1º- Cumpleaños: 5 de octubre
2º- Nombre: Sandra
3º- Equipo de fútbol: Madrid, por supuesto ^^
4º- Un deporte: tenis
5º- Profesión: futura estudiante de 4º ESO
6º- Idiomas: Español y bastante inglés.
7º- Una bebida: pepsi
8º- Lo más bonito de tu vida: mi familia, mis amigos y por supuesto la televisión y mis libros.
9º- El día más triste: cuando se murió mi tío...
10º- Una ilusión: viajar a USA
11º- Un número: 6
12º- Una letra: S
13º- Eres feliz: ni feliz ni triste...
14º- Echas en falta algo : el ser una niña de 3 años y no hacer absolutamente nada en el colegio xD
15º- Última película que has visto: Camp Rock
16º- Canción que te hace llorar: Ninguna
17º- ¿Los amigos son para siempre?: Si son de verdad, claro que si
18º- Eres romántica: no mucho
19º- Horóscopo: Libra
20º- Color de pelo: Negro
21º- Color de ojos: De color chocolate
22º- Altura: 1'60
23º- Número de pie: 39
24º- Un color: Lila
25º- Un animal: canguro
26º- Época en la que te gustaría vivir: esta está muy bien, aunque la medieval... xD
27º- Un libro: Cazadores de sombras, me encanta
28º- Una revista: Cuore
29º- Serie de TV: House
30º- Una serie de dibujos: no sé, Bob esponja, Shin Chan, los Simpson...
31º- Una flor: Rosa
32º- Una fruta: Manzana
33º- Estás leyendo algún libro: La ciudad de las bestias, aunque está en español-latino y no me entero mucho, pero bueno...
34º- ¿Dónde te gustaría viajar y aun no lo has hecho?: a USA o Japón...
35º- Un postre: melocotón en almíbar
36º: Novios que has tenido: de pequeña tuve dos...
37º- Una marca de perfume: Lacoste Touch of Pink, me gusta mucho ^^
38º- ¿A quien admiras?: A Big Rob, el guardaespaldas de los Jonas Brothers xD
39º- La persona perfecta para ti: Alguien en quien pueda confiar y sea divertido.
40º- Una emisora de radio: los 40 principales
41º- Tu peor defecto: que a veces suelto estupideces que no vienen a cuento
42º- Tu mejor virtud: soy bastante honesta, sea mala o buena la respuesta
43º- El día más emocionante de tu vida: en Port Aventura, de viaje de curso
44º- Un buen recuerdo: de pequeña en el zoo con mi hermana y su novio xD
45º- Que te hace llorar: pues... creo que nada...
46º- Que te hace reír: mi primo Kevin con sus estupideces xD
47º- Las mejores palabras: ¿rebajas de 50%? xD
48º- Un sueño por cumplir: viajar por todo el mundo
49º- A quien odias?: bueno, aunque no la conozca, a Camilla Belle, y otras personas...
50º- Un día de la semana: sábado
51º- Un actor: Robert Pattison, obviamente xD
52º- Una canción: Ignorance de Paramore o Numb de Linkin Park
53º- Una película: Crepúsculo
54º- Naranja o limón: Naranja
55º- Estación favorita: invierno
56º- A alguien que le debes bastante: a mis amigas por aguantarme con tanta paciencia xD
57º- Te has emborrachado alguna vez?: No
58º- Personas por la que darías la vida: No sé, las personas que más quiero supongo
59º- Hay alguien enamorado/a de ti?: Ni idea
60º- Eres criticona?: A veces...
61º- El día o la noche: Noche, con diferencia
62º- Tienes paciencia: Para nada, nunca encontraréis otra persona tan impaciente como yo
63º- Que quieres hacer ahora mismo: terminar el test y leer mi libro ¬¬
64º- Que no perdonarías nunca: que me mientan a la cara
65º- Un peluche: un perro dálmata, aunque tiene unos ojos siniestros...
66º- La frase que mas odias: ¡Sandra, ponte a estudiar, no me hagas repetírtelo más veces!
67º- La persona con la que más te ríes: mis amigas
68º- Con quien te casarías: con nadie
69º- Dos palabras: impaciente y sarcástica xD
70º- Rubio o moreno: moreno
71º- En que piensas: pues en como responder a esta pregunta
72º- Una frase: si perdiste una aguja en un pajar... no seas imbécil y cómprate otra
73º-Sabor de helado favorito: chocolate y fresa ^^
74º- Tienes novio: No, ni tampoco tengo ganas de aguantar uno xD
75º- Un/a cantante: cantante no, pero grupo Linkin Park
76º- Un deseo: irme de España para ir a vivir a USA :D
77º- Tienes hermano: una hermana mayor
78º- Pierdes el interés en una persona cuando: es pesada y siempre cuenta mentiras
79º- Sol o lluvia: lluvia, no me gusta el sol...
80º- Eres celosa: ejem... un poquitín de nada...
81º- Eres rencoroso/a: algo...
82º- Te debe alguien algo: Sip, dinero, al que todavía espero...
83º- Peor pensamiento: pues... no sé...
84º- Mejor sentimiento: ¿amor?
85º- Amor a primera vista?: Si, supongo que en raros casos, pero puede pasar...
86º- Crees en dios: para nada.
87º- Te gusta cantar: no...
88º- Has estado enamorado/a: nop
89º- Estas enamorado/ a : nop
90º- Te parece divertido este test: algo...
91º- Estas triste: no sé... supongo que no...
92º- Tienes algún problema: si, supongo que si...
93º- Que es para ti la vida: un regalo que debe cuidarse y no malgastarla...
94º- Te gusta el amor: si, bueno, supongo que si...
