El profesor estaba hablando delante de la pizarra, cuando alguien petó en la puerta de la clase. Y cuál fue mi sorpresa al ver a Paula pasar rápidamente.
-Ho... hola profesor, emmm... es que fui al médico...
-Oh, muy bien, deme el justificante...
Oí como Paula maldecía, pero cuando al pasear su mirada y verme, se horrorizó, poniendo la boca abierta.
-¡¿Qu-qu-qu-qué haces tú aquí?! -me dijo.
-¿Pasa algo? -le preguntó el profesor- Mire, su comportamiento de esta semana es un...
-Ah... emmm... un momento. -Paula salió de la clase y empezó a gritar un nombre, pero no lo escuché bien.
Al cabo de cinco segundos, volvió a entrar nerviosa.
-Emmm...
-¡¿Señorita Paula, qué escándalo es este?! -le gritó el profesor.
Yo simplemente flipaba en colores, mientras todos los de la clase no paraban de reírse.
-Yo... bueno... verá, ¿puede Drake salir un momento?
-¡¿Cómo?!
-Por favor...
-Mmm... Bueno, de todos modos el pobre ya no puede estar más castigado, así que...
Puse los ojos en blanco.
-¡Gracias! -vino hacia mí, me levantó de mi asiento cogiéndome de la manga de la chaqueta y me sacó fuera de un empujón.
Me volví hacia ella.
-¿Pero qué...? -intenté decir.
-¡Por tus muertos no la fastidies! Que bien ya le fastidiado yo.
Y me cerró la puerta de la clase conmigo fuera.
-Hummm... -escuché detrás mía.
Me volví hacia el pasillo, y allí estaba. Podría llamarla de todas las formas posibles, pero la que más se asimila a ella es a la de un ángel. Claire miraba al suelo, con los brazos detrás de la espalda y mordiéndose el labio inferior. ¿Qué hacía ella aquí?
-¿No tendrías que estar en clase? -le pregunté cálidamente.
No quería intimidarla más de lo que ya parecía estar.
-Bueno... sí, tendría. Pero tengo que hacer una cosa más importante.
-¿De qué...?
Pero me interrumpió. Se abalanzó sobre mí posando sus labios sobre los míos. Era ese beso que tanto echaba de menos... Aunque estaba paralizado por la impresión, la rodeé con mis brazos mientras ella rodeaba mi cuello con los suyos. Al cabo de unos segundos, nos separamos, pero seguimos abrazados, y puse mi frente sobre la suya.
-Claire... yo... lo siento... -intenté disculparme.
-Drake, tranquilo, Paula me lo ha contado todo.
-¡¿Cómo?!
-Sí, y ha hecho bien. Pensé que... que tú no...
-¿Que no te quería? Lo sé, fue una estupidez, pero si ella te ha dicho todo, entonces ya sabrás por qué te dije eso. Y lo siento muchísimo, Claire, de verdad. Yo... -respiré hondo- Te quiero tanto... Se me partió el alma cuando... cuando te dije eso... y cuando casi te echas a llorar... Te juro que estuve a punto de arrodillarme y decirte que todo era mentira. Pero... tenía que hacerlo. Y ahora no sé cómo voy a hacer con ese loco. Ya pensaré algo.
Ella me sonrió, y no pude evitar devolverle la sonrisa. Hacía tiempo que no sonreía. Me incliné y volví a besarla. Le acaricié la suave mejilla con el dorso de la mano.
-Esto... ¿esto significa... que... que vuelves a ser mío? -me dijo ruborizándose.
Sonreí todavía más.
-Si tú aceptas ser mía, sí.
-Entonces por supuesto que sí.
La apreté más contra mí, y al separarnos escuché dos aplausos. No me fastidies...
-Ooohh... encantador. Pero tú y yo hicimos un trato, ¿no es así? -dijo Nike sonriendo burlonamente.
-No me jorobes, psicópata. Ahora no estoy para cachondeo, ¿si? -le solté- Ya arreglaremos esto más tarde.
-¿Arreglaremos? No, perdona. Arreglamos. Ahora.
-¿Ahora? ¿Pero no ves que estoy ocupado?
-Sí, sí que lo veo. Por eso mismo.
De repente las puertas de las clases se abrieron, apareciendo todos los alumnos y profesores. Mis amigos vinieron hacia nosotros.
-¡Drake! ¡Claire! -gritaron Alex y Mike- ¡¿Pero qué?!
-¡¿Qué escándalo es este?! -dijo una profesora.
Respiré hondo, y entre tanto grito y murmullo me volví hacia Claire.
-Cielo, ya sé que te dije que no me volvería a pelear por ti, así que espero que me perdones. -le dije.
-Drake, ¿qué...?
Me volví rápidamente hacia Nike otra vez.
-Bien, ¿quieres pelea? Pues tendremos pelea.
Él me miró confundido, me acerqué y le di el primer golpe en la nariz. Cayó al suelo y le empezó a sangrar, pero no se dio por vencido. Se levantó y se abalanzó sobre mí. Al momento teníamos unos espectadores que estaban como locos y nosotros peleándonos en el suelo, aunque claro está, yo iba ganando. Nadie, en una pelea, me ganaba, ya que fui desde que tenía cinco años a karate... Qué cosas, ¿verdad?
Aunque la fiesta me la fastidió la llegada del director.
lunes, 30 de noviembre de 2009
domingo, 29 de noviembre de 2009
La verdad (Claire)
Era otro día cuando sonó mi pesado despertador. Habían pasado tres días desde que me peleé con Drake, y Nike no se me despegaba de al lado.
Sin darme cuenta lo apagué y me quedé dormida más de la cuenta -prácticamente como siempre-. Al despertarme mejor y mirar la hora casi me da un ataque. ¡Sólo faltaban cinco minutos! Me vestí, ya ni hice la cama ni desayuné; cogí la mochila y me fui corriendo a clase. Al llegar al instituto y no ver a nadie en el patio me asustó, ya que ahora estarían en clase. Entré en el recinto y llegué hasta la puerta de mi clase, pero había un problema: la chica llamada Paula estaba delante, impidiéndome entrar. ¡¿No se da cuenta de que nos podemos meter en un lío por esto?!
-¿Puedes quitarte? No quiero que me echen la bronca -dije sin mirarla.
-Claire, tenemos que hablar. Por favor.
-¿Hablar? Perdona, pero yo no tengo nada que decirte.
-No, pero yo sí. Así que hazme el favor de escucharme.
Respiré hondo cerrando los ojos, pero después de estabilizarme un poco los abrí y la miré a los ojos. Esperé. Ella se cruzó de brazos y frunció el ceño.
-Mira, ya no puedo aguantar por... por lo que está pasando Drake. Desde que le dijiste eso... el pobre ya... es como si no tuviera vida. -suspiró- Y me preocupa mucho.
-No me extraña, como os queréis tanto...
-¡Claire! ¡Yo no estoy saliendo con Drake! ¡Lo juro! Ya te lo he dicho, antes me emborracho. Ejem... bueno, a lo que iba. Por favor, tienes que reconciliarte con él.
-¡Me ha estado mintiendo todo el tiempo! ¡¿Cómo voy a...?!
-¿Mintiendo? Ja, espera. ¡¿Acabas de decir mintiendo?! Déjame decirte una cosa. ¿Puedo saber como sabes tú eso?
-Porque Nike...
-¡Ooohhh! Ya. Nike, cómo no. ¡¿Y por qué puñetas te crees lo que dice ese cretino psicópata?! Mira, te voy a decir algo que no debería ya que él nos amenazó.
-¿Nos?
-Sí, a Drake y a mí. Pero me da igual. Sólo quiero ver a Drake sonreír una maldita vez, que me está poniendo de los nervios.
-¡No! ¡Él me mintió! Nike me dijo que Drake nunca me quiso, que sólo me utilizaba...
Paula se estaba poniendo nerviosa. Respiró hondo y me miró directamente.
-Claire, ¿tú crees que Drake habría gastado sus ahorros para ir a Francia para que te recuperases?
-¿Cómo sabes tú...? -alzó una mano para que me callara.
-Me lo contó. Bueno, ¿de verdad lo crees? Dime.
-Bueno, yo...
-¿Y cuando te secuestraron? ¿Tú sabes cómo se puso de loco?
-¡¿Pero cómo sabes eso si tú no...?
-Me lo dijo su hermana. Lo único que hizo es intentar encontrarte por encima de todo. ¿Y así se lo agradeces?
-¡¿Y entonces por qué me dijo que ya no me quería?!
Ella puso los ojos en blanco como si fuera evidente hasta para un niño de cinco años.
-Nike... él... él me mintió, no se separaba de mí... él...
-¡Él te secuestró! ¡Sobornó a Drake para que te dijera eso y para que quedases libre sólo para él! ¡Es evidente, por dios!
-Pero entonces... ¡ese chico es un psicópata!
-¡No me digas! Mira, por favor, volved a estar juntos. Por favor... él te quiere con toda su alma. Ya se verá que hacemos con Nike. Por suerte, hoy no ha venido, pero mañana... ¡Así que reconciliaros hoy!
-Bueno, bueno, tranquila. ¡Pero por supuesto! Yo... he estado tan ciega...
Paula carraspeó. La fulminé con la mirada.
-Perdona, pero hija, es que... es obvio.
Puse los ojos en blanco. No podía esperar para hablar con Drake.
-Venga, corre. Ahora creo que está en clase de Historia. ¡Corre!
-¿Y tú qué vas a hacer...?
-Oh, eso, tranquila. Recibiré la bronca del profesor, o simplemente diré que fui al médico. Aunque si me piden un parte... Bueno, da igual. ¡Suerte!
-¡¡Gracias!!
Le di un abrazo y salí corriendo en dirección a esa clase. Peté. Lo único que deseaba en ese momento y sobre todas las cosas era que Drake me perdonara... y, cómo Paula dijo antes, verle sonreír.
Sin darme cuenta lo apagué y me quedé dormida más de la cuenta -prácticamente como siempre-. Al despertarme mejor y mirar la hora casi me da un ataque. ¡Sólo faltaban cinco minutos! Me vestí, ya ni hice la cama ni desayuné; cogí la mochila y me fui corriendo a clase. Al llegar al instituto y no ver a nadie en el patio me asustó, ya que ahora estarían en clase. Entré en el recinto y llegué hasta la puerta de mi clase, pero había un problema: la chica llamada Paula estaba delante, impidiéndome entrar. ¡¿No se da cuenta de que nos podemos meter en un lío por esto?!
-¿Puedes quitarte? No quiero que me echen la bronca -dije sin mirarla.
-Claire, tenemos que hablar. Por favor.
-¿Hablar? Perdona, pero yo no tengo nada que decirte.
-No, pero yo sí. Así que hazme el favor de escucharme.
Respiré hondo cerrando los ojos, pero después de estabilizarme un poco los abrí y la miré a los ojos. Esperé. Ella se cruzó de brazos y frunció el ceño.
-Mira, ya no puedo aguantar por... por lo que está pasando Drake. Desde que le dijiste eso... el pobre ya... es como si no tuviera vida. -suspiró- Y me preocupa mucho.
-No me extraña, como os queréis tanto...
-¡Claire! ¡Yo no estoy saliendo con Drake! ¡Lo juro! Ya te lo he dicho, antes me emborracho. Ejem... bueno, a lo que iba. Por favor, tienes que reconciliarte con él.
-¡Me ha estado mintiendo todo el tiempo! ¡¿Cómo voy a...?!
-¿Mintiendo? Ja, espera. ¡¿Acabas de decir mintiendo?! Déjame decirte una cosa. ¿Puedo saber como sabes tú eso?
-Porque Nike...
-¡Ooohhh! Ya. Nike, cómo no. ¡¿Y por qué puñetas te crees lo que dice ese cretino psicópata?! Mira, te voy a decir algo que no debería ya que él nos amenazó.
-¿Nos?
-Sí, a Drake y a mí. Pero me da igual. Sólo quiero ver a Drake sonreír una maldita vez, que me está poniendo de los nervios.
-¡No! ¡Él me mintió! Nike me dijo que Drake nunca me quiso, que sólo me utilizaba...
Paula se estaba poniendo nerviosa. Respiró hondo y me miró directamente.
-Claire, ¿tú crees que Drake habría gastado sus ahorros para ir a Francia para que te recuperases?
-¿Cómo sabes tú...? -alzó una mano para que me callara.
-Me lo contó. Bueno, ¿de verdad lo crees? Dime.
-Bueno, yo...
-¿Y cuando te secuestraron? ¿Tú sabes cómo se puso de loco?
-¡¿Pero cómo sabes eso si tú no...?
-Me lo dijo su hermana. Lo único que hizo es intentar encontrarte por encima de todo. ¿Y así se lo agradeces?
-¡¿Y entonces por qué me dijo que ya no me quería?!
Ella puso los ojos en blanco como si fuera evidente hasta para un niño de cinco años.
-Nike... él... él me mintió, no se separaba de mí... él...
-¡Él te secuestró! ¡Sobornó a Drake para que te dijera eso y para que quedases libre sólo para él! ¡Es evidente, por dios!
-Pero entonces... ¡ese chico es un psicópata!
-¡No me digas! Mira, por favor, volved a estar juntos. Por favor... él te quiere con toda su alma. Ya se verá que hacemos con Nike. Por suerte, hoy no ha venido, pero mañana... ¡Así que reconciliaros hoy!
-Bueno, bueno, tranquila. ¡Pero por supuesto! Yo... he estado tan ciega...
Paula carraspeó. La fulminé con la mirada.
-Perdona, pero hija, es que... es obvio.
Puse los ojos en blanco. No podía esperar para hablar con Drake.
-Venga, corre. Ahora creo que está en clase de Historia. ¡Corre!
-¿Y tú qué vas a hacer...?
-Oh, eso, tranquila. Recibiré la bronca del profesor, o simplemente diré que fui al médico. Aunque si me piden un parte... Bueno, da igual. ¡Suerte!
-¡¡Gracias!!
Le di un abrazo y salí corriendo en dirección a esa clase. Peté. Lo único que deseaba en ese momento y sobre todas las cosas era que Drake me perdonara... y, cómo Paula dijo antes, verle sonreír.
sábado, 28 de noviembre de 2009
Él no me quería... (Claire)
El mundo se me había caído encima. Drake no quiere volver a verme, aunque es inevitable ya que estamos en el mismo instituto pero... ¿y qué? Si no vuelve a decirme nada, si... ya ni me mirara... No lo soportaría.
Después del embrollo de antes, fui caminando por el pasillo cabizbaja, reprimiendo unas lágrimas. Cuando ya llevaba unos cinco minutos andando sin rumbo fijo, me topé con Nike, que no paraba de sonreírme. Alcé la cabeza para mirarle mejor.
-Nike, ¿qué pasa? -le pregunté sin muchas ganas.
-Oh, nada, nada. Pero ¿sabes qué? Quizá ya no te interese porque... bueno, ya no estás con Drake, pero he visto que se estaba besando con su amiga... ¿Cómo era? ¿Paula?
¿Qué?
-¡¿Qué?! -grité.
No me lo podía creer. Acaba de romper conmigo, ¡¿y ya está con otra?!
