tiempo! ¡¿Cómo voy a...?!
-¿Mintiendo? Ja, espera. ¡¿Acabas de decir mintiendo?! Déjame decirte una cosa. ¿Puedo saber como sabes tú eso?
-Porque Nike...
-¡Ooohhh! Ya. Nike, cómo no. ¡¿Y por qué puñetas te crees lo que dice ese cretino psicópata?! Mira, te voy a decir algo que no debería ya que él nos amenazó.
-¿Nos?
-Sí, a Drake y a mí. Pero me da igual. Sólo quiero ver a Drake sonreír una maldita vez, que me está poniendo de los nervios.
-¡No! ¡Él me mintió! Nike me dijo que Drake nunca me quiso, que sólo me utilizaba...
Paula se estaba poniendo nerviosa. Respiró hondo y me miró directamente.
-Claire, ¿tú crees que Drake habría gastado sus ahorros para ir a Francia para que te recuperases?
-¿Cómo sabes tú...? -alzó una mano para que me callara.
-Me lo contó. Bueno, ¿de verdad lo crees? Dime.
-Bueno, yo...
-¿Y cuando te secuestraron? ¿Tú sabes cómo se puso de loco?
-¡¿Pero cómo sabes eso si tú no...?
-Me lo dijo su hermana. Lo único que hizo es intentar encontrarte por encima de todo. ¿Y así se lo agradeces?
-¡¿Y entonces por qué me dijo que ya no me quería?!
Ella puso los ojos en blanco como si fuera evidente hasta para un niño de cinco años.
-Nike... él... él me mintió, no se separaba de mí... él...
-¡Él te secuestró! ¡Sobornó a Drake para que te dijera eso y para que quedases libre sólo para él! ¡Es evidente, por dios!
-Pero entonces... ¡ese chico es un psicópata!
-¡No me digas! Mira, por favor, volved a estar juntos. Por favor... él te quiere con toda su alma. Ya se verá que hacemos con Nike. Por suerte, hoy no ha venido, pero mañana... ¡Así que reconciliaros hoy!
-Bueno, bueno, tranquila. ¡Pero por supuesto! Yo... he estado tan ciega...
Paula carraspeó. La fulminé con la mirada.
-Perdona, pero hija, es que... es obvio.
Puse los ojos en blanco. No podía esperar para hablar con Drake.
-Venga, corre. Ahora creo que está en clase de Historia. ¡Corre!
-¿Y tú qué vas a hacer...?
-Oh, eso, tranquila. Recibiré la bronca del profesor, o simplemente diré que fui al médico. Aunque si me piden un parte... Bueno, da igual. ¡Suerte!
-¡¡Gracias!!
Le di un abrazo y salí corriendo en dirección a esa clase. Peté. Lo único que deseaba en ese momento y sobre todas las cosas era que Drake me perdonara... y, cómo Paula dijo antes, verle sonreír.