95º- Cuantos hijos quieres tener: ninguno, y si por casualidad algún dia tengo, solo uno
96º- Que nombre te gustaría ponerles: ambos Alex
97º- Color de uñas: ¿rosa? ^^
98º- Amigas: bastantes ^^
99º- Que deseas hacer ahora: terminar de contestar a esta pregunta!!
100º- Elije a 3 personas para que hagan este test:
Greenhearth (http://mirandoelreloj.blogspot.com/)
Rockstar(http://www.rockstardiario.blogspot.com/)
Andy(http://www.bloodsuckersnight.blogspot.com/)
sábado, 29 de agosto de 2009
Siempre te amaré... (Claire)
Me desperté por la mañana todavía disgustada. Menuda la que se montó el sábado... Miré el despertador, todavía era muy temprano. Bajé y como no, estaba mi madre desayunando con su maldita y rutinaria tostada en la mano. Al verme sonrió lo más cálidamente posible, pero yo le rehuí la mirada.
-Cariño... -empezó.
-No, no quiero saber nada. -me cruzé de brazos.
-Bueno, está bien, pero... ¿te puedo pedir un favor?
-Depende de que favor.
-Verás... he... he visto que ese chico y tú sois muy amigos y... no quiero que vuelvas a verle.
-¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Por qué?! ¡Además, va a mi instituto! ¡Tendré que verle aunque no quiera!
-¡¿Como?! ¿Va a tu mismo colegio? Bueno, eso ya no será un problema.
-¿Qué?
-Te cambié de colegio. Es otro por aquí cerca. Mañana irás al otro. -me quedé con la boca abierta. ¿Me cambió de instituto solo por una estúpida riña con otra madre de hace mucho tiempo?
-¡No! ¡Me da igual lo que digas! -y subí corriendo a mi habitación llorando. Era increíble que me prohibiera verle y quisiera cambiarme de instituto.
Después de desayunar y todo lo demás, fui hacia el instituto. Me dirigí a mi grupo. Todos me saludaron menos Drake, que ni siquiera me miró como hacía siempre. ¿Qué le pasaba? Mientras los demás hablaban, yo no paraba de mirarle. Se le notaba que estaba serio. Levantó un momento su mirada, pero hacia su hermana, que estaba un poco lejos con su grupito. Ésta le miraba triste y soltó un profundo suspiro, y miró hacia otra parte, como él. Algo pasaba...
Durante las clases, cuando nos tocaba en la misma tampoco me miraba, y en física y química, cuando estábamos los dos en la misma mesa, ni me hablaba. Después de clase hablaría con él. Pasó todo el día, y él seguía igual. Al final de las clases, todos se iban, pero yo fui un momento al baño del instituto. No podía contener las lágrimas... De repente, petaron a la puerta. Y le escuché, su voz atercipelada.
-Claire... ¿podemos hablar? -me sequé las lágrimas con el papel de secarse las manos, me lavé la cara con agua y salí. Estaba esperando apoyado en la pared de enfrente con los brazos cruzados y mirando hacia abajo. Cuando fui hacia él alzó la mirada. Se veía que estaba bastante mal, como si en cualquier momento se cayera al suelo desmayado.
-Drake... ¿qué te pasa? ¿Estás bien? -le pregunté preocupada.
-Tenemos que dejarlo. -dijo sin mirarme. En ese momento se me cayó el mundo encima. ¿Dejarlo? ¿De qué estaba hablando? Pensé que bromeaba, pero en sus ojos no había ni una pizca de humor. Estaban como vacíos...
-¿De qué...?
-No podemos estar juntos, ni siquiera hablarnos. Seguro que tu madre te dijo algo al respecto.
-Si, pero...
-Hazle caso. Por favor. -tenía un gran nudo en el estómago y en la garganta. No me salían las palabras. Empecé a sollozar.- Por favor, no llores. No... no soporto verte sufrir, y aún por encima por mi culpa. -se acercó a mi y me abrazó con todas sus fuerzas.
-Me cambiaron a otro instituto. -le solté sin pensarlo. No pude verle la cara, pero se puso rígido unos momentos, suspiró profundamente y luego se relajó.
-Será lo mejor. -me besó el pelo y luego se separó- Adiós. -cogió su mochila del suelo, se la puso en el hombro y se fue. Empecé a sollozar otra vez, pero llorar no me iba a servir de nada, así que cogí la mía y me fui a casa. Durante el camino me quedé sumida en mis pensamientos. Cuando me quise dar cuenta ya había llegado. Entré, fui corriendo a mi habitación, me tiré encima de la cama y volví a llorar. De repente escuché petar en la puerta.
-Claire... ¿puedo pasar? -era mi madre.
-¡No! ¡Ni se te ocurra entrar! -estaba furiosa con ella.
-Vale... ¿pero estás bien?
-¡¿Te parece que estoy bien?! ¡Déjame en paz! -luego escuché pasos que bajaban las escaleras. Había sido demasiado dura con mi madre, pero en estos momentos no podía hablarle de otra forma. Después de llorar diez minutos, me puse el pijama y me acosté en cama. Otra vez petaron a la puerta.
-Esto... Claire, soy yo. -era mi padre.
-Entra... -éste entró preocupado. Se sentó en la esquina de la cama.
-Cariño, sé que no estás bien... pero date cuenta que tu madre hace lo que puede...
-¡¿Lo que puede?! ¡¿Que hace lo que puede?! Mira, papá, no estoy para bromas.
-Yo tampoco. Bueno, vine aquí para ver como estabas. ¿No quieres cenar?
-No tengo hambre.
-Recuerda que mañana tienes que ir a otro...
-Ya lo sé. -suspiró, y yo también.
-Claire, no me gusta verte así. Intentaré hablar con tu madre... -miré hacia él con la cara iluminada.
-¿Te vas a tomar la molestia...?