-Sip, y creo que ahora vienen para acá...
-Eso significa... ¿que lo nuestro no fue nada para él? -murmuré para mí.
-Oh, bueno, también oí que él le decía que ya te había olvidado por completo... -se encogió de hombros- Qué cosas, ¿verdad? Parecía que te amaba mucho, pero sólo fingía.
-¡¿Cómo sabes tú eso?!
-Porque se lo acaba de decir. Querida, sólo te estaba usando para que las demás estuvieran celosas y ligar más.
-No... no puede ser...
Simplemente... cómo he estado tan ciega... ¿Cómo alguien cómo él querría estar conmigo sin nada a cambio? Menuda ingenua...
-¡¡Claire!! -oí desde la esquina del pasillo entre ruido de pasos.
-Bueno, yo me voy ya. Qué tengas suerte. Oh, y... lo siento. -dijo mi acompañante.
-Gracias, Nike, por decírmelo. -me sonrió.
-Por ti cualquier cosa, guapa.
Y se marchó. Esperé a que llegara el que me llamó, y apareció al cabo de unos tres segundos. Yo me crucé de brazos con el ceño fruncido. Drake y la tal Paula se pararon a un metro de mí, cansados. ¡¿Cómo se atrevían a venir después de eso?!
-Claire, yo... -empezó él.
-No. No hace falta que me digas nada. Ya lo sé.
-¡¿Ya... ya lo sabes?! ¡Pues de verdad, lo siento, no sabía que...!
-¡¿Que no sabías qué?! Mira, me lo acaba de decir Nike. No hace falta que te molestes.
Ambos abrieron mucho los ojos.
-¡¿Qué te dijo esa maldita rata?!
-¡¿Que qué me dijo?! ¡Pues la verdad! ¡Que vosotros dos os estuvisteis besando y aún por encima que tú...! Bueno, da igual, porque...
-¡¿Quééé?! -gritó ahora Paula- ¡Yo no me lié con éste! ¡Ni harta de vino!
-Gracias, mujer... -murmuró Drake por lo bajo- ¡Pero es verdad! ¡Te mintió! ¡Nosotros no...!
-¡Dejadlo ya! Ya no me importa lo que digas. Mira, ahora soy yo la que no quiere que me vuelvas a dirigir la palabra. Y también me dijo lo que intentabas cuando salías conmigo. Pero... ¿sabes que te digo? Que me da igual. Que seáis muy felices juntos.
Los dos me miraron confusos, me volví y me marché por dónde se fue Nike. Supongo que ahora él sería mi apoyo... Aunque no creo que me recupere de que Drake no me quisiera nunca...
Después del embrollo de antes, fui caminando por el pasillo cabizbaja, reprimiendo unas lágrimas. Cuando ya llevaba unos cinco minutos andando sin rumbo fijo, me topé con Nike, que no paraba de sonreírme. Alcé la cabeza para mirarle mejor.
-Nike, ¿qué pasa? -le pregunté sin muchas ganas.
-Oh, nada, nada. Pero ¿sabes qué? Quizá ya no te interese porque... bueno, ya no estás con Drake, pero he visto que se estaba besando con su amiga... ¿Cómo era? ¿Paula?
¿Qué?
-¡¿Qué?! -grité.
No me lo podía creer. Acaba de romper conmigo, ¡¿y ya está con otra?!
-Sip, y creo que ahora vienen para acá...
-Eso significa... ¿que lo nuestro no fue nada para él? -murmuré para mí.
-Oh, bueno, también oí que él le decía que ya te había olvidado por completo... -se encogió de hombros- Qué cosas, ¿verdad? Parecía que te amaba mucho, pero sólo fingía.
-¡¿Cómo sabes tú eso?!
-Porque se lo acaba de decir. Querida, sólo te estaba usando para que las demás estuvieran celosas y ligar más.
-No... no puede ser...
Simplemente... cómo he estado tan ciega... ¿Cómo alguien cómo él querría estar conmigo sin nada a cambio? Menuda ingenua...
-¡¡Claire!! -oí desde la esquina del pasillo entre ruido de pasos.
-Bueno, yo me voy ya. Qué tengas suerte. Oh, y... lo siento. -dijo mi acompañante.
-Gracias, Nike, por decírmelo. -me sonrió.
-Por ti cualquier cosa, guapa.
Y se marchó. Esperé a que llegara el que me llamó, y apareció al cabo de unos tres segundos. Yo me crucé de brazos con el ceño fruncido. Drake y la tal Paula se pararon a un metro de mí, cansados. ¡¿Cómo se atrevían a venir después de eso?!
-Claire, yo... -empezó él.
-No. No hace falta que me digas nada. Ya lo sé.
-¡¿Ya... ya lo sabes?! ¡Pues de verdad, lo siento, no sabía que...!
-¡¿Que no sabías qué?! Mira, me lo acaba de decir Nike. No hace falta que te molestes.
Ambos abrieron mucho los ojos.
-¡¿Qué te dijo esa maldita rata?!
-¡¿Que qué me dijo?! ¡Pues la verdad! ¡Que vosotros dos os estuvisteis besando y aún por encima que tú...! Bueno, da igual, porque...
-¡¿Quééé?! -gritó ahora Paula- ¡Yo no me lié con éste! ¡Ni harta de vino!
-Gracias, mujer... -murmuró Drake por lo bajo- ¡Pero es verdad! ¡Te mintió! ¡Nosotros no...!
-¡Dejadlo ya! Ya no me importa lo que digas. Mira, ahora soy yo la que no quiere que me vuelvas a dirigir la palabra. Y también me dijo lo que intentabas cuando salías conmigo. Pero... ¿sabes que te digo? Que me da igual. Que seáis muy felices juntos.
Los dos me miraron confusos, me volví y me marché por dónde se fue Nike. Supongo que ahora él sería mi apoyo... Aunque no creo que me recupere de que Drake no me quisiera nunca...
viernes, 20 de noviembre de 2009
Ay, madre... (Drake)
La llevé cogida de la mano hasta la enfermería. No podía creer que Claire le hiciera eso. Al llegar, la enfermera, al verla, se horrorizó, ya que tenía la mejilla hinchada por el golpe.
-¡¡Oh, dios mío!! ¡¿Qué te pasó?! -preguntó mientras se acercaba a ella y le examinaba la mejilla.
-¡Ay! ¡No necesito ayuda! Drake, por favor, escúchame... -apartó la mano de la enfermera.
-Primero que te cure, y luego me dices.
-¡No! ¡¿Por qué no dejaste explicarse a Claire?! ¡¡Agghh!! -se golpeó la frente contra la pared. La enfermera y yo acudimos rápidamente, por si se hacía más daño.
-¿Pero qué haces? -pregunté.
-Grr... ¡Vale! ¡Tú -dijo señalándola-, cúrame rápido, hazme el favor!
La enfermera asintió con nervios, cogió alcohol y algodón y le desinfectó la herida. Después de eso apenas se le notaba. Paula me cogió del brazo y me llevó afuera mientras decía:
-¡Gracias y adiós! -y salimos, cerrando la puerta detrás nuestra.
Me empujó suavemente contra la pared y me señaló con el dedo.
-¡¡¿¿Tú estás tonto??!! -me soltó.
-Bueno, no suelo...
-¡¡¿¿Pero en qué estabas pensando??!! -se puso a pasear de un lado a otro- Vamos a ver, ella me malinterpretó, ¿vale? Seguramente, cuando dije que te estaba ayudando a olvidarte de TODO LO DE NIKE, ella creyó que iba a decir de ti, osea de ella. Definitivamente soy idiota, ¡pero tú tampoco es que ayudes mucho!
-¡¿Que qué?! Dime que eso no es cierto. Entonces... ¿no te persiguió por que sí o por celos? -ay madre.
-¡¡No!! ¡Ya te lo he dicho, me malinterpretó! Y claro... yo en su lugar hubiera hecho lo mismo SI hubiera dicho eso. Además, para mí tú sólo eres un amigo, ¡menuda estupidez creer que estamos saliendo! Tu chica fantasea mucho. Bueno, que me estoy enrollando...
¡¿Qué he hecho?! ¡Le dije que no me volviera a hablar! Maldita sea.
-Tengo que ir a por ella.
-¡Bien!
Ambos corrimos hacia la esquina, pero alguien salió de ella. Nike.
-Vaya, vaya. He estado escuchando a escondidas, y ha sido muy, muy bueno. Es más, me voy a beneficiar de ello.
-No te dejaré -dije con el ceño fruncido- Además, voy ahora mismo a arreglarlo.
-No, no irás. Perdón, no iréis. No os dejaré.
-Ooohh... -Paula se puso delante de él, aún a pesar de que la intenté frenar- Tú eres... el tal Mike, ¿no?
-Nike.
-¿Sabes que me tienes cara de furby? ¡Te llamaré Furbynike! La mascota deseada por todas las niñas pequeñas menores de tres años. ¿No te gusta el nombre?
-Como me llames así, estás muerta.
Paula bufó, y cruzó los brazos.
-Como me llames así estás muerta -dijo burlándose- ¡Venga ya! -se volvió hacia mí- Drake, tenías razón. Este es un loco psicópata.
-Ya está bien. Me cansé. Nadie se burla de mí, que te quede claro. -se acercó a ella, pero la cogí del brazo y la puse detrás mía.
-Quieto. Sabes que si le haces daño, pasarán tres cosas. Recibirás una pedazo bronca del director, de sus padres y los tuyos, te podrían expulsar y yo mismo te rompería la nariz, ¿si? Así que como le hagas algo...
-¡Ja! ¿Sabes? Tienes razón. Tienes toda la razón, así que te haré caso. No le hará nada.
Y se marchó. ¿Qué iba a hacer...?
-¿Por qué te pusiste delante? Yo misma podría haberle roto esa narizota de idiota que tiene...
-Lo dudo, pero de todos modos vamos. No hay que perder tiempo antes de que Claire me odie...
Ella asintió, recorrimos todos lados hasta llegar al despacho del director, ya que de seguro que la habrían mandado. Pero no estaba.
-Perdone, ¿acaba Claire de estar aquí? -preguntó Paula.
-Sí, acaba de marchar. ¿Qué pasa chicos?
-Nada.
Volvimos a salir del despacho y nos dirigimos hasta la esquina del pasillo, dónde la encontramos, pero...
-¡¡Oh, dios mío!! ¡¿Qué te pasó?! -preguntó mientras se acercaba a ella y le examinaba la mejilla.
-¡Ay! ¡No necesito ayuda! Drake, por favor, escúchame... -apartó la mano de la enfermera.
-Primero que te cure, y luego me dices.
-¡No! ¡¿Por qué no dejaste explicarse a Claire?! ¡¡Agghh!! -se golpeó la frente contra la pared. La enfermera y yo acudimos rápidamente, por si se hacía más daño.
-¿Pero qué haces? -pregunté.
-Grr... ¡Vale! ¡Tú -dijo señalándola-, cúrame rápido, hazme el favor!
La enfermera asintió con nervios, cogió alcohol y algodón y le desinfectó la herida. Después de eso apenas se le notaba. Paula me cogió del brazo y me llevó afuera mientras decía:
-¡Gracias y adiós! -y salimos, cerrando la puerta detrás nuestra.
Me empujó suavemente contra la pared y me señaló con el dedo.
-¡¡¿¿Tú estás tonto??!! -me soltó.
-Bueno, no suelo...
-¡¡¿¿Pero en qué estabas pensando??!! -se puso a pasear de un lado a otro- Vamos a ver, ella me malinterpretó, ¿vale? Seguramente, cuando dije que te estaba ayudando a olvidarte de TODO LO DE NIKE, ella creyó que iba a decir de ti, osea de ella. Definitivamente soy idiota, ¡pero tú tampoco es que ayudes mucho!
-¡¿Que qué?! Dime que eso no es cierto. Entonces... ¿no te persiguió por que sí o por celos? -ay madre.
-¡¡No!! ¡Ya te lo he dicho, me malinterpretó! Y claro... yo en su lugar hubiera hecho lo mismo SI hubiera dicho eso. Además, para mí tú sólo eres un amigo, ¡menuda estupidez creer que estamos saliendo! Tu chica fantasea mucho. Bueno, que me estoy enrollando...
¡¿Qué he hecho?! ¡Le dije que no me volviera a hablar! Maldita sea.
-Tengo que ir a por ella.
-¡Bien!
Ambos corrimos hacia la esquina, pero alguien salió de ella. Nike.
-Vaya, vaya. He estado escuchando a escondidas, y ha sido muy, muy bueno. Es más, me voy a beneficiar de ello.
-No te dejaré -dije con el ceño fruncido- Además, voy ahora mismo a arreglarlo.
-No, no irás. Perdón, no iréis. No os dejaré.
-Ooohh... -Paula se puso delante de él, aún a pesar de que la intenté frenar- Tú eres... el tal Mike, ¿no?
-Nike.
-¿Sabes que me tienes cara de furby? ¡Te llamaré Furbynike! La mascota deseada por todas las niñas pequeñas menores de tres años. ¿No te gusta el nombre?
-Como me llames así, estás muerta.
Paula bufó, y cruzó los brazos.
-Como me llames así estás muerta -dijo burlándose- ¡Venga ya! -se volvió hacia mí- Drake, tenías razón. Este es un loco psicópata.
-Ya está bien. Me cansé. Nadie se burla de mí, que te quede claro. -se acercó a ella, pero la cogí del brazo y la puse detrás mía.
-Quieto. Sabes que si le haces daño, pasarán tres cosas. Recibirás una pedazo bronca del director, de sus padres y los tuyos, te podrían expulsar y yo mismo te rompería la nariz, ¿si? Así que como le hagas algo...
-¡Ja! ¿Sabes? Tienes razón. Tienes toda la razón, así que te haré caso. No le hará nada.
Y se marchó. ¿Qué iba a hacer...?
-¿Por qué te pusiste delante? Yo misma podría haberle roto esa narizota de idiota que tiene...
-Lo dudo, pero de todos modos vamos. No hay que perder tiempo antes de que Claire me odie...
Ella asintió, recorrimos todos lados hasta llegar al despacho del director, ya que de seguro que la habrían mandado. Pero no estaba.
-Perdone, ¿acaba Claire de estar aquí? -preguntó Paula.
-Sí, acaba de marchar. ¿Qué pasa chicos?
-Nada.
Volvimos a salir del despacho y nos dirigimos hasta la esquina del pasillo, dónde la encontramos, pero...
jueves, 19 de noviembre de 2009
¿¿Qué?? (Claire)
Hoy es otro día horrible, como ayer y antes de ayer, y antes de antes de ayer... ¡No puedo soportarlo más! Drake ya no te quiere... acéptalo. Hablar conmigo misma no creo que sea una solución.
Al levantarme patosamente, me vestí y bajé a desayunar. Comí una manzana y me fui ya a clase. En el patio de afuera estando con el grupo, antes de entrar en clase, vi que Drake, Sofí y esa tal Paula venían juntos. Una rabia me entró por el cuerpo. ¿Eran... celos? Vaya. Sonó la campana y todos entramos en el recinto. De primero me tocaba Educación Física, así que me dirigí al gimnasio. Al entrar me volví, y la vi. A la chica que no se separaba de Drake en ningún momento. Lo único que podía pensar en ese momento era que por favor no estuvieran saliendo, que sólo fueran amigos. El profesor nos mandó hacer unos ejercicios en parejas para todo el curso, y los hacía él. Y cómo por el destino o porque algo quería reírse de mí, me tocó con ella. Al venir hacia mí sonriente, me saludó.
