Al despertarme por la mañana ya me di cuenta, hoy era el día temido, el día del baile, dónde me dejé claro a mi mismo que le diría a Claire... lo que tengo que decirle. Ayer ya lo pensé, ya que no fue un gran día, había transcurrido exactamente igual que antes de ayer... Aunque no entiendo por qué el baile este tiene que celebrarse antes de que terminen los exámenes finales, pero me da igual. Me levanté, vestí y bajé. Mi hermana ya había terminado de desayunar, y yo no tenía hambre, así que la cogí del brazo y la arrastré hasta la entrada para irnos. Hoy solo había clase por la mañana por razones obvias... mejor. Durante el camino me estuvo hablando:
-Y... ¿con quién vas a ir al baile de esta noche? -dijo entre una sonrisa.
-No te importa. -dije, no me apetecía hablar.
-Vas a ir con la chica nueva, ¿a que si? -miré hacia otro lado- Tomaré eso como una afirmación. Y...
-Cállate...
-Jo... -llegamos por fin al instituto. Me dirigí hacia mi grupo que parecía que se alegraban de verme, menos, claro está, Jake. Le sonreí satisfactoriamente, lo que le hizo rabiar. La mañana pasó igual de aburrida que ayer, y antes de ayer, y antes de antes de ayer... Menos cuando Claire aparecía a mi lado, que el tiempo se iba volando. Al salir de clase me despedí de todos, cogí a mi hermana y nos fuimos a casa. Durante la comida empezaron los interrogatorios por parte de mis padres:
-Bueno chicos, ¿ya tendréis pareja para el bailecito de esta noche, no? -dijo mi madre emocionada.
-Si... -dijimos al unísono. Nos seguía haciendo preguntas raras, todo había que decirlo, y al terminar de comer nos fuimos a ver la tele. Toda la tarde transcurrió normal, y llegó la hora de prepararse. Fui a mi habitación, al armario y cogí lo más elegante que tenía. No pensaba matarme por un estúpido baile. Cogí unos pantalones negros, una camisa blanca y la chaqueta también negra. Hala, ya estaba listo. Terminé de prepararme y salí de mi habitación. Bajé al salón ya que aún faltaba media hora, y me puse a ver la tele con mi padre, que también estaba allí.
-Vaya, que guapo, chico.
-Emm... papá, que un hombre le diga a otro que está guapo es un poco...
-Si, tienes razón. No volveré a hacerlo. -dijo en medio de una sonrisa. Al cabo de 20 minutos, Sofí bajó. Mi padre y yo miramos hacia ella y nos quedamos con la boca abierta. Llevaba un vestido rojo con volantes hasta las rodillas y unas sandalias, y una chaquetita corta negra y el pelo recogido en un moño castaño. Y estaba maquillada, resaltándole sus ojos azules. Muy guapa, pero papá se pondrá...
-Aaaahhh, ¿qué...? -dijo asustado. Es que... parecía mucho mayor...
-¿Quién eres tú y que has hecho con Sofí? -dije bromeando.
-Ja, ja, ja. Muy gracioso. Vaya, estás muy guapo. -me dijo.
-Ojalá pudiera decir lo mismo... -me fulminó con la mirada- No, es broma. Me duele decirlo, pero estás preciosa... -me sonrió satisfactoriamente. Bajó las escaleras y me puse a su lado mirando hacia nuestro padre por si acaso se le ocurre alguna barbaridad...
-Guau... como habéis crecido... Pero -dijo mirando hacia Sofí- dime que no irás así. Imagínate que cualquiera... -de repente apareció nuestra madre.
-Ay... que me da... -estaba... ¿hiperventilando?- Mis bebés... mis pequeños bebés...
-Mejor nos escapamos por la ventana... -le susurré a Sofí.
-No, por la chimenea. Están ya muy viejos para trepar... -me dijo. Nos reímos ante esas opciones.
-Bueno, nosotros nos vamos ya... -dije algo asustado por sus reacciones. Cogí las llaves del coche de mis padres y abrí la puerta seguido de mi hermana, pero mamá nos cortó.
-Esperad... -nos volvimos a la vez y nos sacó una foto. Y otra. Y otra...
-Emm... mamá... habrá muchos más bailes... -le dije.
-Ya, pero... ay... mis bebés... -que pesadilla... Ahora si, salí de casa seguido de Sofí y fuimos hacia el coche. Se podían oír los gritos de mi padre.
-¡Por tu padre, o sea por mi, cuida bien del coche! -sonreí. Quizá nosotros somos los "bebés" de mi madre, pero para mi padre su bebé era el Mercedes... y si le hacía solo un rasguño, me mata. Aunque la mayoría de los rayazos se los hace mi madre... Entramos y nos dirigimos al instituto, donde se celebraba.