-¿Molestia? Claire, eres mi hija. ¿Qué te crees? -ilusionada le abracé con todas mis fuerzas.
-Gracias, papá.
-De nada cariño. Pero no te prometo nada. Venga, buenas noches. -me dio un beso en la cabeza y se fue. Ahora tenía mejor humor, aunque seguía bastante deprimida... Pensé en Drake. ¿Estaría sufriendo como yo? Ay... no estoy totalmente segura, siendo como es... Pero en el instituto se le veía disgustado... Al final me dormí, llorando.
-Cariño... -empezó.
-No, no quiero saber nada. -me cruzé de brazos.
-Bueno, está bien, pero... ¿te puedo pedir un favor?
-Depende de que favor.
-Verás... he... he visto que ese chico y tú sois muy amigos y... no quiero que vuelvas a verle.
-¡¿Qué?! ¡No! ¡¿Por qué?! ¡Además, va a mi instituto! ¡Tendré que verle aunque no quiera!
-¡¿Como?! ¿Va a tu mismo colegio? Bueno, eso ya no será un problema.
-¿Qué?
-Te cambié de colegio. Es otro por aquí cerca. Mañana irás al otro. -me quedé con la boca abierta. ¿Me cambió de instituto solo por una estúpida riña con otra madre de hace mucho tiempo?
-¡No! ¡Me da igual lo que digas! -y subí corriendo a mi habitación llorando. Era increíble que me prohibiera verle y quisiera cambiarme de instituto.
Después de desayunar y todo lo demás, fui hacia el instituto. Me dirigí a mi grupo. Todos me saludaron menos Drake, que ni siquiera me miró como hacía siempre. ¿Qué le pasaba? Mientras los demás hablaban, yo no paraba de mirarle. Se le notaba que estaba serio. Levantó un momento su mirada, pero hacia su hermana, que estaba un poco lejos con su grupito. Ésta le miraba triste y soltó un profundo suspiro, y miró hacia otra parte, como él. Algo pasaba...
Durante las clases, cuando nos tocaba en la misma tampoco me miraba, y en física y química, cuando estábamos los dos en la misma mesa, ni me hablaba. Después de clase hablaría con él. Pasó todo el día, y él seguía igual. Al final de las clases, todos se iban, pero yo fui un momento al baño del instituto. No podía contener las lágrimas... De repente, petaron a la puerta. Y le escuché, su voz atercipelada.
-Claire... ¿podemos hablar? -me sequé las lágrimas con el papel de secarse las manos, me lavé la cara con agua y salí. Estaba esperando apoyado en la pared de enfrente con los brazos cruzados y mirando hacia abajo. Cuando fui hacia él alzó la mirada. Se veía que estaba bastante mal, como si en cualquier momento se cayera al suelo desmayado.
-Drake... ¿qué te pasa? ¿Estás bien? -le pregunté preocupada.
-Tenemos que dejarlo. -dijo sin mirarme. En ese momento se me cayó el mundo encima. ¿Dejarlo? ¿De qué estaba hablando? Pensé que bromeaba, pero en sus ojos no había ni una pizca de humor. Estaban como vacíos...
-¿De qué...?
-No podemos estar juntos, ni siquiera hablarnos. Seguro que tu madre te dijo algo al respecto.
-Si, pero...
-Hazle caso. Por favor. -tenía un gran nudo en el estómago y en la garganta. No me salían las palabras. Empecé a sollozar.- Por favor, no llores. No... no soporto verte sufrir, y aún por encima por mi culpa. -se acercó a mi y me abrazó con todas sus fuerzas.
-Me cambiaron a otro instituto. -le solté sin pensarlo. No pude verle la cara, pero se puso rígido unos momentos, suspiró profundamente y luego se relajó.
-Será lo mejor. -me besó el pelo y luego se separó- Adiós. -cogió su mochila del suelo, se la puso en el hombro y se fue. Empecé a sollozar otra vez, pero llorar no me iba a servir de nada, así que cogí la mía y me fui a casa. Durante el camino me quedé sumida en mis pensamientos. Cuando me quise dar cuenta ya había llegado. Entré, fui corriendo a mi habitación, me tiré encima de la cama y volví a llorar. De repente escuché petar en la puerta.
-Claire... ¿puedo pasar? -era mi madre.
-¡No! ¡Ni se te ocurra entrar! -estaba furiosa con ella.
-Vale... ¿pero estás bien?
-¡¿Te parece que estoy bien?! ¡Déjame en paz! -luego escuché pasos que bajaban las escaleras. Había sido demasiado dura con mi madre, pero en estos momentos no podía hablarle de otra forma. Después de llorar diez minutos, me puse el pijama y me acosté en cama. Otra vez petaron a la puerta.
-Esto... Claire, soy yo. -era mi padre.
-Entra... -éste entró preocupado. Se sentó en la esquina de la cama.
-Cariño, sé que no estás bien... pero date cuenta que tu madre hace lo que puede...
-¡¿Lo que puede?! ¡¿Que hace lo que puede?! Mira, papá, no estoy para bromas.
-Yo tampoco. Bueno, vine aquí para ver como estabas. ¿No quieres cenar?
-No tengo hambre.
-Recuerda que mañana tienes que ir a otro...
-Ya lo sé. -suspiró, y yo también.
-Claire, no me gusta verte así. Intentaré hablar con tu madre... -miré hacia él con la cara iluminada.
-¿Te vas a tomar la molestia...?
-¿Molestia? Claire, eres mi hija. ¿Qué te crees? -ilusionada le abracé con todas mis fuerzas.
-Gracias, papá.