-¡Hola! Así que vamos a estar juntas durante mucho tiempo, ¿eh? Un momento... -me miró fijamente- ¡¡Ah!! ¡¡Ya sé quién eres!! ¡¡Tú eres... tú eres la chica que le rompió el corazón en pedacitos a Drake!! Vergüenza debería darte...
-¡¿Qué?! Perdona, ¡pero yo no le hice nada! ¡Fue él el que rompió conmigo!
-¿Ah, sí? Pues... -se quedó pensativa durante unos momentos- Oh... es verdad, je, je, je... Es que tengo una cabeza... Es que Drake está hecho pedazos, por eso pensé... que era del revés. Emmm... pero bueno, tranquila, que gracias a mí, se está recuperando, y dentro de poco se olvidará de t...
-¡¿Que qué?! -¡¿había entendido bien?!
No quería hacerlo, pero un gran impulso me obligó a lanzarme hacia ella y pegarle. Ella, para defenderse, hizo lo mismo, y las dos nos caímos al suelo.
-¡Espe... espera! -dijo mientras se defendía- ¡Me has malinterpretado!
-¡Te he entendido perfectamente!
Todo el mundo gritaba y se puso a nuestro alrededor. El profesor se abrió paso y nos intentó separar.
-¡Basta! ¡¿Pero qué hacéis?! -dijo.
Me cogió del brazo y me levantó. Paula se levantó rápidamente, e intentó correr hacia la puerta. Yo me solté de la mano y corrí detrás de ella. Pasamos por el pasillo con todos los alumnos mirándonos confusos. Mientras corríamos, ella hablaba.
-¡A ver! ¡Por favor! ¡Dé... déjame explicarme!
-¡No hay nada que explicar! ¡Tú...!
Íbamos hacia la esquina cuando Paula se chocó con alguien y ambos cayeron al suelo. Yo me frené y los miré. Se levantaron, y a él le miré horrorizada.
-¡¿Qué pasa aquí?! -dijo Drake enfadado.
Paula se puso detrás de él y juntó las manos suplicando.
-¡Por favor...! ¡Ya te... ya te he dicho que...! -ambas estábamos cansadas.
Drake frunció el ceño, la miró a ella y luego a mí.
-¿Has... has intentado pegarla? -me preguntó- ¡¿Por qué?!
-¡Porque...!
-Bueno, mira, no quiero oírlo. No pensaba esto de ti, Claire, de verdad.
-¡¡No!! ¡¡¡No fue su culpa!!! ¡¡De verdad!! -se explicó ella. Parecía... desesperada porque Drake me perdonara, pero... ¿entonces?- ¡Hubo un malentendido! ¡De verdad que no...!
-Paula, déjalo. No hace falta que la defiendas. En serio. -miró hacia mí- Espero que por favor, no la vuelvas a hacer nada. Mira, incluso ni... Claire, nunca pensé que diría esto, pero no quiero que vuelvas a hablarme, ni que te acerques a ella. Chao.
Paula se llevó una mano a la frente mientras rechinaba los dientes con rabia, y Drake le cogió una mano y se fueron. ¡¿Qué he hecho?! Y ahora Drake me odia... Mi peor pesadilla hecha realidad... No pude evitar derramar unas lágrimas.
Al levantarme patosamente, me vestí y bajé a desayunar. Comí una manzana y me fui ya a clase. En el patio de afuera estando con el grupo, antes de entrar en clase, vi que Drake, Sofí y esa tal Paula venían juntos. Una rabia me entró por el cuerpo. ¿Eran... celos? Vaya. Sonó la campana y todos entramos en el recinto. De primero me tocaba Educación Física, así que me dirigí al gimnasio. Al entrar me volví, y la vi. A la chica que no se separaba de Drake en ningún momento. Lo único que podía pensar en ese momento era que por favor no estuvieran saliendo, que sólo fueran amigos. El profesor nos mandó hacer unos ejercicios en parejas para todo el curso, y los hacía él. Y cómo por el destino o porque algo quería reírse de mí, me tocó con ella. Al venir hacia mí sonriente, me saludó.
-¡Hola! Así que vamos a estar juntas durante mucho tiempo, ¿eh? Un momento... -me miró fijamente- ¡¡Ah!! ¡¡Ya sé quién eres!! ¡¡Tú eres... tú eres la chica que le rompió el corazón en pedacitos a Drake!! Vergüenza debería darte...
-¡¿Qué?! Perdona, ¡pero yo no le hice nada! ¡Fue él el que rompió conmigo!
-¿Ah, sí? Pues... -se quedó pensativa durante unos momentos- Oh... es verdad, je, je, je... Es que tengo una cabeza... Es que Drake está hecho pedazos, por eso pensé... que era del revés. Emmm... pero bueno, tranquila, que gracias a mí, se está recuperando, y dentro de poco se olvidará de t...
-¡¿Que qué?! -¡¿había entendido bien?!
No quería hacerlo, pero un gran impulso me obligó a lanzarme hacia ella y pegarle. Ella, para defenderse, hizo lo mismo, y las dos nos caímos al suelo.
-¡Espe... espera! -dijo mientras se defendía- ¡Me has malinterpretado!
-¡Te he entendido perfectamente!
Todo el mundo gritaba y se puso a nuestro alrededor. El profesor se abrió paso y nos intentó separar.
-¡Basta! ¡¿Pero qué hacéis?! -dijo.
Me cogió del brazo y me levantó. Paula se levantó rápidamente, e intentó correr hacia la puerta. Yo me solté de la mano y corrí detrás de ella. Pasamos por el pasillo con todos los alumnos mirándonos confusos. Mientras corríamos, ella hablaba.
-¡A ver! ¡Por favor! ¡Dé... déjame explicarme!
-¡No hay nada que explicar! ¡Tú...!
Íbamos hacia la esquina cuando Paula se chocó con alguien y ambos cayeron al suelo. Yo me frené y los miré. Se levantaron, y a él le miré horrorizada.
-¡¿Qué pasa aquí?! -dijo Drake enfadado.
Paula se puso detrás de él y juntó las manos suplicando.
-¡Por favor...! ¡Ya te... ya te he dicho que...! -ambas estábamos cansadas.
Drake frunció el ceño, la miró a ella y luego a mí.
-¿Has... has intentado pegarla? -me preguntó- ¡¿Por qué?!
-¡Porque...!
-Bueno, mira, no quiero oírlo. No pensaba esto de ti, Claire, de verdad.
-¡¡No!! ¡¡¡No fue su culpa!!! ¡¡De verdad!! -se explicó ella. Parecía... desesperada porque Drake me perdonara, pero... ¿entonces?- ¡Hubo un malentendido! ¡De verdad que no...!
-Paula, déjalo. No hace falta que la defiendas. En serio. -miró hacia mí- Espero que por favor, no la vuelvas a hacer nada. Mira, incluso ni... Claire, nunca pensé que diría esto, pero no quiero que vuelvas a hablarme, ni que te acerques a ella. Chao.
Paula se llevó una mano a la frente mientras rechinaba los dientes con rabia, y Drake le cogió una mano y se fueron. ¡¿Qué he hecho?! Y ahora Drake me odia... Mi peor pesadilla hecha realidad... No pude evitar derramar unas lágrimas.
lunes, 16 de noviembre de 2009
Lo ocurrido (Drake)
Aún echaba muchísimo de menos a Claire, pero... supongo que si ambos no podemos estar juntos, entonces quizá podré olvidarla... y gracias a mi nueva vecina, supongo que un pequeño apoyo, podré superarlo... o no.
Me levanté por la mañana bien, supongo. Ya no estaba tan mal como los anteriores días, y el encuentro con Claire en el pasillo... aunque me doliera mucho... Me vestí, hice la cama y bajé. No quise desayunar, no me apetecía, pero tenía que esperar a Sof... ¿Dónde está? Entré en la cocina, pero sólo estaba mi madre.
-¿Dónde está Sofí? -pregunté.
-Oh, ya se fue. Quería irse temprano, aunque no sé por qué. -me dijo sonriendo.
-Ni siquiera espera por mí. Mamá, esta niña es una maleducada, no como yo -bromeé.
-Sí, cielo, sobre todo tú -y se rió.
-Bueno, pues me voy ya.
-¿No vas a desayunar?
-No me apetece. ¡Chao!
Y salí por la puerta. Cuando bajé el escalón, me encontré a Paula esperando por mí en la acera. Eso me gustó, por lo menos alguien espera por mí. Al verme sonrió y me saludó. Me acerqué a ella y empezamos a andar mientras hablábamos.
-Iba a irme, pero luego me dije: ¿por qué no esperar a Drake? Total, si iba yo sola me aburriría.
-¿Y tu hermano? ¿O es que se largó olvidándose de ti? -dije sarcásticamente.
-¡¿Cómo lo sabes?!
-Porque es exactamente lo que me pasó a mí...
-¡Ja! Para que luego nos fiemos de los hermanos pequeños...
Ambos nos reímos hasta llegar al instituto. Iba a pasar por la puerta, pero alguien pasó antes que yo, empujándome.
-¡¡Oye!! ¿Es que no miras por dónde v...?
-¡Perdón! ¡Es que tengo mucha prisa! -se giró, y se me cortó la respiración, y a ella también.
-Oh, Claire... eh... n-no, nada, no pasa nada. Anda, vete rápido... -dije rehuyendo su mirada. Pero al mirarla, parecía que quería llorar; tenía los ojos llorosos, pero asintió y se fue corriendo, ahora no sé si por la prisa que tenía o por no verme. Paula se puso a mi lado y entramos.
-¿Qué pasa? -preguntó preocupada.
-¿Que pasa de qué?
-Esa chica... me fijé que tenía los ojos llorosos cuando te miró. Y sé que te gusta, ¿eh donjuán? -me dio un leve codazo, pero luego me puso una mano en el hombro- Drake, dime qué te pasa. Me estás preocupando.
-No... no creo que te interese.
-Todas las cosas de mis amigos me importan, por muy pequeñas que sean.
Respiré hondo y la miré a los ojos. Se notaba que decía la verdad. ¿Y por qué no decírselo? Además necesitaba hablar con alguien del tema.
-Está bien. Ahora no da tiempo, así que te lo diré en el recreo, ¿te parece?
-Me parece muy bien.
Y los dos nos fuimos a nuestras respectivas clases. Todo el rato hasta esa hora estuve pensando en cómo decirle mis problemas. En la clase de Física y Química, dónde me tocaba en la misma mesa que Claire, miré hacia atrás. Y justamente me paré en Mike y Jake, que me miraban entristecidos, y luego a Nike, que al mirarme sonreía satisfecho. A Claire no podía ni mirarla, y ella tampoco a mí. Se pasaba la mayoría de la clase mirando hacia la ventana, y yo hacia el pasillo. Al terminar, me encontré con Paula esperándome en la puerta. Mike y Jake la miraron con desconfianza, aunque no sé por qué. Al salir en el recreo, nos quedamos en el pasillo hasta que sólo quedamos nosotros.
-¿Me lo vas a contar ahora? -me preguntó.
-Sí. Verás... esa chica es mi nov... mi ex novia.
-¡¿Tu ex novia?!
-Eso... grítaselo a los cuatro vientos... -dije irónicamente.
-Perdona, ¿y qué pasó? ¿Por qué...?
-Emm... tú viste... a... a un chico con el pelo marrón claro en la clase, ¿verdad? Me parece que era el único.
-Sí, que tenía una mirada asesina... desde que lo vi me cayó mal... ¡Oh! ¿Es tu amigo? Perdona, pero es que me cae...
-¡¿Mi...mi amigo?! ¡¿Ese tío mi amigo?! ¡Me arruinó la vida! Bueno, no, pero sí mi vida amorosa, por así decirlo. -me miraba expectante- Emm... verás... desde el primer momento que vio a Claire le gustó... así que al enterarse de que estaba conmigo, la secuestró una tarde y la dejó abandonada en el bosque.
-¡¡¡¡¡¿¿¿Quéééé???!!!!!!
-Sí, y además que yo eso no lo sabía. Me sobornó con que me lo decía si yo... la dejaba. Cómo comprenderás no pude negarme.
-¿Pero por qué se lo "prometiste" en ese momento y luego le hiciste caso?
-Porque me amenazó con que si no lo hacía, la volvería a secuestrar, y esta vez no me diría dónde estaba. Por eso no pude negarme. Y ahora ella no quiere ni verme.
-Dios, menuda historia la tuya, ¿no? Y yo que pensaba que este sitio iba a ser un aburrimiento... Bueno, cómo soy tu amiga, te ayudaré y apoyaré. Además que tenemos un psicópata entre manos... Se va a enterar.
-¿Qué... qué vas a hacer?
-Lo que debiste hacer tú. Matarlo -me quedé con la boca abierta. ¿Lo... lo decía en serio?- ¡Qué era coña! Pero debe sufrir.
-Bah, da igual. De todos modos siempre hay algo que nos separa a Claire y a mí. Siempre.
-¿Siempre?
-El... cuando teníamos dieciséis años, vamos, el año pasado, nuestras madres no querían que nos viéramos. Luego se la llevaron a Francia y yo, tan enamorado como sigo ahora, viajé solo hasta allí.
-¡¡¿¿Solo??!! ¡¿Pero cómo...?!
-Mmm... no preguntes. Bueno, las cosas se arreglaron entre todos, y tuvimos un año feliz... hasta ahora.
-Guau... ¡Qué guay!
-¿Perdona?
-¡Voy a ser un comodín de un triángulo amoroso! Esto va a ser muuuy divertido.
Esta chica cada día me sorprende más. Pero le sonreí. Al acabar el día, volvimos a casa juntos con nuestros hermanos pequeños...
Me levanté por la mañana bien, supongo. Ya no estaba tan mal como los anteriores días, y el encuentro con Claire en el pasillo... aunque me doliera mucho... Me vestí, hice la cama y bajé. No quise desayunar, no me apetecía, pero tenía que esperar a Sof... ¿Dónde está? Entré en la cocina, pero sólo estaba mi madre.
-¿Dónde está Sofí? -pregunté.
-Oh, ya se fue. Quería irse temprano, aunque no sé por qué. -me dijo sonriendo.
-Ni siquiera espera por mí. Mamá, esta niña es una maleducada, no como yo -bromeé.
-Sí, cielo, sobre todo tú -y se rió.
-Bueno, pues me voy ya.
-¿No vas a desayunar?
-No me apetece. ¡Chao!
Y salí por la puerta. Cuando bajé el escalón, me encontré a Paula esperando por mí en la acera. Eso me gustó, por lo menos alguien espera por mí. Al verme sonrió y me saludó. Me acerqué a ella y empezamos a andar mientras hablábamos.
-Iba a irme, pero luego me dije: ¿por qué no esperar a Drake? Total, si iba yo sola me aburriría.
-¿Y tu hermano? ¿O es que se largó olvidándose de ti? -dije sarcásticamente.
