miércoles, 9 de septiembre de 2009

Por fin... (Drake)

Por la mañana volví a despertarme como con depresión, aunque sé que no era eso exactamente. Me vestí y bajé a la cocina. No me apetecía desayunar, así que esperé a que Sofí terminara y nos fuimos al instituto. Al llegar tuve la esperanza de que Claire estuviera, pero no. Me dio una punzada de dolor en el pecho y tenía un nudo en la garganta.
-Drake, ¿estás bien? -me preguntó Sofí en la entrada.- ¿Quieres que me quede contigo?
-No, tranquila. Estoy bien. No hace falta. -asintió y se fue con su grupo, y yo hacia el mío.
Seguía esperando a ver si venía, pero no apareció. Sonó la campana y todos se fueron hacia dentro. Pero yo no pude evitar quedarme mirando a la entrada. Mike se dio cuenta y vino hacia mi.
-Venga Drake, o llegaremos tarde. -me dijo.
-Si, ya voy. Ve yendo tú. -se me quedó mirando unos momentos, pero luego asintió y entró.
Cuando ya no quedaba nadie fuera, iba a entrar, pero escuché algo. Varios pasos que venían corriendo. Y algunos gritos. Me volví y esperé a ver que era eso. De repente una figura apareció por la gran entrada. Al verme se quedó petrificada y corrió hacia mi gritando mi nombre. Entonces me di cuenta de quién era. ¡Había venido!
-¡¿Claire?! -le dije.
Al llegar se paró delante mía. Le sonreí tanto como pude y la abracé con todas mis fuerzas. Luego me separé un poco pero sin dejar de abrazarla, y no pude evitar besarla. De repente empezó a llorar, y yo le sequé las lágrimas.
-Esto... perdona, pero es que... -me dijo.
Yo le sonreí y la volví a abrazar. Enterré mi cara en su pelo y ella se apoyó en mi hombro. Estuvimos así bastante tiempo.
-Será mejor que entremos ya. No quiero que te riñan el "primer" día aquí -dije retocando primer, ya que técnicamente no era el primero.
-Vale... -nos volvimos a besar y entramos en el recinto.
Al entrar en clase, la profesora nos echó una gran bronca, pero no importa. En todo el día no nos separamos, excepto cuando nos tocaban diferentes clases. Por la tarde salimos afuera para irnos, pero nosotros esperamos a salir los últimos, ya que queríamos estar todo el tiempo juntos posible.
-Ay... -suspiró- No me apetece ir a casa...
-Te entiendo, pero si llegamos tarde nos reñirán, y a mi vale, me da igual, pero a ti... -le dije mientras la abrazaba.
Me miró con ternura y me besó.
-Bueno, pues entonces hasta mañana... -me dijo con un tono de tristeza en la voz.
-Si...
Nos abrazamos por última vez y ella se fue. Yo fui junto a Sofí para irnos, y en medio del camino no pude evitar preguntarle.
-Esto... ¿por qué esta vez no interveniste?
-¿Perdona? -me preguntó.
-Normalmente... -vacilé- bueno, antes al salir de clase y al estar con Claire pues me molestabas. ¿Por qué hoy no? No es típico de ti. -me sonrió tanto como pudo.
-Porque sé que la echabas mucho de menos, pero no te acostumbres, ¿eh? A partir de mañana os volveré a fastidiar.
También le sonreí y le despeiné el pelo.
-¡Oye! ¡Jolín! -se volvió a peinar como pudo y por fin llegamos a casa.
A aturar a mi madre.
-¡Drake! ¡¿Qué es eso de que te retrasaste media hora?! -me preguntó/gritó.
-Bueno, pues...
-¡Por favor, el otro día te escapaste en medio de la clase, ¿y hoy te retrasas?! ¡¿Pero qué te pasa hijo?!
-Eh...
-Mamá, fue culpa mía. -dijo Sofí.
-¡¿Qué?! -dijimos mi madre y yo al unísono.
-Si, es que hoy no me apetecía ir al colegio, así que retrasé todo lo que pude a Drake...
-Pero no hubo quejas de ti.
-Eso es porque mientras Drake me agarraba el brazo, me las arreglé para soltarme, luego él supongo que me estuvo buscando cuando yo ya estaba en el colegio. Lo siento... -me quedé a cuadros.
-¿Es eso cierto, Drake? -me preguntó mi madre.
Sofí asintió disimuladamente, y ya que había dicho toda esa mentira... Aunque me hace sentir bastante culpable.
-Emm... si... -murmuré por lo bajo.
Asintió.
-Vale, pues Sofí, estás castigada.
-Vale.
Ambos nos fuimos y subimos a la habitación de cada uno. Al dejar la mochila en mi cuarto, me fui al de ella. Peté en la puerta.
-Pasa.
Me quedé en el marco de la puerta. Ella estaba sentada en su cama.
-Esto... Sofí, ¿por qué...? -le pregunté, pero ella me interrumpió.
-Drake, somos hermanos. Y aunque a veces eres un plasta de primera, tú también hiciste muchas cosas por mi. Así que... Además, no puedo arruinar un amor tan bonito como el vuestro.
-Sofí... Usualmente no suelo decir esta palabra y como soy tu hermano me cuesta mucho, pero... Gracias. Muchas gracias.
Me acerqué a ella y le di un abrazo. Le volví a despeinar cariñosamente, a lo que me sonrió. Salí de la habitación y me dirigí a la mía. A veces puede ser una pesadilla, pero otras es para comérsela a besos.