-De nada cariño. Pero no te prometo nada. Venga, buenas noches. -me dio un beso en la cabeza y se fue. Ahora tenía mejor humor, aunque seguía bastante deprimida... Pensé en Drake. ¿Estaría sufriendo como yo? Ay... no estoy totalmente segura, siendo como es... Pero en el instituto se le veía disgustado... Al final me dormí, llorando.
jueves, 27 de agosto de 2009
¡¿Cómo?! (Drake)
Claire llamó al timbre de su casa. ¿Qué si estaba nervioso por conocer a sus padres? Bah, para nada. Aunque eso si, es un poquito pronto, o quizás no. Se escucharon pasos detrás de la puerta, y sentí que Claire temblaba como una hoja. La atraje más hacia mi para que se calmara, pero seguía temblando. ¿Por frío?
-Esto... Claire, ¿estás bien? -le pregunté preocupado, o eso creo, ya que por lo general no suelo preocuparme por los demás.
-S-s-s-si-i... -de repente la puerta se abrió, y era su padre. Me pareció ver que ella suspiró... de alivio... Nos miró impresionado, y luego miró hacia su corte y su pie.
-¿Pero qué...? -dijo, se me quedó mirando, pero no como un extraño, sino como si me conociera... Eso me desconcertó.
-Ejem... tu... -vacilé- su hija se lastimó antes, le curé la herida de la frente y la traje aquí.
-Si, papá, verás...
-Bueno, pasad los dos, me lo contáis dentro, que aquí fuera hace frío -y sonrió. Ayudé a Claire a pasar y nos sentamos en el sofá, en el salón, y su padre en un sillón.
-Esto... Claire, ¿estás bien? -le pregunté preocupado, o eso creo, ya que por lo general no suelo preocuparme por los demás.
-S-s-s-si-i... -de repente la puerta se abrió, y era su padre. Me pareció ver que ella suspiró... de alivio... Nos miró impresionado, y luego miró hacia su corte y su pie.
-¿Pero qué...? -dijo, se me quedó mirando, pero no como un extraño, sino como si me conociera... Eso me desconcertó.
-Ejem... tu... -vacilé- su hija se lastimó antes, le curé la herida de la frente y la traje aquí.
-Si, papá, verás...
-Bueno, pasad los dos, me lo contáis dentro, que aquí fuera hace frío -y sonrió. Ayudé a Claire a pasar y nos sentamos en el sofá, en el salón, y su padre en un sillón.
-Bueno, a ver, ¿qué te pasó? -le preguntó pacientemente.
-Bien, es que iba a ir a clases pero me tropecé contra una piedra y... eso. Me corté y tengo un tobillo hinchado, y Drake -dijo mirándome... ¿con admiración? Me gustó eso- me llevó a su casa y me curó la herida y luego me trajo aquí.
-Así que al final no fuiste a las clases, ¿no?
-No...
-Tu madre te mata. Pero tranquila, no le diremos nada. -y nos guiñó el ojo. Nunca creí que diría esto, pero el padre de Claire me cae bien.- Ahora mismo no está, fue a buscarte. Tardabas tanto que... -de repente sonó el timbre. Su padre fue a abrir, se escuchó hablar y luego aparecieron su madre y... ¡¿la mía?! ¡¿Qué hacía ella aquí?! Claire y yo nos levantamos rápidamente. Su padre se fue arriba, y ellas se acercaron a nosotros... pero ni se miraban. Esto me da mala espina...
-Mamá, ¿qué haces aquí? -le pregunté confuso.
-Venir a buscarte por supuesto. ¿Y tú? -su voz era firme y severa, no estaba cómoda aquí, y nunca me había hablado así, ¿por qué?
-Esto... yo...
-¡Oh, dios mío, Claire! ¡¿Qué te pasó?! -le preguntó su madre.
-Bueno... me tropecé... y... Drake me llevó a su casa para curarme... -volvió a temblar.
-¿Fuiste a las clases como te dije que hicieras? -preguntó con los brazos cruzados.
-Bueno... no pero...
-¡¿No?! ¡¿Y por qué?! -Claire estaba muy asustada, se notaba que la temía. No podía dejar que lo pasara todavía peor. Ésta abrió la boca para hablar, pero le puse una mano en el hombro y me dirigí hacia ella.
-Yo le responderé a eso. Verá, es que al hacerse daño quise llevarla a mi casa para curarla, pero ella insistía en que tenía que ir a clases, y se iba a ir, pero yo...
-Un momento, no... -Claire iba a protestar, pero la miré para que se callara, y así lo hizo.
-No quería que se hiciera más daño, así que la llevé, la curé y al llegar la noche la traje. Perdone las molestias. -era la primera vez que era cortés con alguien ajeno a mi familia. Mi madre me miró extrañada, y me dijo algo que me desconcertó.
-Cariño, no hace falta que te molestes en ser cortés con esta señora -Claire y yo la miramos confusos, pero su madre la fulminó con la mirada.
-¿Hablamos de quién debe tener respeto y quién no? -soltó la suya.
-Oh, no, si ya lo sabemos todos. ¿Verdad? -bueenoo... Claire fue la que intervino.
-¡A ver! ¿Qué ocurre con vosotras dos? ¿Ya os conociais?
-¡Si! -dijeron las dos al unísono- ¡Para! -yo solté una risita por lo bajo. Menuda escena de locas... Mi madre vino hacia mi, me cogió del brazo y me arrastró hasta la puerta.
-¡Ya nos vamos! ¡Y espero que no nos volvamos a ver en la vida! -le dijo a la otra. Cerró la puerta detrás de ella y entramos en el coche. Arrancó el coche y después de 3 minutos no me aguantaba más. Tenía que preguntárselo.
-Mamá... ¿qué pasa con esa señora?
-Mira, Drake, perdona que fuera tan grosera, pero es que no podía hablar de otra manera. Solo te voy a decir una cosa, y espero que la cumplas.