-¡¿Cómo lo sabes?!
-Porque es exactamente lo que me pasó a mí...
-¡Ja! Para que luego nos fiemos de los hermanos pequeños...
Ambos nos reímos hasta llegar al instituto. Iba a pasar por la puerta, pero alguien pasó antes que yo, empujándome.
-¡¡Oye!! ¿Es que no miras por dónde v...?
-¡Perdón! ¡Es que tengo mucha prisa! -se giró, y se me cortó la respiración, y a ella también.
-Oh, Claire... eh... n-no, nada, no pasa nada. Anda, vete rápido... -dije rehuyendo su mirada. Pero al mirarla, parecía que quería llorar; tenía los ojos llorosos, pero asintió y se fue corriendo, ahora no sé si por la prisa que tenía o por no verme. Paula se puso a mi lado y entramos.
-¿Qué pasa? -preguntó preocupada.
-¿Que pasa de qué?
-Esa chica... me fijé que tenía los ojos llorosos cuando te miró. Y sé que te gusta, ¿eh donjuán? -me dio un leve codazo, pero luego me puso una mano en el hombro- Drake, dime qué te pasa. Me estás preocupando.
-No... no creo que te interese.
-Todas las cosas de mis amigos me importan, por muy pequeñas que sean.
Respiré hondo y la miré a los ojos. Se notaba que decía la verdad. ¿Y por qué no decírselo? Además necesitaba hablar con alguien del tema.
-Está bien. Ahora no da tiempo, así que te lo diré en el recreo, ¿te parece?
-Me parece muy bien.
Y los dos nos fuimos a nuestras respectivas clases. Todo el rato hasta esa hora estuve pensando en cómo decirle mis problemas. En la clase de Física y Química, dónde me tocaba en la misma mesa que Claire, miré hacia atrás. Y justamente me paré en Mike y Jake, que me miraban entristecidos, y luego a Nike, que al mirarme sonreía satisfecho. A Claire no podía ni mirarla, y ella tampoco a mí. Se pasaba la mayoría de la clase mirando hacia la ventana, y yo hacia el pasillo. Al terminar, me encontré con Paula esperándome en la puerta. Mike y Jake la miraron con desconfianza, aunque no sé por qué. Al salir en el recreo, nos quedamos en el pasillo hasta que sólo quedamos nosotros.
-¿Me lo vas a contar ahora? -me preguntó.
-Sí. Verás... esa chica es mi nov... mi ex novia.
-¡¿Tu ex novia?!
-Eso... grítaselo a los cuatro vientos... -dije irónicamente.
-Perdona, ¿y qué pasó? ¿Por qué...?
-Emm... tú viste... a... a un chico con el pelo marrón claro en la clase, ¿verdad? Me parece que era el único.
-Sí, que tenía una mirada asesina... desde que lo vi me cayó mal... ¡Oh! ¿Es tu amigo? Perdona, pero es que me cae...
-¡¿Mi...mi amigo?! ¡¿Ese tío mi amigo?! ¡Me arruinó la vida! Bueno, no, pero sí mi vida amorosa, por así decirlo. -me miraba expectante- Emm... verás... desde el primer momento que vio a Claire le gustó... así que al enterarse de que estaba conmigo, la secuestró una tarde y la dejó abandonada en el bosque.
-¡¡¡¡¡¿¿¿Quéééé???!!!!!!
-Sí, y además que yo eso no lo sabía. Me sobornó con que me lo decía si yo... la dejaba. Cómo comprenderás no pude negarme.
-¿Pero por qué se lo "prometiste" en ese momento y luego le hiciste caso?
-Porque me amenazó con que si no lo hacía, la volvería a secuestrar, y esta vez no me diría dónde estaba. Por eso no pude negarme. Y ahora ella no quiere ni verme.
-Dios, menuda historia la tuya, ¿no? Y yo que pensaba que este sitio iba a ser un aburrimiento... Bueno, cómo soy tu amiga, te ayudaré y apoyaré. Además que tenemos un psicópata entre manos... Se va a enterar.
-¿Qué... qué vas a hacer?
-Lo que debiste hacer tú. Matarlo -me quedé con la boca abierta. ¿Lo... lo decía en serio?- ¡Qué era coña! Pero debe sufrir.
-Bah, da igual. De todos modos siempre hay algo que nos separa a Claire y a mí. Siempre.
-¿Siempre?
-El... cuando teníamos dieciséis años, vamos, el año pasado, nuestras madres no querían que nos viéramos. Luego se la llevaron a Francia y yo, tan enamorado como sigo ahora, viajé solo hasta allí.
-¡¡¿¿Solo??!! ¡¿Pero cómo...?!
-Mmm... no preguntes. Bueno, las cosas se arreglaron entre todos, y tuvimos un año feliz... hasta ahora.
-Guau... ¡Qué guay!
-¿Perdona?
-¡Voy a ser un comodín de un triángulo amoroso! Esto va a ser muuuy divertido.
Esta chica cada día me sorprende más. Pero le sonreí. Al acabar el día, volvimos a casa juntos con nuestros hermanos pequeños...
jueves, 12 de noviembre de 2009
Drake, no me olvides... (Claire)
Ya no me quería... no podía creerlo. Él, que tantas veces me había dicho que me amaba y que no querría a otra que no fuera yo, ahora ya no me quería... Pero... si esa es su decisión, no me queda otro remedio que esperar...
-Señorita Claire, ¿me está atendiendo? -me preguntó el profesor de Física y Química.
-S-sí, señor, lo siento. Estoy atendiendo.
-Eso espero -y siguió con su explicación.
Drake no había venido a esta clase. ¿Por qué? ¿Quizá me quería evitar? ¿Llegaría tarde o simplemente estaba enfermo y no vino? Le echo tanto de menos... Aunque él a mí no. Cuando acabaron las clases antes del recreo, salí corriendo, medio tropezando, y me metí en el baño. No pude evitar llorar. ¿Por qué me hacía esto? Me limpié las lágrimas, e iba a salir cuando fuera, en el pasillo, oí unos gritos.
-¡¡Eh!! ¡¿Pero qué haces?! -dijeron unos chicos dentro del cuarto de baño de ellos.
-¡Lo siento! ¡Es que no me fijé! -esa era una chica que no había oído antes.
-¡¡Pero cierra la maldita puerta!! -y escuché un portazo.
De repente la puerta de este baño se abrió poco a poco, y apareció una chica de unos quince años con el pelo rizado, y que tenía manchada de tinta la cara.
-Esto... lo siento, ese es el baño de chicas, ¿verdad? Es que en el otro... bueno, que no me di cuenta.
-Sí, es este.
-Gracias. -entró y yo salí de allí.
Empecé a andar mientras miraba hacia el suelo cuando me choqué con alguien. Alcé la mirada y se me cayó el mundo encima, y a él también cuando me miró. Tragué saliva.
-Drake...
-Oh, eh... perdona Claire, yo... estoy... estoy esperando por alguien y... y no me di cuenta... Bueno, chao. -salió corriendo en dirección al baño, pero no entró, sino que se limitó a esperar al lado del de chicas.
¿A quién...? ¿Sería a esa chica a quién estaba esperando? Nunca la había visto... La puerta se abrió y la chica salió. Me acerqué un poco más para escuchar la conversación.
-¿Te pudiste limpiar bien? -le preguntó Drake.
-Te juro que es la última vez que utilizo la tinta china esa para hacer un maldito dibujo. Y mira que tener que esperar a que acabara la clase para limpiarme... Odio a la profesora. -se cruzó de brazos y frunció los labios.
-Tendrás que acostumbrarte. -Drake se rió. Empezó a andar en dirección contraria a mí. La chica le siguió enfadada.
-A mí no me hace gracia.
-Desde mi punto de vista es para echarse a reír.
-Pues desde el mío no...
Y desaparecieron por la esquina del vestíbulo. Vaya, así que se hicieron amigos, o sólo espero que sea eso. Después de todo el día, me fui a casa acompañada de Alex y Carla. Al entrar, saludé a mis padres y subí a mi habitación. Después de hacer los deberes, me puse encima de la cama a escuchar música. Todavía recuerdo cuando Drake... me despertó por la mañana, tan guapo como estaba reflejado por el sol... Y cuando no podía creerme que era mío. Ya no lo era. Unas lágrimas cayeron por mis mejillas, mojando la almohada. No podía evitarlo, le echaba tanto de menos... Al final me quedé dormida, pensando en el chico que nunca más sería mío...
-Señorita Claire, ¿me está atendiendo? -me preguntó el profesor de Física y Química.
-S-sí, señor, lo siento. Estoy atendiendo.
-Eso espero -y siguió con su explicación.
Drake no había venido a esta clase. ¿Por qué? ¿Quizá me quería evitar? ¿Llegaría tarde o simplemente estaba enfermo y no vino? Le echo tanto de menos... Aunque él a mí no. Cuando acabaron las clases antes del recreo, salí corriendo, medio tropezando, y me metí en el baño. No pude evitar llorar. ¿Por qué me hacía esto? Me limpié las lágrimas, e iba a salir cuando fuera, en el pasillo, oí unos gritos.
-¡¡Eh!! ¡¿Pero qué haces?! -dijeron unos chicos dentro del cuarto de baño de ellos.
-¡Lo siento! ¡Es que no me fijé! -esa era una chica que no había oído antes.
-¡¡Pero cierra la maldita puerta!! -y escuché un portazo.
De repente la puerta de este baño se abrió poco a poco, y apareció una chica de unos quince años con el pelo rizado, y que tenía manchada de tinta la cara.
-Esto... lo siento, ese es el baño de chicas, ¿verdad? Es que en el otro... bueno, que no me di cuenta.
-Sí, es este.
-Gracias. -entró y yo salí de allí.
Empecé a andar mientras miraba hacia el suelo cuando me choqué con alguien. Alcé la mirada y se me cayó el mundo encima, y a él también cuando me miró. Tragué saliva.
-Drake...
-Oh, eh... perdona Claire, yo... estoy... estoy esperando por alguien y... y no me di cuenta... Bueno, chao. -salió corriendo en dirección al baño, pero no entró, sino que se limitó a esperar al lado del de chicas.
¿A quién...? ¿Sería a esa chica a quién estaba esperando? Nunca la había visto... La puerta se abrió y la chica salió. Me acerqué un poco más para escuchar la conversación.
-¿Te pudiste limpiar bien? -le preguntó Drake.
-Te juro que es la última vez que utilizo la tinta china esa para hacer un maldito dibujo. Y mira que tener que esperar a que acabara la clase para limpiarme... Odio a la profesora. -se cruzó de brazos y frunció los labios.
-Tendrás que acostumbrarte. -Drake se rió. Empezó a andar en dirección contraria a mí. La chica le siguió enfadada.
-A mí no me hace gracia.
-Desde mi punto de vista es para echarse a reír.
-Pues desde el mío no...
Y desaparecieron por la esquina del vestíbulo. Vaya, así que se hicieron amigos, o sólo espero que sea eso. Después de todo el día, me fui a casa acompañada de Alex y Carla. Al entrar, saludé a mis padres y subí a mi habitación. Después de hacer los deberes, me puse encima de la cama a escuchar música. Todavía recuerdo cuando Drake... me despertó por la mañana, tan guapo como estaba reflejado por el sol... Y cuando no podía creerme que era mío. Ya no lo era. Unas lágrimas cayeron por mis mejillas, mojando la almohada. No podía evitarlo, le echaba tanto de menos... Al final me quedé dormida, pensando en el chico que nunca más sería mío...
martes, 10 de noviembre de 2009
Nueva vecina (Drake)
Hoy es el segundo día que Claire y yo rompimos, y se me está haciendo insoportable. Ayer ni siquiera me miró, y estaba roja, se notó que había llorado toda la mañana. Me duele tantísimo verla así... apenas puedo...
Me levanté sin ganas, total, ¿para qué? Claire no se atreve ni a hablarme, y los demás... bueno, por lo menos me hablan, pero están algo enfadados. Me vestí, y miré hacia el despertador. ¡Era muy tarde! Bajé rápidamente, sin hacer la cama, cogí la mochila y me fui a la cocina. Mi madre estaba sentada, y al verme abrió mucho los ojos.
-¡Drake! ¿Qué haces todavía aquí? ¡Tu hermana ya se fue!
-¿Ya? Entonces me doy prisa.
Salí dando traspiés por el vestíbulo hasta llegar a la puerta. Al cerrarla detrás mía, vi que una chica con el pelo rizo salía de la casa de al lado -¿pero no estaba inhabitada?- y pasaba delante mía corriendo e intentando no caerse con el peso de la mochila. Nunca la había visto. Oh, seguramente la casa se había vendido y ella sería mi nueva vecina. Detrás de ella apareció un niño de unos nueve o diez años que también corría y que no paraba de gritar.
-¡Paula, espera! ¡No me dejes atrás!
-¡Corre, que llegamos tarde! ¡Eso te pasa por levantarte tarde, y yo aún por encima esperar por ti!
El niño debía de ir al colegio de primaria de al lado del instituto. ¿Esa tal Paula sería nueva? ¿Por qué últimamente no dejan de llegar alumnos nuevos? Cuando pasó de mí, se giró y se me ha quedado mirando, y sin darse cuenta, se estampó contra una farola. No me dio tiempo a avisarle. La chica se llevó una mano a la frente, que estaba roja del golpe, se sonrojó y miró hacia su hermano, que estaba detrás.
-¡Tonta! ¡Venga, vamos! -el niño le cogió la mano y se fueron corriendo.
Miré mi reloj. ¡Ay, dios, era muy, muy tarde! Dejando de lado mis pensamientos, yo también salí corriendo. Al llegar allí, fui hacia mi taquilla. Vaya, me dejé los libros ahí, y aún por encima no recuerdo la combinación. Maldito estúpido... A ver... ¿mi cumpleaños? No, eso no... Me di unos dos golpes en la frente con la taquilla para ver si recordaba, pero alguien me frenó. Miré hacia la derecha, y allí estaba la misma chica de antes. Miraba hacia el papel de los horarios, pero parecía perdida.
Una especie de dolor me cruzó el pecho. Esa chica... Paula, me recuerda tanto a Claire su primer día... Intenté tragar saliva, pero tenía un nudo en la garganta. Miré hacia otro lado, pero la chica me vio y vino hacia mí.
-Oye, perdona... -la miré con ternura, no podía evitarlo- Esto... ¿te pasa algo? ¡Ah! ¡Tú eres el tío que vi en la puerta de la casa de al lado! Y que sepas que por tú culpa me di contra la farola.
-Oh, vaya, lo siento.
-Ahora en serio, pareces... perdido, incluso mucho más que yo, que ya es decir. ¡Oh, me recuerdas a Joe, uno de los Jonas!
-¿A quién? -me quedé a cuadros. ¿De qué me estaba hablando ahora?
-¿No sabes quién es? Pues vaya.
-Sí, bueno... ¿Quieres que te ayude?
-¿Pero no tienes clase? -miré hacia mi reloj otra vez.
-Sí, pero... Total, ya empezaron hace media hora, no hace falta.
Además que me toca Física y Química, es decir, al lado de Claire, y ahora mismo no me apetece...