-¿Qué... cosa?
-Por favor, no quiero, repito, no quiero que vuelvas a hablar con su hija... ¿Claire no? -yo asentí- Por favor.
-¡¿Qué?!
-Y si puedes evitarla y no verla mejor.
-¡¿Pero por qué?! ¡No lo entiendo! -mejor no le digo que la amo más que a nada en el mundo...
-Porque lo digo yo.
-Pues no puedo -me miró extrañada- porque va a mi colegio, y...
-¿Vais al mismo? Oh, y seguro que os hicisteis muy amigos ¿no?
-Eh... algo así, ¡así que no puedo!
-Por favor, Drake, sabes que nunca te pediría nada que te doliera, pero por favor, intenta evitarla. -me quedé mirándola. No podía ser, es... pero es mi madre... Además, seguro que su madre le pide lo mismo, y a mi no me importa que me castiguen, pero si su madre descubriera que... Suspiré profundamente.
-Vale, no... no le volveré a dirigir la palabra. -dije con un nudo en la garganta.
-Gracias Drake. -por Claire...
-Bien, es que iba a ir a clases pero me tropecé contra una piedra y... eso. Me corté y tengo un tobillo hinchado, y Drake -dijo mirándome... ¿con admiración? Me gustó eso- me llevó a su casa y me curó la herida y luego me trajo aquí.
-Así que al final no fuiste a las clases, ¿no?
-No...
-Tu madre te mata. Pero tranquila, no le diremos nada. -y nos guiñó el ojo. Nunca creí que diría esto, pero el padre de Claire me cae bien.- Ahora mismo no está, fue a buscarte. Tardabas tanto que... -de repente sonó el timbre. Su padre fue a abrir, se escuchó hablar y luego aparecieron su madre y... ¡¿la mía?! ¡¿Qué hacía ella aquí?! Claire y yo nos levantamos rápidamente. Su padre se fue arriba, y ellas se acercaron a nosotros... pero ni se miraban. Esto me da mala espina...
-Mamá, ¿qué haces aquí? -le pregunté confuso.
-Venir a buscarte por supuesto. ¿Y tú? -su voz era firme y severa, no estaba cómoda aquí, y nunca me había hablado así, ¿por qué?
-Esto... yo...
-¡Oh, dios mío, Claire! ¡¿Qué te pasó?! -le preguntó su madre.
-Bueno... me tropecé... y... Drake me llevó a su casa para curarme... -volvió a temblar.
-¿Fuiste a las clases como te dije que hicieras? -preguntó con los brazos cruzados.
-Bueno... no pero...
-¡¿No?! ¡¿Y por qué?! -Claire estaba muy asustada, se notaba que la temía. No podía dejar que lo pasara todavía peor. Ésta abrió la boca para hablar, pero le puse una mano en el hombro y me dirigí hacia ella.
-Yo le responderé a eso. Verá, es que al hacerse daño quise llevarla a mi casa para curarla, pero ella insistía en que tenía que ir a clases, y se iba a ir, pero yo...
-Un momento, no... -Claire iba a protestar, pero la miré para que se callara, y así lo hizo.
-No quería que se hiciera más daño, así que la llevé, la curé y al llegar la noche la traje. Perdone las molestias. -era la primera vez que era cortés con alguien ajeno a mi familia. Mi madre me miró extrañada, y me dijo algo que me desconcertó.
-Cariño, no hace falta que te molestes en ser cortés con esta señora -Claire y yo la miramos confusos, pero su madre la fulminó con la mirada.
-¿Hablamos de quién debe tener respeto y quién no? -soltó la suya.
-Oh, no, si ya lo sabemos todos. ¿Verdad? -bueenoo... Claire fue la que intervino.
-¡A ver! ¿Qué ocurre con vosotras dos? ¿Ya os conociais?
-¡Si! -dijeron las dos al unísono- ¡Para! -yo solté una risita por lo bajo. Menuda escena de locas... Mi madre vino hacia mi, me cogió del brazo y me arrastró hasta la puerta.
-¡Ya nos vamos! ¡Y espero que no nos volvamos a ver en la vida! -le dijo a la otra. Cerró la puerta detrás de ella y entramos en el coche. Arrancó el coche y después de 3 minutos no me aguantaba más. Tenía que preguntárselo.
-Mamá... ¿qué pasa con esa señora?
-Mira, Drake, perdona que fuera tan grosera, pero es que no podía hablar de otra manera. Solo te voy a decir una cosa, y espero que la cumplas.
-¿Qué... cosa?
-Por favor, no quiero, repito, no quiero que vuelvas a hablar con su hija... ¿Claire no? -yo asentí- Por favor.
-¡¿Qué?!
-Y si puedes evitarla y no verla mejor.
-¡¿Pero por qué?! ¡No lo entiendo! -mejor no le digo que la amo más que a nada en el mundo...
-Porque lo digo yo.
-Pues no puedo -me miró extrañada- porque va a mi colegio, y...
-¿Vais al mismo? Oh, y seguro que os hicisteis muy amigos ¿no?
-Eh... algo así, ¡así que no puedo!
-Por favor, Drake, sabes que nunca te pediría nada que te doliera, pero por favor, intenta evitarla. -me quedé mirándola. No podía ser, es... pero es mi madre... Además, seguro que su madre le pide lo mismo, y a mi no me importa que me castiguen, pero si su madre descubriera que... Suspiré profundamente.
-Vale, no... no le volveré a dirigir la palabra. -dije con un nudo en la garganta.