-Oh, muy bien. Vale, ¿me puedes explicar dónde están las malditas clases? Porque llevo dando vueltas como una loca y no encuentro la mía.
-Muy bien. Oh, por cierto, yo soy Drake, encantado. -le tendí la mano.
-Oh, pues yo Paula, pero creo que ya lo habías oído de mi hermano cuando íbamos corriendo. Encantada yo también. -me la tomó, y las soltamos.
Era una chica bastante peculiar, pero me caía bien. Me recordaba... a mí, aunque no sé por qué.
Me levanté sin ganas, total, ¿para qué? Claire no se atreve ni a hablarme, y los demás... bueno, por lo menos me hablan, pero están algo enfadados. Me vestí, y miré hacia el despertador. ¡Era muy tarde! Bajé rápidamente, sin hacer la cama, cogí la mochila y me fui a la cocina. Mi madre estaba sentada, y al verme abrió mucho los ojos.
-¡Drake! ¿Qué haces todavía aquí? ¡Tu hermana ya se fue!
-¿Ya? Entonces me doy prisa.
Salí dando traspiés por el vestíbulo hasta llegar a la puerta. Al cerrarla detrás mía, vi que una chica con el pelo rizo salía de la casa de al lado -¿pero no estaba inhabitada?- y pasaba delante mía corriendo e intentando no caerse con el peso de la mochila. Nunca la había visto. Oh, seguramente la casa se había vendido y ella sería mi nueva vecina. Detrás de ella apareció un niño de unos nueve o diez años que también corría y que no paraba de gritar.
-¡Paula, espera! ¡No me dejes atrás!
-¡Corre, que llegamos tarde! ¡Eso te pasa por levantarte tarde, y yo aún por encima esperar por ti!
El niño debía de ir al colegio de primaria de al lado del instituto. ¿Esa tal Paula sería nueva? ¿Por qué últimamente no dejan de llegar alumnos nuevos? Cuando pasó de mí, se giró y se me ha quedado mirando, y sin darse cuenta, se estampó contra una farola. No me dio tiempo a avisarle. La chica se llevó una mano a la frente, que estaba roja del golpe, se sonrojó y miró hacia su hermano, que estaba detrás.
-¡Tonta! ¡Venga, vamos! -el niño le cogió la mano y se fueron corriendo.
Miré mi reloj. ¡Ay, dios, era muy, muy tarde! Dejando de lado mis pensamientos, yo también salí corriendo. Al llegar allí, fui hacia mi taquilla. Vaya, me dejé los libros ahí, y aún por encima no recuerdo la combinación. Maldito estúpido... A ver... ¿mi cumpleaños? No, eso no... Me di unos dos golpes en la frente con la taquilla para ver si recordaba, pero alguien me frenó. Miré hacia la derecha, y allí estaba la misma chica de antes. Miraba hacia el papel de los horarios, pero parecía perdida.
Una especie de dolor me cruzó el pecho. Esa chica... Paula, me recuerda tanto a Claire su primer día... Intenté tragar saliva, pero tenía un nudo en la garganta. Miré hacia otro lado, pero la chica me vio y vino hacia mí.
-Oye, perdona... -la miré con ternura, no podía evitarlo- Esto... ¿te pasa algo? ¡Ah! ¡Tú eres el tío que vi en la puerta de la casa de al lado! Y que sepas que por tú culpa me di contra la farola.
-Oh, vaya, lo siento.
-Ahora en serio, pareces... perdido, incluso mucho más que yo, que ya es decir. ¡Oh, me recuerdas a Joe, uno de los Jonas!
-¿A quién? -me quedé a cuadros. ¿De qué me estaba hablando ahora?
-¿No sabes quién es? Pues vaya.
-Sí, bueno... ¿Quieres que te ayude?
-¿Pero no tienes clase? -miré hacia mi reloj otra vez.
-Sí, pero... Total, ya empezaron hace media hora, no hace falta.
Además que me toca Física y Química, es decir, al lado de Claire, y ahora mismo no me apetece...
-Oh, muy bien. Vale, ¿me puedes explicar dónde están las malditas clases? Porque llevo dando vueltas como una loca y no encuentro la mía.
-Muy bien. Oh, por cierto, yo soy Drake, encantado. -le tendí la mano.
-Oh, pues yo Paula, pero creo que ya lo habías oído de mi hermano cuando íbamos corriendo. Encantada yo también. -me la tomó, y las soltamos.
Era una chica bastante peculiar, pero me caía bien. Me recordaba... a mí, aunque no sé por qué.
lunes, 9 de noviembre de 2009
Se acabó (Drake)
Por la mañana, Claire y yo fuimos juntos, como siempre, al instituto. No dijimos nada durante el camino, yo sólo pensaba en cómo... en cómo decirle... Agh... maldito Nike... Miré hacia ella de reojo, pero volví otra vez la mirada al suelo. A veces parecía que quería hablar, ya que abría la boca, pero luego se lo pensaba mejor y no decía nada. Seguro que me quiere preguntar por mi comportamiento. Por la tarde ya lo sabrá. Pero cada vez que pensaba en ello... no quería... pero Nike le haría daño si lo no lo hacía, así que... No puedo permitir que la lastime. En clase, seguía pensando en cómo decírselo, pero simplemente no podía.
Cuando terminaron las clases, mientras esperaba por Claire, ya que Sofí ya se fue, miré hacia Nike. Me sonreía burlonamente, pero eso se acabó enseguida, frunció el ceño y se cruzó de brazos. Suspiré, y cuando me quise dar cuenta, Claire apareció, me cogió del brazo y me arrastró hasta detrás del colegio. Al pararnos se volvió hacia mí seria.
-Drake, ya no aguanto más, ¿qué diablos te pasa?
Intenté no mirarla a los ojos. Si no, me sería imposible decirle eso.
-No te voy a mentir, Claire, desde ayer quería decirte una cosa. -no puedo... no puedo...
-¿Q-qué cosa? -estaba asustada, se le notaba. Tragué saliva, esto iba a ser difícil, tanto para ella como para mí. Suspiré, y miré hacia el suelo.
-Yo... quiero dejarlo.
-¿Dejar... dejar el qué? -dijo con la voz ahogada.
-Lo nuestro. Emm... -vale, no se me daba bien mentir, para nada, pero me esforzaría...- Ya no... ya no siento nada por ti. Lo siento. De verdad.
-¿Cómo? -dijo con un hilo de voz.
-Ya no te quiero. -la miré a los ojos, estaban llorosos.
-Mientes...
-No, no miento. Vamos a ver, que conste que... lo de el viaje a Francia, y cuando fui a por ti en el otro instituto y demás pues... te amaba, de verdad, pero lo de tu rapto... -esto va a doler- me abrió los ojos. No podemos estar juntos. Lo siento.
-No... -cerró los ojos con fuerza. Como si no quisiera llorar aunque fuera inevitable.
No puedo, no puedo, ¡¿pero por qué me pasan a mí estas cosas?! La quiero más que a mi propia vida, ¡y le estaba mintiendo por un maldito psicópata! Al verla tan vulnerable... lo único que quería ahora mismo era decirle que todo es mentira, que la amaba muchísimo y poderla abrazar... Tragué saliva otra vez, pero tenía un enorme nudo en la garganta.
-Pero... podemos ser amigos.
-S-s-s-sí, claro... por supuesto... -estaba malherida.
Totalmente. Dios... no puedo verla así... no puedo verla llorar, y aún por encima por mí. Tengo que largarme, sino hasta soy capaz de arrodillarme para que me perdone. Y por si acaso, la acompaño a casa. Tengo miedo de que...
-Venga, que te acompaño a casa -le dije con una sonrisa.
Ella también intentó sonreír en medio de las cristalinas lágrimas, pero apenas pudo hacerlo. Al llegar a su casa, entró, y yo empecé a caminar hacia la mía. Durante el camino, Nike apareció en medio.
-Se lo dijiste, ¿verdad? Porque eso espero.
-Si, psicópata, se lo dije -sonrió ante el apodo.
-Vaya, qué educado. Bueno, pues entonces ya no le haré nada a tu nov... -lo hizo a posta, se le nota- digo... a Claire. -sonrió maliciosamente.
Será... vale, tranquilo. Lo aparté de mi camino y seguí hasta mi casa. Por lo menos, ahora ella y yo seríamos... amigos, aunque no sé si me conformaré con eso.
Cuando terminaron las clases, mientras esperaba por Claire, ya que Sofí ya se fue, miré hacia Nike. Me sonreía burlonamente, pero eso se acabó enseguida, frunció el ceño y se cruzó de brazos. Suspiré, y cuando me quise dar cuenta, Claire apareció, me cogió del brazo y me arrastró hasta detrás del colegio. Al pararnos se volvió hacia mí seria.
-Drake, ya no aguanto más, ¿qué diablos te pasa?
Intenté no mirarla a los ojos. Si no, me sería imposible decirle eso.
-No te voy a mentir, Claire, desde ayer quería decirte una cosa. -no puedo... no puedo...
-¿Q-qué cosa? -estaba asustada, se le notaba. Tragué saliva, esto iba a ser difícil, tanto para ella como para mí. Suspiré, y miré hacia el suelo.
-Yo... quiero dejarlo.
-¿Dejar... dejar el qué? -dijo con la voz ahogada.
-Lo nuestro. Emm... -vale, no se me daba bien mentir, para nada, pero me esforzaría...- Ya no... ya no siento nada por ti. Lo siento. De verdad.
-¿Cómo? -dijo con un hilo de voz.
-Ya no te quiero. -la miré a los ojos, estaban llorosos.
-Mientes...
-No, no miento. Vamos a ver, que conste que... lo de el viaje a Francia, y cuando fui a por ti en el otro instituto y demás pues... te amaba, de verdad, pero lo de tu rapto... -esto va a doler- me abrió los ojos. No podemos estar juntos. Lo siento.
-No... -cerró los ojos con fuerza. Como si no quisiera llorar aunque fuera inevitable.
No puedo, no puedo, ¡¿pero por qué me pasan a mí estas cosas?! La quiero más que a mi propia vida, ¡y le estaba mintiendo por un maldito psicópata! Al verla tan vulnerable... lo único que quería ahora mismo era decirle que todo es mentira, que la amaba muchísimo y poderla abrazar... Tragué saliva otra vez, pero tenía un enorme nudo en la garganta.
-Pero... podemos ser amigos.
-S-s-s-sí, claro... por supuesto... -estaba malherida.
Totalmente. Dios... no puedo verla así... no puedo verla llorar, y aún por encima por mí. Tengo que largarme, sino hasta soy capaz de arrodillarme para que me perdone. Y por si acaso, la acompaño a casa. Tengo miedo de que...
-Venga, que te acompaño a casa -le dije con una sonrisa.
Ella también intentó sonreír en medio de las cristalinas lágrimas, pero apenas pudo hacerlo. Al llegar a su casa, entró, y yo empecé a caminar hacia la mía. Durante el camino, Nike apareció en medio.
-Se lo dijiste, ¿verdad? Porque eso espero.
-Si, psicópata, se lo dije -sonrió ante el apodo.
-Vaya, qué educado. Bueno, pues entonces ya no le haré nada a tu nov... -lo hizo a posta, se le nota- digo... a Claire. -sonrió maliciosamente.
Será... vale, tranquilo. Lo aparté de mi camino y seguí hasta mi casa. Por lo menos, ahora ella y yo seríamos... amigos, aunque no sé si me conformaré con eso.
domingo, 8 de noviembre de 2009
¿Qué le pasa? (Claire)
Al siguiente día, después de recuperarme, Drake vino como siempre a recogerme, pero... estaba raro. Quiero decir, distante. Y eso me preocupaba. Mientras íbamos caminando hacia el instituto, ni siquiera me miraba. Intenté entablar alguna conversación con él, pero sólo me respondía con monosílabos. En clase de Física y Química, ya que era mi pareja de mesa, lo intenté otra vez.
-Drake... ¿de verdad que estás bien? -le pregunté mientras alzaba una mano para tocarle la mejilla, pero se apartó.
-Sí, tranquila, estoy bien. Es sólo que... no dormí muy bien esta noche. Nada más -se notaba que mentía. Es demasiado honesto como para mentir bien. Siempre rehuía mi mirada.
-Eh... ¿Drake?
-¿Sí? -dijo cansado. Se lo pregunto... ¿o no? ¿Y si me mira mal?
-Nada, olvídalo -se encogió de hombros.
Y esa fue todo el diálogo que hablamos hasta la hora de comer, que no paraba de mirar hacia otro lado. En una ocasión le pillé mirando hacia el chico nuevo, Nike, a lo que éste le sonreía intencionadamente. El resto del grupo también le notaba distante, pero no dijeron nada. Al salir de clase, mientras Sofí y yo le esperábamos, me estuvo hablando.
-Está así desde ayer, y todavía no sé por qué. -me dijo con voz apagada- Cuando volvió a casa, no habló de nada, ni siquiera conmigo. Algo malo le pasa...
-Ya, yo también lo noté, ni siquiera me mira. Y si contesta, son sólo pequeñas frases. Me preocupa mucho.
En ese momento, llegó.
-Venga, vamos. -dijo mirando hacia el suelo mientras caminaba.
Ambas suspiramos y le seguimos. Me acompañaron hasta casa y luego se fueron. No me encontraba de muy buen humor, y al entrar apenas saludé a mis padres. Subí a mi habitación y me acosté en cama, escuchando música.
¿Pero qué le pasa? Él me había salvado... ¿Será por eso? No, qué estúpida, ¿cómo va a ser por salvarme? Quizá... Ayer me dijo que me amaba muchísimo, ¿por qué lo haría si yo eso ya lo sabía? Pero lo dijo con tanto cariño... como si fuera la última vez que me lo iba a decir. Mañana se lo preguntaré sin falta, superaré el miedo.
-Drake... ¿de verdad que estás bien? -le pregunté mientras alzaba una mano para tocarle la mejilla, pero se apartó.
-Sí, tranquila, estoy bien. Es sólo que... no dormí muy bien esta noche. Nada más -se notaba que mentía. Es demasiado honesto como para mentir bien. Siempre rehuía mi mirada.
-Eh... ¿Drake?
-¿Sí? -dijo cansado. Se lo pregunto... ¿o no? ¿Y si me mira mal?
-Nada, olvídalo -se encogió de hombros.
Y esa fue todo el diálogo que hablamos hasta la hora de comer, que no paraba de mirar hacia otro lado. En una ocasión le pillé mirando hacia el chico nuevo, Nike, a lo que éste le sonreía intencionadamente. El resto del grupo también le notaba distante, pero no dijeron nada. Al salir de clase, mientras Sofí y yo le esperábamos, me estuvo hablando.
-Está así desde ayer, y todavía no sé por qué. -me dijo con voz apagada- Cuando volvió a casa, no habló de nada, ni siquiera conmigo. Algo malo le pasa...
-Ya, yo también lo noté, ni siquiera me mira. Y si contesta, son sólo pequeñas frases. Me preocupa mucho.
En ese momento, llegó.
-Venga, vamos. -dijo mirando hacia el suelo mientras caminaba.