-Gracias Drake. -por Claire...
lunes, 24 de agosto de 2009
Menudo golpe (Claire)
Vaya... sábado. No podré ver a Drake en el colegio, y aún por encima tampoco podré verle por la tarde por tener clase de violín... Qué mala suerte. Y mi madre no quiere que falte a ni una clase. De todos modos se lo pediré. Bajé las escaleras hasta la cocina donde estaba mi madre desayunando, raras veces la veía por la mañana.
-Hola... -dije algo asustada.
-¡Oh, hola cariño! ¿Qué haces levantada tan temprano? -dijo y luego mordió un trozo de la tostada.
-Esto... verás... ¿po-podría faltar hoy... a clases? -entonces se atragantó- ¡¿Estás bien?! -me dirigí hacia ella y le di unas palmaditas en la espalda.
-¡¿Como?! ¡¿A tus clases de violín?! ¡No! ¡Rotundamente no! ¡Hoy es el primer día que asistes!
-Pe... pero es que... por una vez que falte...
-¡Pero te podrías perder algo importante! No, tienes que ir. Además, ¿por qué no quieres? ¿No tendrás vergüenza, no?
-No, no es eso. Verás... es para... para ir a ver a un amig... -vacilé, ya que a ella los chicos no le inspiran confianza- una amiga.
-¿Una amiga? Pero podrás ir a verla mañana. -no iba a decirle que "la" echaba muchísimo de menos y mucho menos que no quiero separarme de "ella" ni un momento, a saber lo que pensaría... No tenía nada qué hacer...
-Está bien... Vuelvo a cama. Hasta el mediodía. -dije sin ganas.
-¡Chao! -y subí a mi habitación. Me acosté otra vez en la cama y empecé a llorar sin remediarlo. No soportaría sin verlo ni un día... Y me quedé dormida.
Después de toda una mañana insufrible y llena de ansiedad, llegó la hora de ir a la clase. Cogí el maletín del violín y me fui. Pasé por el parque, y no había nadie, seguramente porque hacía frío, y por un reflejo, miré la hora en el reloj de mi muñeca. ¡Era tardísimo! Qué raro en mi. Empecé a correr a toda velocidad, pero entre la tristeza, el peso del violín y pensando en que estaría haciendo Drake... me tropecé contra una piedra y me di de bruces contra el suelo. A continuación escuché pasos detrás mía que venían hacia mi. Me levanté y me senté. Cuando alcé la mirada, se me cortó la respiración. ¡Era Drake! ¿Pero qué hacía aquí? Con cara de total preocupación y asustado, se arrodilló, me cogió la cara con las manos y me preguntó.
-¡Claire! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te has hecho daño?! -me miró la frente- ¡Estás sangrando! -pero yo no le escuchaba. Me quedé embobada mirándole. Llevaba unos jeans con una camiseta y un abrigo negro. Nunca le había visto tan guapo... Negué con la cabeza para despertar, y al final le contesté.
-Eh... si, pero tranquilo, solo es un rasguño. -intenté levantarme, pero una presión en el tobillo me lo impedía. Drake se dio cuenta, me volvió a sentar y me lo examinó.
-Madre mía, está hinchado. Ven, que mi casa está cerca. -de repente, pasó una mano por mi espalda y la otra por debajo de mis rodillas, y me cogió en brazos, mientras yo sostenía el maletín.
-¡No, espera! Tengo que ir a las clases, sino...
-¡Pero no puedes ni andar! Hoy será mejor que no vayas. -abrí la boca para protestar, pero él me besó, y ya no pude hacer nada más. Al final me llevó hasta su casa. Pero no había nadie. Seguramente su familia había dado un paseo. Al llegar me sentó en su sofá y fue a coger algún desinfectante. Cuando volvió me asusté por los dos botes que trajo. Uno era alcohol y otro agua oxigenada. Al verme sonrió.
-Elige uno. -y me alzó los botes para que eligiera.
-Esto... hombre, preferiría ninguno -le dije todavía asustada.
-Venga, quiero que eligas uno, hazme el favor. -miré hacia sus profundos ojos azules y de me fueron todos los pensamientos, pero volví en mi cuando dijo- Venga, alcohol.
-¡¡¡No!!! ¡¡Agua oxigenada!! ¡¡Quiero agua oxigenada!! -sonrió satisfactoriamente, lo hizo a posta... Cerré los ojos preparando a que me escociera, pero solo noté leves punzadas. Cuando los abrí, él ya estaba cerrando el bote.
-Listo. ¿Ves como no era para tanto? -suspiró- Dime, ¿qué voy a hacer contigo? -yo me encogí de hombros ruborizada, y él me acarició la mejilla y luego me besó. Pasamos la tarde mirando la tele, yo abrazada a él, y él a mi. Cuando llegó la hora de que mi madre llegaba a casa, me sobresalté e intenté ponerme en pie, pero no pude. Me dolía demasiado. Drake me cogió otra vez en brazos, pero yo negué con la cabeza.
-No... no pasa nada. Puedo ir yo sola hasta casa...
-No, ni hablar. Te acompaño. Es casi de noche, y tú no estás en condiciones de andar.
-Pero... -intenté protestar otra vez, pero él negaba con la cabeza.
-No hay peros que valgan. -me volvió a coger en brazos, pero yo le paré.
-Vale, pero voy andando. -él asintió a regañadientes. Cogí mi maletín, pero quiso llevarlo él, y nos fuimos a mi casa. Al llegar, Drake tocó el timbre todavía sosteniéndome por la cintura. Estaba aterrada. ¿Qué diría mi madre al verme con un chico que me agarra y con un corte en la frente? Se pondría histérica. De repente la puerta se abrió.
-Hola... -dije algo asustada.
-¡Oh, hola cariño! ¿Qué haces levantada tan temprano? -dijo y luego mordió un trozo de la tostada.
-Esto... verás... ¿po-podría faltar hoy... a clases? -entonces se atragantó- ¡¿Estás bien?! -me dirigí hacia ella y le di unas palmaditas en la espalda.