Ambas suspiramos y le seguimos. Me acompañaron hasta casa y luego se fueron. No me encontraba de muy buen humor, y al entrar apenas saludé a mis padres. Subí a mi habitación y me acosté en cama, escuchando música.
¿Pero qué le pasa? Él me había salvado... ¿Será por eso? No, qué estúpida, ¿cómo va a ser por salvarme? Quizá... Ayer me dijo que me amaba muchísimo, ¿por qué lo haría si yo eso ya lo sabía? Pero lo dijo con tanto cariño... como si fuera la última vez que me lo iba a decir. Mañana se lo preguntaré sin falta, superaré el miedo.
sábado, 7 de noviembre de 2009
Mi niña... (Drake)
Corrí los más rápido que pude. Aunque hiciera frío, que yo estuviera congelado y que el suelo estaba resbaladizo, no me iba a detener. Podía oír los gritos de los profesores y de los alumnos llamarme, pero no les hice caso. Yo sólo podía pensar en ella. Y no paraba de repetirme que por favor estuviera bien... Pasé por varias casas, hasta llegar a la entrada del bosque. Casi me caigo varias veces por culpa de las hojas mojadas, pero llegué hasta el corazón del bosque. Me paré para buscar bien. Miré a los lados, y encontré una figura tumbada en el suelo, totalmente pálida, e inconsciente. Me estremecí por los nervios y corrí hacia ella. Era Claire. La felicidad que me embargó en ese momento... pero primero tenía que ver si estaba bien. Me arrodillé y la cogí en brazos como un bebé. Estaba congelada, y apenas podía respirar bien a causa del frío. Puse una mano en su mejilla.
-¡¡Claire!! ¡¡Claire, por favor, despierta!! Claire, por favor, por favor, despierta... por favor...
La apreté contra mí. Estaba a punto de desesperarme cuando abrió los ojos despacio, los tenía llorosos, y yo también.
-Drake... ¿eres tú? -dijo con un hilo de voz.
-¡Claire! ¡Sí, mi niña, soy yo! -me saqué mi chaqueta y la tapé con ella, pero Claire negaba con la cabeza y la apartaba.
-No... si no pasarás frío tú...
-Me da igual. Venga, déjame taparte, estás congelada. -me senté, le puse la chaqueta a la fuerza, ya que ella se negaba, y la apreté otra vez contra mí. Le dí un beso en la frente mientras la acunaba.
-Drake...
-Dime, amor.
-¿Dónde estamos? ¿Y qué me pasó? -no paraba de mirarme a los ojos, a lo que sonreí.
Tenía que mantenerla despierta.
-Estamos en el bosque, y te raptaron, pero pude encontrarte. Ni te imaginas como están tus padres, y la policía todavía te está buscando. Ya verás qué contentos se pondrán tus padres...
-Sí, me... me lo imagino.
Se irguió un poco y me dio un beso en la mejilla. Le sonreí.
-Amor... casi te pierdo... cuando el otro día no venías a casa, me empecé a preocupar, pero pensaba que quizá sólo te olvidaras.
-Nunca, nunca en la vida, podría olvidar el momento en el que puedo estar contigo...
-Pues me diste un susto de muerte. Nunca tuve más miedo en toda mi vida... porque si te hubieran hecho algo, yo... pensé que te había perdido. -suspiré. Ella me miró con ternura- ¿Estás mejor?
-Sí, la verdad es que sí.
-Pues venga, volvemos a casa. -me levanté con ella todavía en brazos.
No pensaba soltarla en ningún momento. Empecé a caminar por dónde había venido, pisando con cuidado para no caerme con ella.
-No hace falta que me llev...
-Sí, sí que hace falta, además porque quiero tenerte segura en mis brazos, así que no insistas.
Suspiró derrotada. Después de un largo camino, salimos del bosque y fuimos por la acera. También fui con cuidado por la acera. Por si acaso. Cuando llegamos a su casa, peté en la puerta. Estaba rodeada de coches de policías. Me abrió uno. Me reconoció al instante, y cuando bajó la vista hacia Claire, abrió mucho los ojos.
-¡¿Es...?!
-Sí, por favor, ¿dónde están sus padres?
-Sí, aquí. ¡Ven, rápido! -ambos entramos y me llevó junto a ellos.
Los padres estaban llorando en el salón, sentados en el sofá. Carraspeé. Se voltearon a verme.
-La encontré -dije aliviado.
Se levantaron vacilantes, y al verla corrieron hacia aquí.
-¡¡¡Claire!!! ¡¡¡Cariño!!! -se la tendí, pero Claire se aferró a mí, sin querer soltarme. Ellos se quedaron entristecidos. La volví a apretar contra mí.
-Claire... tus padres quieren estar contigo. Venga... -le susurré al oído.
-Pero yo quiero estar contigo...
-Primero quédate con tus padres ahora, y luego te acompaño a tu habitación. ¿De acuerdo?
-De... acuerdo -dijo sin parar de mirarme.
La puse en el suelo, cogiendo mi abrigo y se fue hacia ellos. Los padres ahora lloraban de felicidad.
-Claire, cielo... temíamos que te pasara algo... -dijo su madre.
El padre se dirigió a mí, pero sin soltarla.
-Gracias Drake, de verdad... ¿Dónde la encontraste?
-Estaba en el bosque, totalmente congelada. Pero... ahora está bien.
Me sonrieron, les dieron las gracias a los policías mientras se iban y yo miré mi móvil. Tenía un mensaje.
Te doy hasta pasado mañana para que se lo digas. Buena suerte. Si no ya sabes lo que le pasará...
Respiré hondo, y lo guardé otra vez. Claire miró hacia mí y vino, abrazándome. Yo también la abracé, y me quedé pensativo mientras le besaba el pelo. Hasta pasado mañana...
-¿Os importa que la acompañe hasta su habitación? Necesita descansar.
-Por supuesto Drake. Ve.
Asentí con la cabeza, le cogí de la mano a Claire y subimos allí. Le destapé la colcha y se subió a la cama. La tapé, y me senté a su lado.
-Te quiero mucho, Drake.
Esas cuatro palabras fueron las peores que podía haber dicho en ese momento. Me produjo un enorme dolor. Ella lo notó, supongo que por mi expresión.
-¿Ocurre algo?
-No, vida mía, no pasa... no pasa nada. Yo también te quiero mucho, amor.
Me acerqué a ella y le dí un beso en los labios. Dios... no quería... no quería dejarla ir... Quería que fuera mía para siempre... y pensar que se iba a acabar pasado mañana... Pues... ya que dentro de poco ya no estaríamos juntos, por lo menos tenía que saber cuánto la amaba.
-¿Seguro que no te pasa nada? -se estaba preocupando.
-Claire, mi vida, no me pasa nada, sólo quiero decirte que te amo tanto como puedo, de verdad. Te amo con todo mi cuerpo, mente y alma, y que mi corazón siempre, siempre será tuyo... aunque algún día pase algo malo, siempre me tendrás a tu lado, y que nunca podré... podré amar a otra como te amo a ti...
Se quedó a cuadros. Vale, no suelo decir esas cursiladas, pero en ese momento eran cruciales. Se incorporó y me puso una mano en la mejilla.
-Drake, yo también siento lo mismo, en serio, ¿pero me estás diciendo la verdad? ¿No ocurre nada?
-Nada -dije con voz ahogada, aunque intentaba disimularlo, parece que sin mucho éxito- No pasa nada. Venga, ahora duerme.
Me miró no muy convencida, pero se volvió a recostar y se durmió cogida de mi mano.
-¡¡Claire!! ¡¡Claire, por favor, despierta!! Claire, por favor, por favor, despierta... por favor...
La apreté contra mí. Estaba a punto de desesperarme cuando abrió los ojos despacio, los tenía llorosos, y yo también.
-Drake... ¿eres tú? -dijo con un hilo de voz.
-¡Claire! ¡Sí, mi niña, soy yo! -me saqué mi chaqueta y la tapé con ella, pero Claire negaba con la cabeza y la apartaba.
-No... si no pasarás frío tú...
-Me da igual. Venga, déjame taparte, estás congelada. -me senté, le puse la chaqueta a la fuerza, ya que ella se negaba, y la apreté otra vez contra mí. Le dí un beso en la frente mientras la acunaba.
-Drake...
-Dime, amor.
-¿Dónde estamos? ¿Y qué me pasó? -no paraba de mirarme a los ojos, a lo que sonreí.
Tenía que mantenerla despierta.
-Estamos en el bosque, y te raptaron, pero pude encontrarte. Ni te imaginas como están tus padres, y la policía todavía te está buscando. Ya verás qué contentos se pondrán tus padres...
-Sí, me... me lo imagino.
Se irguió un poco y me dio un beso en la mejilla. Le sonreí.
-Amor... casi te pierdo... cuando el otro día no venías a casa, me empecé a preocupar, pero pensaba que quizá sólo te olvidaras.
-Nunca, nunca en la vida, podría olvidar el momento en el que puedo estar contigo...
-Pues me diste un susto de muerte. Nunca tuve más miedo en toda mi vida... porque si te hubieran hecho algo, yo... pensé que te había perdido. -suspiré. Ella me miró con ternura- ¿Estás mejor?
-Sí, la verdad es que sí.
-Pues venga, volvemos a casa. -me levanté con ella todavía en brazos.
No pensaba soltarla en ningún momento. Empecé a caminar por dónde había venido, pisando con cuidado para no caerme con ella.
-No hace falta que me llev...
-Sí, sí que hace falta, además porque quiero tenerte segura en mis brazos, así que no insistas.
Suspiró derrotada. Después de un largo camino, salimos del bosque y fuimos por la acera. También fui con cuidado por la acera. Por si acaso. Cuando llegamos a su casa, peté en la puerta. Estaba rodeada de coches de policías. Me abrió uno. Me reconoció al instante, y cuando bajó la vista hacia Claire, abrió mucho los ojos.
-¡¿Es...?!
-Sí, por favor, ¿dónde están sus padres?
-Sí, aquí. ¡Ven, rápido! -ambos entramos y me llevó junto a ellos.
Los padres estaban llorando en el salón, sentados en el sofá. Carraspeé. Se voltearon a verme.
-La encontré -dije aliviado.
Se levantaron vacilantes, y al verla corrieron hacia aquí.
-¡¡¡Claire!!! ¡¡¡Cariño!!! -se la tendí, pero Claire se aferró a mí, sin querer soltarme. Ellos se quedaron entristecidos. La volví a apretar contra mí.
-Claire... tus padres quieren estar contigo. Venga... -le susurré al oído.
-Pero yo quiero estar contigo...
-Primero quédate con tus padres ahora, y luego te acompaño a tu habitación. ¿De acuerdo?
-De... acuerdo -dijo sin parar de mirarme.
La puse en el suelo, cogiendo mi abrigo y se fue hacia ellos. Los padres ahora lloraban de felicidad.
-Claire, cielo... temíamos que te pasara algo... -dijo su madre.
El padre se dirigió a mí, pero sin soltarla.
-Gracias Drake, de verdad... ¿Dónde la encontraste?
-Estaba en el bosque, totalmente congelada. Pero... ahora está bien.
Me sonrieron, les dieron las gracias a los policías mientras se iban y yo miré mi móvil. Tenía un mensaje.
Te doy hasta pasado mañana para que se lo digas. Buena suerte. Si no ya sabes lo que le pasará...
Respiré hondo, y lo guardé otra vez. Claire miró hacia mí y vino, abrazándome. Yo también la abracé, y me quedé pensativo mientras le besaba el pelo. Hasta pasado mañana...
-¿Os importa que la acompañe hasta su habitación? Necesita descansar.
-Por supuesto Drake. Ve.
Asentí con la cabeza, le cogí de la mano a Claire y subimos allí. Le destapé la colcha y se subió a la cama. La tapé, y me senté a su lado.
-Te quiero mucho, Drake.
Esas cuatro palabras fueron las peores que podía haber dicho en ese momento. Me produjo un enorme dolor. Ella lo notó, supongo que por mi expresión.
-¿Ocurre algo?
-No, vida mía, no pasa... no pasa nada. Yo también te quiero mucho, amor.
Me acerqué a ella y le dí un beso en los labios. Dios... no quería... no quería dejarla ir... Quería que fuera mía para siempre... y pensar que se iba a acabar pasado mañana... Pues... ya que dentro de poco ya no estaríamos juntos, por lo menos tenía que saber cuánto la amaba.
-¿Seguro que no te pasa nada? -se estaba preocupando.
-Claire, mi vida, no me pasa nada, sólo quiero decirte que te amo tanto como puedo, de verdad. Te amo con todo mi cuerpo, mente y alma, y que mi corazón siempre, siempre será tuyo... aunque algún día pase algo malo, siempre me tendrás a tu lado, y que nunca podré... podré amar a otra como te amo a ti...
Se quedó a cuadros. Vale, no suelo decir esas cursiladas, pero en ese momento eran cruciales. Se incorporó y me puso una mano en la mejilla.
-Drake, yo también siento lo mismo, en serio, ¿pero me estás diciendo la verdad? ¿No ocurre nada?
-Nada -dije con voz ahogada, aunque intentaba disimularlo, parece que sin mucho éxito- No pasa nada. Venga, ahora duerme.
Me miró no muy convencida, pero se volvió a recostar y se durmió cogida de mi mano.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Tengo que recuperarla... (Drake)
Estaba desesperado. Pero desesperado de verdad. Nunca supe que era el miedo hasta hoy... si le hacen algo a Claire... me muero, simplemente me muero.
La policía seguía buscándola, pero no la encontraban. Salió en las noticias y todo. Dios mío... sé que está bien, tiene que estarlo. No había podido dormir en toda la noche. Mis padres también tenían miedo de que le pasara algo, incluso Sofí se puso a llorar. Yo también lo haría si no tuviera aguante. Pero igualmente me mandaron al instituto. Cogí la mochila y me fui seguido de Sofí. No paraba de decirme que la encontrarían, pero lo dudaba. La policía apenas encontró algún rastro. Allí, todos lamentaban la pérdida de Claire, y Mike, Alex, Carla, Brian, Jake y John también estaban al borde de la desesperación. Aunque había alguien que no paraba de sonreír, y cómo no, era Nike, y no creo que fuera porque le tocaba de primero Educación Física. Incluso la hermana estaba triste, pero a él se le veía tan feliz... Mmm... Cogí el móvil y lo puse a modo de vibración. Entré en clase, y mientras estaban empezando, me llamaron. Mike, que estaba detrás mía, sentía el pequeño ruido. Levanté la mano y pedí permiso para salir al baño, a lo que me dejaron. Salí y cogí el móvil. Era el de Claire. Aunque sabía que obviamente no era ella. Descolgué.
-¿Ya sabes quién soy? -me preguntó.
-No, no lo sé. Sin embargo... me suena tanto tu voz...
-Bueno, pues cuando lo descubras me avisas, ¿vale? Por cierto, yo que tú tenía cuidado en gimnasia, con la humedad el suelo está resbaladizo.
-¡¿Y a qué puñetas viene eso ahora?! ¡¿Qué me importa a mí una estúpida clase?! ¡¡Dime quién eres de una maldita vez!!
-Ya lo sabrás...
Y colgó. No entiendo, ¿a qué venía eso? Será imbécil... Volví a entrar a clase totalmente cabreado. Mi Claire debe de estar tan sola y asustada... La encontraré.
Al terminar las clases de la mañana, fuimos al comedor.
-Venga, Drake, tienes que comer algo -me dijo Jake preocupado- Venga, que te acompaño.
Me levanté con pesadez, y cogí una manzana. ¿Para qué quería más? Nos volvimos a sentar. Vi a Nike pasar por mi lado con cara sonriente. ¿De qué va? Bah, pasé de él. Después de esto nos tocaba E.Física, y como dijo el del teléfono, estaba resbaladizo. ¿Cómo lo sabía? Cuando terminamos las clases, Sofí y yo volvimos a casa. Estaba muy cansado, pero no quería dormir. Estaba siempre pendiente del teléfono. Aunque al final, me quedé dormido encima de la cama.
Me desperté por la mañana temprano por le ruido del móvil. Lo cogí enseguida.
-¿Todavía no sabes quién...?
-¡¡No!! ¡No lo sé, ¿vale?!
-Vaya, qué pena... tu novia se está poniendo cada vez más pálida... la verdad es que lleva durmiendo todo el día y toda la noche. Desde que la traje aquí, no se ha despertado.
-¡Cómo te atrevas a...!
-Si no te das prisa... -y colgó.
¡La madre que lo...! Vale, vale. Me dí una ducha rápida, me vestí y desayuné. Sofí bajó, desayunó y nos fuimos al instituto. Durante el camino no paraba de mirar el teléfono. Demasiada presión, pero me daba igual.
Mientras estaba en clase y el profesor explicaba, empecé a pensar. Ayer... ayer el secuestrador me dijo que tuviera cuidado en gimnasia porque el suelo estaba resbaladizo... y de hecho lo estaba. Ahora que lo pienso, Nike no paraba de sonreír, mientras los demás estaban entristecidos, y él tuvo clase de E.F a primera hora, cuando me llamó a mitad de ésta... Oh, dios mío.
Me levanté rápidamente de la silla.
-¿Le pasa algo, señor Drake? -me preguntó el profesor- ¿Le parece aburrida mi explicación y necesita...?
No le dejé acabar. Salí de la clase tropezando, pero sin caerme, y me dirigí a la clase dónde se encontraba él. Abrí la puerta, interrumpiendo la clase, y allí estaba, sonriente. Él se levantó y le pidió a la profesora que lo dejara salir, a lo que ésta asintió no muy convencida. Ambos salimos, cerrando la puerta, y le cogí por el cuello de la camisa.
-¿Eres tú, verdad?
-Vaya, qué sagaz. ¿Te costó mucho? Si te lo dejé en bandeja...
-¡¿Dónde está Claire?!
-Aaaa, quién sabe...
Este quería que le golpeara. Es que lo pedía a gritos.
-Vamos a ver, dímelo y no te partiré esa maldita bocaza.
-Vale, te lo digo, peeero... a cambio de algo. -¿eh?
-¿A cambio de...?
-A cambio de que le digas a Claire que ya no la quieres.
Se me cayó el mundo encima.
-¡¡No puedo decirle eso!! ¡¡Ella es lo que más quiero en el mundo!!
-Bueno, entonces... ¿dejarás que se muera de frío?
-¿Que se muera de frío? ¡¿Dónde la dejaste?!
-¿Le dirás que ya no la quieres? -no, no, no, no...
-Si... se lo diré.
-Está bien. Pero dos cosas: una, que no le digas a nadie por supuesto que la rapté yo, y dos, como me mientas, volveré a raptarla y esta vez no tendré prejuicios en acabar con su vida.
-Estás loco -me aparté de él.
-Bueno, la chica me gusta. ¿No dicen que el amor hace hacer locuras?
-No de ese tipo.
-Bueno, ¿entonces se lo dirás?
Me costó muchísimo.
-S...sí... se lo diré...
-Así me gusta. Bien, pues... ¿sabes que casi estamos en invierno y que algunos copos de nieve están cayendo?
-¿A qué viene eso?
-Que como Claire siga tirada y durmiendo en el bosque al lado del gran lago que hay en la ciudad... me parece que algo le va a pasar.
-¡¡¡¿¿¿¿¿Quééééé?????!!!
Varios alumnos y profesores nos encontraron. Se quedaron parados al vernos, y yo me largué corriendo hacia ese bosque. ¡¡Pero será estúpido!! Por favor, que esté bien, por favor, por favor...
La policía seguía buscándola, pero no la encontraban. Salió en las noticias y todo. Dios mío... sé que está bien, tiene que estarlo. No había podido dormir en toda la noche. Mis padres también tenían miedo de que le pasara algo, incluso Sofí se puso a llorar. Yo también lo haría si no tuviera aguante. Pero igualmente me mandaron al instituto. Cogí la mochila y me fui seguido de Sofí. No paraba de decirme que la encontrarían, pero lo dudaba. La policía apenas encontró algún rastro. Allí, todos lamentaban la pérdida de Claire, y Mike, Alex, Carla, Brian, Jake y John también estaban al borde de la desesperación. Aunque había alguien que no paraba de sonreír, y cómo no, era Nike, y no creo que fuera porque le tocaba de primero Educación Física. Incluso la hermana estaba triste, pero a él se le veía tan feliz... Mmm... Cogí el móvil y lo puse a modo de vibración. Entré en clase, y mientras estaban empezando, me llamaron. Mike, que estaba detrás mía, sentía el pequeño ruido. Levanté la mano y pedí permiso para salir al baño, a lo que me dejaron. Salí y cogí el móvil. Era el de Claire. Aunque sabía que obviamente no era ella. Descolgué.
-¿Ya sabes quién soy? -me preguntó.
-No, no lo sé. Sin embargo... me suena tanto tu voz...
-Bueno, pues cuando lo descubras me avisas, ¿vale? Por cierto, yo que tú tenía cuidado en gimnasia, con la humedad el suelo está resbaladizo.
-¡¿Y a qué puñetas viene eso ahora?! ¡¿Qué me importa a mí una estúpida clase?! ¡¡Dime quién eres de una maldita vez!!
-Ya lo sabrás...
Y colgó. No entiendo, ¿a qué venía eso? Será imbécil... Volví a entrar a clase totalmente cabreado. Mi Claire debe de estar tan sola y asustada... La encontraré.
Al terminar las clases de la mañana, fuimos al comedor.
-Venga, Drake, tienes que comer algo -me dijo Jake preocupado- Venga, que te acompaño.
Me levanté con pesadez, y cogí una manzana. ¿Para qué quería más? Nos volvimos a sentar. Vi a Nike pasar por mi lado con cara sonriente. ¿De qué va? Bah, pasé de él. Después de esto nos tocaba E.Física, y como dijo el del teléfono, estaba resbaladizo. ¿Cómo lo sabía? Cuando terminamos las clases, Sofí y yo volvimos a casa. Estaba muy cansado, pero no quería dormir. Estaba siempre pendiente del teléfono. Aunque al final, me quedé dormido encima de la cama.
Me desperté por la mañana temprano por le ruido del móvil. Lo cogí enseguida.
-¿Todavía no sabes quién...?
-¡¡No!! ¡No lo sé, ¿vale?!
-Vaya, qué pena... tu novia se está poniendo cada vez más pálida... la verdad es que lleva durmiendo todo el día y toda la noche. Desde que la traje aquí, no se ha despertado.
-¡Cómo te atrevas a...!
-Si no te das prisa... -y colgó.
¡La madre que lo...! Vale, vale. Me dí una ducha rápida, me vestí y desayuné. Sofí bajó, desayunó y nos fuimos al instituto. Durante el camino no paraba de mirar el teléfono. Demasiada presión, pero me daba igual.
Mientras estaba en clase y el profesor explicaba, empecé a pensar. Ayer... ayer el secuestrador me dijo que tuviera cuidado en gimnasia porque el suelo estaba resbaladizo... y de hecho lo estaba. Ahora que lo pienso, Nike no paraba de sonreír, mientras los demás estaban entristecidos, y él tuvo clase de E.F a primera hora, cuando me llamó a mitad de ésta... Oh, dios mío.
Me levanté rápidamente de la silla.
-¿Le pasa algo, señor Drake? -me preguntó el profesor- ¿Le parece aburrida mi explicación y necesita...?
No le dejé acabar. Salí de la clase tropezando, pero sin caerme, y me dirigí a la clase dónde se encontraba él. Abrí la puerta, interrumpiendo la clase, y allí estaba, sonriente. Él se levantó y le pidió a la profesora que lo dejara salir, a lo que ésta asintió no muy convencida. Ambos salimos, cerrando la puerta, y le cogí por el cuello de la camisa.
-¿Eres tú, verdad?
-Vaya, qué sagaz. ¿Te costó mucho? Si te lo dejé en bandeja...
-¡¿Dónde está Claire?!
-Aaaa, quién sabe...
Este quería que le golpeara. Es que lo pedía a gritos.
-Vamos a ver, dímelo y no te partiré esa maldita bocaza.
-Vale, te lo digo, peeero... a cambio de algo. -¿eh?
-¿A cambio de...?
-A cambio de que le digas a Claire que ya no la quieres.
Se me cayó el mundo encima.
-¡¡No puedo decirle eso!! ¡¡Ella es lo que más quiero en el mundo!!
-Bueno, entonces... ¿dejarás que se muera de frío?
-¿Que se muera de frío? ¡¿Dónde la dejaste?!
-¿Le dirás que ya no la quieres? -no, no, no, no...
-Si... se lo diré.
-Está bien. Pero dos cosas: una, que no le digas a nadie por supuesto que la rapté yo, y dos, como me mientas, volveré a raptarla y esta vez no tendré prejuicios en acabar con su vida.
-Estás loco -me aparté de él.
-Bueno, la chica me gusta. ¿No dicen que el amor hace hacer locuras?
-No de ese tipo.
-Bueno, ¿entonces se lo dirás?
Me costó muchísimo.
-S...sí... se lo diré...
-Así me gusta. Bien, pues... ¿sabes que casi estamos en invierno y que algunos copos de nieve están cayendo?
-¿A qué viene eso?
-Que como Claire siga tirada y durmiendo en el bosque al lado del gran lago que hay en la ciudad... me parece que algo le va a pasar.
-¡¡¡¿¿¿¿¿Quééééé?????!!!
Varios alumnos y profesores nos encontraron. Se quedaron parados al vernos, y yo me largué corriendo hacia ese bosque. ¡¡Pero será estúpido!! Por favor, que esté bien, por favor, por favor...
martes, 3 de noviembre de 2009
¡¡¡¡¿¿¿Qué???!!!! (Drake)
Llegaba tarde. Y yo, como no, más preocupado que... no sé. ¿Por qué llega tan tarde? Bueno, a lo mejor sólo... sólo se retrasa un poco... Vale, se acabó, voy a su casa. Quizá se le olvidó que quedamos, pero por lo menos sabré que está bien.
Cogí la chaqueta y salí corriendo, pero mi hermana me paró.
-Drake, ¿adónde vas? Ya es algo tarde para...
-Tengo que salir un momento.
-¿Ocurre algo malo?
-Se suponía que Claire iba a venir a las siete aquí, pero ya son las nueve menos cuarto y todavía no ha venido. Voy a ver si está en casa.
-Oh... tranquilo, seguro que se le olvidó o tenía algo que hacer...
-De todos modos, iré.
-Está bien, pero ya verás que no pasó nada.
-Ya... -me puse la chaqueta y salí.
Salí corriendo. Sofí tenía razón, seguro que... Bah, no debo preocuparme. Aminoré el paso. Después de unos cinco minutos, llegué a su casa. Peté en la puerta, y me abrió su madre.
-¡Drake! ¿No está Claire contigo? -dijo mientras miraba hacia los lados.
-¿Perdón? ¿No está... no está con vosotros?
-No... nos dijo que a las siete iba a ir a tu casa, y como ya eran las nueve y no volvía...
Oh, dios mío. No, no, no saques conclusiones precipitadas.
-Drake, ¿qué pasa? ¿Seguro que... que no está contigo? Venga, si es una broma creo que ya... Drake, te estás poniendo pálido...
De hecho me sentía mareado. Cogí mi móvil y llamé al de Claire. Su madre me miraba entre desconcertada y asustada. Pi, pi, pi... nada, no cogía. No era propio de ella.
-¿Lo cogió?
-No responde. -dije con la voz ahogada.
-¡¿Cómo que no responde?! Pero si Claire siempre lleva el móvil... Ay, dios mío, me voy a empezar a preocupar de verdad.
¡¿Qué quería?! ¡¿Una llamada de socorro o su foto en las noticias para saber que le había pasado algo a Claire?! Ambos entramos rápidamente en la casa, y llamamos al padre.
-¡Cariño! -dijo ella- ¡¿Has visto a Claire por alguna parte?!
-No... creía que estaba con Drake.
-¡No, conmigo no está! ¡Y aquí tampoco! ¡¡¿¿Pero dónde se ha metido??!! -nunca había estado tan asustado en mi vida.
-¡¿Cómo que no está contigo?! ¡¿No fue a tu casa?!
-No, no llegó. Llamé a su móvil, pero no lo coge. -estaba temblando, pero no era el único.
-Ay dios, ¡voy a llamar a la policía! -se dirigió a la cocina, seguida de su marido.
Yo volví a coger el móvil y intenté llamarla otra vez. Después de varios pitidos, alguien contestó. Pero no era Claire.
-¿Si? Lo siento, pero ahora mismo la chica no puede...
-¡¿Quién... diablos eres tú?! -tenía voz de hombre, pero joven.
Me era vagamente familiar...
-¡Oh! Bueno, verás, ahora mismo... me parece que Claire no se puede poner...
Los padres de Claire vinieron corriendo hacia mí.
-¡Drake! ¡¿Te respondió?! -dijeron al unísono. Negué con la cabeza, y alcé una mano para que se callaran.
-¡¿Qué le has hecho?! ¡¡Te juro que como...!!
-Bueno, tranquilito, Drake...
-¡¿Cómo sabes...?!
-Porque soy muy, muy listo, ¿no te parece? Bueno, como dije anteriormente, Claire no se puede poner. Está totalmente inconsciente. -chasqueó la lengua- Y si no eres un chico bueno, algo malo le va a pasar... Bien, ya he terminado.
-¡Espera! ¿Quién eres? -vale, sí, era un poco estúpido por mi parte preguntar algo tan... idiota como eso, pero no pude evitar preguntárselo.
-Mira, como te veo tan preocupado por tu novia, te voy a dar una pista. Me has visto alguna vez. ¡Que te lo pases bien!
-¡¿Sólo eso?! ¡¿Pero qué...?! -me colgó.
¡¡Pero será hijo de...!! Vale, vale, vale, vale... tranquilo... Me apoyé en la pared, me sentía muy desconcertado. Él miedo se apoderó de mí.
-¡Drake! ¿Quién era? -me encogí de hombros, mientras negaba con la cabeza.
-No quiso decirme quién era, obviamente, pero... me dijo que le había visto alguna vez. Una pista, según él. -suspiré asqueado.