-¡¿Como?! ¡¿A tus clases de violín?! ¡No! ¡Rotundamente no! ¡Hoy es el primer día que asistes!
-Pe... pero es que... por una vez que falte...
-¡Pero te podrías perder algo importante! No, tienes que ir. Además, ¿por qué no quieres? ¿No tendrás vergüenza, no?
-No, no es eso. Verás... es para... para ir a ver a un amig... -vacilé, ya que a ella los chicos no le inspiran confianza- una amiga.
-¿Una amiga? Pero podrás ir a verla mañana. -no iba a decirle que "la" echaba muchísimo de menos y mucho menos que no quiero separarme de "ella" ni un momento, a saber lo que pensaría... No tenía nada qué hacer...
-Está bien... Vuelvo a cama. Hasta el mediodía. -dije sin ganas.
-¡Chao! -y subí a mi habitación. Me acosté otra vez en la cama y empecé a llorar sin remediarlo. No soportaría sin verlo ni un día... Y me quedé dormida.
Después de toda una mañana insufrible y llena de ansiedad, llegó la hora de ir a la clase. Cogí el maletín del violín y me fui. Pasé por el parque, y no había nadie, seguramente porque hacía frío, y por un reflejo, miré la hora en el reloj de mi muñeca. ¡Era tardísimo! Qué raro en mi. Empecé a correr a toda velocidad, pero entre la tristeza, el peso del violín y pensando en que estaría haciendo Drake... me tropecé contra una piedra y me di de bruces contra el suelo. A continuación escuché pasos detrás mía que venían hacia mi. Me levanté y me senté. Cuando alcé la mirada, se me cortó la respiración. ¡Era Drake! ¿Pero qué hacía aquí? Con cara de total preocupación y asustado, se arrodilló, me cogió la cara con las manos y me preguntó.
-¡Claire! ¡¿Estás bien?! ¡¿Te has hecho daño?! -me miró la frente- ¡Estás sangrando! -pero yo no le escuchaba. Me quedé embobada mirándole. Llevaba unos jeans con una camiseta y un abrigo negro. Nunca le había visto tan guapo... Negué con la cabeza para despertar, y al final le contesté.
-Eh... si, pero tranquilo, solo es un rasguño. -intenté levantarme, pero una presión en el tobillo me lo impedía. Drake se dio cuenta, me volvió a sentar y me lo examinó.
-Madre mía, está hinchado. Ven, que mi casa está cerca. -de repente, pasó una mano por mi espalda y la otra por debajo de mis rodillas, y me cogió en brazos, mientras yo sostenía el maletín.
-¡No, espera! Tengo que ir a las clases, sino...
-¡Pero no puedes ni andar! Hoy será mejor que no vayas. -abrí la boca para protestar, pero él me besó, y ya no pude hacer nada más. Al final me llevó hasta su casa. Pero no había nadie. Seguramente su familia había dado un paseo. Al llegar me sentó en su sofá y fue a coger algún desinfectante. Cuando volvió me asusté por los dos botes que trajo. Uno era alcohol y otro agua oxigenada. Al verme sonrió.
-Elige uno. -y me alzó los botes para que eligiera.
-Esto... hombre, preferiría ninguno -le dije todavía asustada.
-Venga, quiero que eligas uno, hazme el favor. -miré hacia sus profundos ojos azules y de me fueron todos los pensamientos, pero volví en mi cuando dijo- Venga, alcohol.
-¡¡¡No!!! ¡¡Agua oxigenada!! ¡¡Quiero agua oxigenada!! -sonrió satisfactoriamente, lo hizo a posta... Cerré los ojos preparando a que me escociera, pero solo noté leves punzadas. Cuando los abrí, él ya estaba cerrando el bote.
-Listo. ¿Ves como no era para tanto? -suspiró- Dime, ¿qué voy a hacer contigo? -yo me encogí de hombros ruborizada, y él me acarició la mejilla y luego me besó. Pasamos la tarde mirando la tele, yo abrazada a él, y él a mi. Cuando llegó la hora de que mi madre llegaba a casa, me sobresalté e intenté ponerme en pie, pero no pude. Me dolía demasiado. Drake me cogió otra vez en brazos, pero yo negué con la cabeza.
-No... no pasa nada. Puedo ir yo sola hasta casa...
-No, ni hablar. Te acompaño. Es casi de noche, y tú no estás en condiciones de andar.
-Pero... -intenté protestar otra vez, pero él negaba con la cabeza.
-No hay peros que valgan. -me volvió a coger en brazos, pero yo le paré.
-Vale, pero voy andando. -él asintió a regañadientes. Cogí mi maletín, pero quiso llevarlo él, y nos fuimos a mi casa. Al llegar, Drake tocó el timbre todavía sosteniéndome por la cintura. Estaba aterrada. ¿Qué diría mi madre al verme con un chico que me agarra y con un corte en la frente? Se pondría histérica. De repente la puerta se abrió.
domingo, 16 de agosto de 2009
Primer día (Drake)
Durante el desayuno, Sofí no paraba de mirarme, sonriendo satisfactoriamente, vamos, como yo.
-Para de mirarme -le dije cansado.
-Nop.
-¿Por qué?
-Ya me enteré... Bueno, todo el mundo se enteró... -dijo tapándose la boca con la mano.
-¿De... de qué? -le dije algo asustado.
-¿De qué va a ser? ¡De lo de Claire y tú! ¡En la fiesta no paraban de hablar! -me quedé horrorizado. ¿Y si me acosaban con preguntas? O peor... ¿y si la acosaban a ella?
-Mira que sois una panda de cotillas.