¿Qué se supone que iba a hacer con eso? ¡¿Y por qué tuvo que coger a Claire?! Está claro que la eligió específicamente, pero el por qué... eso no lo sé. Aunque juro que lo sabré. Espero que Claire esté bien, sino... no sabría qué hacer...
Cogí la chaqueta y salí corriendo, pero mi hermana me paró.
-Drake, ¿adónde vas? Ya es algo tarde para...
-Tengo que salir un momento.
-¿Ocurre algo malo?
-Se suponía que Claire iba a venir a las siete aquí, pero ya son las nueve menos cuarto y todavía no ha venido. Voy a ver si está en casa.
-Oh... tranquilo, seguro que se le olvidó o tenía algo que hacer...
-De todos modos, iré.
-Está bien, pero ya verás que no pasó nada.
-Ya... -me puse la chaqueta y salí.
Salí corriendo. Sofí tenía razón, seguro que... Bah, no debo preocuparme. Aminoré el paso. Después de unos cinco minutos, llegué a su casa. Peté en la puerta, y me abrió su madre.
-¡Drake! ¿No está Claire contigo? -dijo mientras miraba hacia los lados.
-¿Perdón? ¿No está... no está con vosotros?
-No... nos dijo que a las siete iba a ir a tu casa, y como ya eran las nueve y no volvía...
Oh, dios mío. No, no, no saques conclusiones precipitadas.
-Drake, ¿qué pasa? ¿Seguro que... que no está contigo? Venga, si es una broma creo que ya... Drake, te estás poniendo pálido...
De hecho me sentía mareado. Cogí mi móvil y llamé al de Claire. Su madre me miraba entre desconcertada y asustada. Pi, pi, pi... nada, no cogía. No era propio de ella.
-¿Lo cogió?
-No responde. -dije con la voz ahogada.
-¡¿Cómo que no responde?! Pero si Claire siempre lleva el móvil... Ay, dios mío, me voy a empezar a preocupar de verdad.
¡¿Qué quería?! ¡¿Una llamada de socorro o su foto en las noticias para saber que le había pasado algo a Claire?! Ambos entramos rápidamente en la casa, y llamamos al padre.
-¡Cariño! -dijo ella- ¡¿Has visto a Claire por alguna parte?!
-No... creía que estaba con Drake.
-¡No, conmigo no está! ¡Y aquí tampoco! ¡¡¿¿Pero dónde se ha metido??!! -nunca había estado tan asustado en mi vida.
-¡¿Cómo que no está contigo?! ¡¿No fue a tu casa?!
-No, no llegó. Llamé a su móvil, pero no lo coge. -estaba temblando, pero no era el único.
-Ay dios, ¡voy a llamar a la policía! -se dirigió a la cocina, seguida de su marido.
Yo volví a coger el móvil y intenté llamarla otra vez. Después de varios pitidos, alguien contestó. Pero no era Claire.
-¿Si? Lo siento, pero ahora mismo la chica no puede...
-¡¿Quién... diablos eres tú?! -tenía voz de hombre, pero joven.
Me era vagamente familiar...
-¡Oh! Bueno, verás, ahora mismo... me parece que Claire no se puede poner...
Los padres de Claire vinieron corriendo hacia mí.
-¡Drake! ¡¿Te respondió?! -dijeron al unísono. Negué con la cabeza, y alcé una mano para que se callaran.
-¡¿Qué le has hecho?! ¡¡Te juro que como...!!
-Bueno, tranquilito, Drake...
-¡¿Cómo sabes...?!
-Porque soy muy, muy listo, ¿no te parece? Bueno, como dije anteriormente, Claire no se puede poner. Está totalmente inconsciente. -chasqueó la lengua- Y si no eres un chico bueno, algo malo le va a pasar... Bien, ya he terminado.
-¡Espera! ¿Quién eres? -vale, sí, era un poco estúpido por mi parte preguntar algo tan... idiota como eso, pero no pude evitar preguntárselo.
-Mira, como te veo tan preocupado por tu novia, te voy a dar una pista. Me has visto alguna vez. ¡Que te lo pases bien!
-¡¿Sólo eso?! ¡¿Pero qué...?! -me colgó.
¡¡Pero será hijo de...!! Vale, vale, vale, vale... tranquilo... Me apoyé en la pared, me sentía muy desconcertado. Él miedo se apoderó de mí.
-¡Drake! ¿Quién era? -me encogí de hombros, mientras negaba con la cabeza.
-No quiso decirme quién era, obviamente, pero... me dijo que le había visto alguna vez. Una pista, según él. -suspiré asqueado.
¿Qué se supone que iba a hacer con eso? ¡¿Y por qué tuvo que coger a Claire?! Está claro que la eligió específicamente, pero el por qué... eso no lo sé. Aunque juro que lo sabré. Espero que Claire esté bien, sino... no sabría qué hacer...
lunes, 2 de noviembre de 2009
Secuestro (Claire)
Por la mañana me esperaba Drake como siempre en la puerta. Y yo como siempre di un salto desde la puerta hacia él para darle un beso. De verdad que no podía querer a otro en toda mi vida. Al llegar al instituto, tuvimos que separarnos ya que nos tocaban diferentes clases, para nuestra desgracia. De todos modos, en la última clase estaríamos juntos. Al entrar, vi a aquel chico que intentó besarme el otro día, y quise pasar de él, pero el único sitio libre que quedaba era en su lado. Genial. Menuda clase que voy a tener ahora. Me acerqué y me senté, pero sin mirar hacia él.
-Oye... Claire, venga, perdóname. -me dijo como quién no quiere la cosa.
-¿Perdonarte? ¿Perdonarte por qué? ¡Casi haces que Drake se enfadara conmigo! Menos mal que él es tan bueno...
-Buah, ¿bueno él? ¡Si casi me revienta la cara de un golpe!
-Porque te lo merecías. Así que déjame en paz.
-Pero venga... yo soy mejor que él y lo sabes.
-No. Además, aunque se me aparecieran aquí delante todos los famosos más guapos del mundo, yo sólo me lanzaría a por él.
Chasqueó la lengua.
-Vaaale, ¿pero al menos somos amigos? -le miré con el ceño fruncido- Te lo prometo, no pasaré de ahí. Sólo amigos, de verdad.
Suspiré, si hacía falta, estaría suplicándome toda la mañana.
-Vale, pero sólo amigos.
-Bien -asintió mientras sonreía.
En el recreo volví a guiarle por el instituto para que no se le olvidara el recorrido, y esta vez fue fiel a su palabra: sólo amigos. Menudo alivio.
Terminaron todas las clases menos la última, que era dónde me sentaba con mi Drake. Entré, y él ya estaba allí esperándome. Me encantaba que estuviera pendiente de mí. Me senté.
-Hola, cielo, ¿todo va bien?
-Si, por supuesto -le di un beso.
Miré hacia la derecha, dónde estaba la otra fila, y me fijé que Emma, la hermana de Nike, no paraba de mirar a Drake soñolienta, como si estuviera fantaseando con él. Vale, sí, los celos me recorrieron por todo el cuerpo. Y aún por encima él era el que la guiaba por el instituto. La fulminé con la mirada. Emma se dio cuenta, se ruborizó totalmente y miró hacia el profesor, que estaba explicando. Suspiré. ¿Quién lo iba a decir?
-Cariño, ¿qué te parece si quedamos hoy por la tarde?
-Claro que sí, con tal de estar a tu lado lo que sea. -me dio un beso en la mejilla.
-Entonces... ¿qué te parece a las siete? ¿Quieres que vaya a tu casa?
-No, no, tranquilo, ya iré yo a la tuya.
-¿Estás segura? No sé si...
-Te preocupas demasiado. ¿Qué es lo peor que me pueda pasar? -no parecía muy convencido, pero asintió. Me giré hacia Emma otra vez, y parecía que escuchaba atentamente...
Cuando terminamos la clase, todos nos fuimos a casa. Yo con Drake, por supuesto. En el camino, habló.
-Me encanta cuando te pones celosa y piensas en matar a las que me miran.
Fruncí los labios. Era natural, ¿no?
-Así que... te diste cuenta, ¿eh?
-Como para no darme cuenta -puso sus manos en los bolsillos del pantalón- Hasta creo que toda la clase e incluso el profesor se fijaron.
-Esa tal Emma no me inspira confianza.
-Ni Nike a mí, pero oye, qué quieres que le haga. Porque confío totalmente en ti, sino no te dejaba sola en ningún momento. -le sonreí.
-Gracias. -me devolvió la sonrisa.
Al llegar a casa, Drake me besó y se fue mientras se despedía. Entré, hice los deberes, me vestí, y avisé a mis padres que me iba a ir con Drake.
-¿Pero vas a ir tú sola hasta allí?
-Si, ¿por qué no? Papá, ya he ido más veces...
-Bueno... está bien. Entonces hasta después -me sonrieron.
Salí de casa, y me dirigí hacia la casa de Drake. Estaba algo lejos, y era ya algo tarde, pero fui tranquilamente. A medio camino, los coches ya se iban acabando por la carretera. De repente, en el otro extremo, apareció un coche que vagamente conocía o ya había visto en otro lugar... pero no recordaba. Se paró al lado de la acera, y dos chicos salieron de él, se acercaron a mí y me metieron dentro, aunque difícilmente, ya que yo no paraba de patear y chillar. ¡¿Quienes eran?! ¡¿Y qué querían de mí?! ¡Estaba siendo secuestrada! Me pusieron un pañuelo delante de la cara, respiré y me entró sueño, mucho sueño. No pude evitar dormirme.
-Oye... Claire, venga, perdóname. -me dijo como quién no quiere la cosa.
-¿Perdonarte? ¿Perdonarte por qué? ¡Casi haces que Drake se enfadara conmigo! Menos mal que él es tan bueno...
-Buah, ¿bueno él? ¡Si casi me revienta la cara de un golpe!
-Porque te lo merecías. Así que déjame en paz.
-Pero venga... yo soy mejor que él y lo sabes.
-No. Además, aunque se me aparecieran aquí delante todos los famosos más guapos del mundo, yo sólo me lanzaría a por él.
Chasqueó la lengua.
-Vaaale, ¿pero al menos somos amigos? -le miré con el ceño fruncido- Te lo prometo, no pasaré de ahí. Sólo amigos, de verdad.
Suspiré, si hacía falta, estaría suplicándome toda la mañana.
-Vale, pero sólo amigos.
-Bien -asintió mientras sonreía.
En el recreo volví a guiarle por el instituto para que no se le olvidara el recorrido, y esta vez fue fiel a su palabra: sólo amigos. Menudo alivio.
Terminaron todas las clases menos la última, que era dónde me sentaba con mi Drake. Entré, y él ya estaba allí esperándome. Me encantaba que estuviera pendiente de mí. Me senté.
-Hola, cielo, ¿todo va bien?
-Si, por supuesto -le di un beso.
Miré hacia la derecha, dónde estaba la otra fila, y me fijé que Emma, la hermana de Nike, no paraba de mirar a Drake soñolienta, como si estuviera fantaseando con él. Vale, sí, los celos me recorrieron por todo el cuerpo. Y aún por encima él era el que la guiaba por el instituto. La fulminé con la mirada. Emma se dio cuenta, se ruborizó totalmente y miró hacia el profesor, que estaba explicando. Suspiré. ¿Quién lo iba a decir?
-Cariño, ¿qué te parece si quedamos hoy por la tarde?
-Claro que sí, con tal de estar a tu lado lo que sea. -me dio un beso en la mejilla.
-Entonces... ¿qué te parece a las siete? ¿Quieres que vaya a tu casa?
-No, no, tranquilo, ya iré yo a la tuya.
-¿Estás segura? No sé si...
-Te preocupas demasiado. ¿Qué es lo peor que me pueda pasar? -no parecía muy convencido, pero asintió. Me giré hacia Emma otra vez, y parecía que escuchaba atentamente...
Cuando terminamos la clase, todos nos fuimos a casa. Yo con Drake, por supuesto. En el camino, habló.
-Me encanta cuando te pones celosa y piensas en matar a las que me miran.
Fruncí los labios. Era natural, ¿no?
-Así que... te diste cuenta, ¿eh?
-Como para no darme cuenta -puso sus manos en los bolsillos del pantalón- Hasta creo que toda la clase e incluso el profesor se fijaron.
-Esa tal Emma no me inspira confianza.
-Ni Nike a mí, pero oye, qué quieres que le haga. Porque confío totalmente en ti, sino no te dejaba sola en ningún momento. -le sonreí.
-Gracias. -me devolvió la sonrisa.
Al llegar a casa, Drake me besó y se fue mientras se despedía. Entré, hice los deberes, me vestí, y avisé a mis padres que me iba a ir con Drake.
-¿Pero vas a ir tú sola hasta allí?
-Si, ¿por qué no? Papá, ya he ido más veces...
-Bueno... está bien. Entonces hasta después -me sonrieron.
Salí de casa, y me dirigí hacia la casa de Drake. Estaba algo lejos, y era ya algo tarde, pero fui tranquilamente. A medio camino, los coches ya se iban acabando por la carretera. De repente, en el otro extremo, apareció un coche que vagamente conocía o ya había visto en otro lugar... pero no recordaba. Se paró al lado de la acera, y dos chicos salieron de él, se acercaron a mí y me metieron dentro, aunque difícilmente, ya que yo no paraba de patear y chillar. ¡¿Quienes eran?! ¡¿Y qué querían de mí?! ¡Estaba siendo secuestrada! Me pusieron un pañuelo delante de la cara, respiré y me entró sueño, mucho sueño. No pude evitar dormirme.
domingo, 1 de noviembre de 2009
¡Premio! ^^
¡¡Muchas gracias Rockstar(http://rockstardiario.blogspot.com/) por el premio!! ^^ ¡¡De verdad, gracias!! :D
Bueno, este premio es un pequeño test, así que...
1. ¿En qué animal reencarnarías?
Está claro, en un lobo ^^
2. No podría sobrevivir sin...
Principalmente, mis libros, y luego ordenador, música, amigos, tele...
3. ¿Qué es lo que más aprecio de una persona?
Que pueda confiar totalmente en ella.
4. Suelo vestir de color….
Morado, rosa, rojo, verde... prácticamente de todos los colores.
5. Tres palabras que me definan
Callada, vaga, sarcástica.
6. Un lugar al que viajaría
¡¿Uno?! Pues USA, está claro... aunque Londres tampoco se queda atrás ^^
7. Mi cita favorita...
El inteligente es el que se hace el tonto frente al tonto que se cree inteligente... Me encanta ^^
8. Algo que quiero hacer...
¡Viajar! Cuando haya tiempo, claro... xD El colegio te quita muchas cosas -.-'
9. De mayor quiero ser...
Alguna vez, y todavía sigo pensándolo, en que quiero ser actriz, pero si no es así, abogada o fisioterapeuta :D
10. Mi mayor "monosidad" es...
Mmm... pues creo que no tengo, CREO, repito xD
Y estos premios:
MaPa
Greenheart
Isa...!
Soljade
No es deseo, si uno de los dos siente algo más
Forever_28
Sarah
Carmen
Liz
Hibbyta
Andi
¡El premio es para todos vuestros blogs! Me refiero a los que tienen más de uno, ¡porque me gustan todos! ^^ ¡Gracias!
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