-Ya, ji, ji... -harto ya la cogí del brazo, cogí mi mochila y la suya y salimos por la puerta, aunque ella seguía sonriendo- ¡Adiós mamá y papá!
-¡Chao! -dijeron ellos. Durante todo el camino esa maldita criatura que debió de ser un perro no paraba de sonreír burlonamente, pero luego paró al ver mi expresión de enfado. Al llegar al colegio todos me empezaron a mirar y murmurar, pero yo me limitaba a pasar de ellos. Visualicé al grupo, pero ellos vinieron hacia mi.
-¡Qué chaval! Claire y tú sois la comidilla de todo el instituto -me dijo Mike.
-¿Pero por qué os lo tomáis tan a pecho? -les pregunté.
-Jolín, está claro ¿no? Pues porque todas intentaron ligar contigo desde primaria, y nunca lo consiguieron. y aparece una chica nueva normal y corriente... y te caza.
-¿Me qué?
-Pues eso... Yo me lo tomaría bien, ¿eh? -luego empezaron a hablar entre ellos, pero yo estaba pendiente en que llegara Claire, no podía esperar. De repente apareció, como casi siempre, roja del cansancio de correr. Se acercó y yo me reí.
-¿De qué te ríes? -dijo con la voz entrecortada- Correr porque se llega tarde no tiene gracia, por lo menos desde mi punto de vista. -sencillamente, ella me encantaba. La abracé y le di un beso.
-Perdóname cielo, pero es que estás muy graciosa con la cara roja y enfadada.
-¿Cielo? Vaya, vaya, mira que tortolitos... -dijo Brian.
-Oye, que tú también le dices cosas cariñosas a Carla ¿eh? -me defendió Alex- Y Mike también me dice cosas así, ¿verdad, amorcito? -después de escuchar la última palabra no pude evitar reírme, y mi defensora me fulminó con la mirada.
-Perdona, perdona -dije intentando no reírme, pero no podía- Es que... -me miró todavía peor- Bueno, nada.
-Venga, cada pareja que se llamen como quieran -dijo Claire. A continuación sonó el timbre para ir a clase... pero yo no quería separarme de Claire.
-¿Qué te parece si vamos juntos a tu clase? -ella se rió- Claro, seremos como una especie de pack...
-Lo sé, pero nos veremos en la... cuarta... -dijo abrazándome más.
-Está bien. -cada uno se fue a su clase. A mi me tocaba matemáticas, vamos, un aburrimiento. Después de tres horas insufribles llegó la deseada. Física y química. Donde me tocaba de pareja con Claire y además tendríamos que hacer algún experimento. Entré en la clase, pero ella no había llegado todavía, como siempre, entraba de última. Al pasar por la puerta y verme se le iluminó la cara y corrió hacia aquí. El profesor nos dijo que hiciéramos un experimento y empezamos mientras hablábamos.
-Dime una cosa, Claire. -le dije.
-Lo que quieras.
-Bueno, pues... ¿por qué siempre llegas tarde? Es solo curiosidad. -le pregunté un poco asustado a su reacción, pero se lo tomó bien.
-Es que... por la mañana mis padres siempre se van a trabajar antes de que me levante, así que pongo el despertador, pero... cuando empieza sonar no me doy cuenta y... llego tarde... y ahora durante las clases tengo que recoger todo y no me da tiempo... -dijo avergonzada.
-Je, je... -intenté no reírme, pero no podía.
-Joo, no te rías, que como ya te he dicho antes, no tiene gracia desde mi punto de vista.
-Es que... -de verdad que lo intentaba, pero no podía parar de reír, y ella se enfadó, cruzó los brazos y miró hacia otro lado.- Ay... perdóname, venga... pero es que estás tan graciosa... -ella seguía mirando hacia otro lado. Durante todo el día siguió enfadada, y al salir de clase seguía igual.
-¿Qué te pasa? -le preguntó Carla.
-Nada. -me miró de reojo. No podía aguantar más viéndola así... Me acerqué a ella, le cogí la mano, la abracé y la besé. Ella se ruborizó.
-Va, venga, ¿me perdonas? Que un día de sufrimiento ya es suficiente, ¿no crees? -ella, todavía entre mis brazos, suspiró profundamente, creo que para calmarse, y me devolvió el beso.
-Vaale... Pero te perdono porque sé que no te gusta que esté enfadada contigo...
-Gracias. -le sonreí y la volví a besar, pero alguien me tocó el hombro.
-Ejem... Drake, no es por molestar, pero yo me quiero ir a casa... ¿no tuvistéis demasiados besos por hoy? -dijo Sofí.
-Nop. -dije imitándola como a la mañana. Pero algo me dijo que sería mejor no enfadarla y me volví hacia Claire- Bueno, pues hasta mañana, que la niña quiere irse a su casa -ella se rió cariñosamente, y Sofí al final también. Le di un último beso y mi hermana y yo ya nos fuimos. Después de toda la tarde estudiando para los exámenes finales, me fui a la cama. Volví a pensar en ella...
-Para de mirarme -le dije cansado.
-Nop.
-¿Por qué?
-Ya me enteré... Bueno, todo el mundo se enteró... -dijo tapándose la boca con la mano.
-¿De... de qué? -le dije algo asustado.
-¿De qué va a ser? ¡De lo de Claire y tú! ¡En la fiesta no paraban de hablar! -me quedé horrorizado. ¿Y si me acosaban con preguntas? O peor... ¿y si la acosaban a ella?
-Mira que sois una panda de cotillas.
-Ya, ji, ji... -harto ya la cogí del brazo, cogí mi mochila y la suya y salimos por la puerta, aunque ella seguía sonriendo- ¡Adiós mamá y papá!
-¡Chao! -dijeron ellos. Durante todo el camino esa maldita criatura que debió de ser un perro no paraba de sonreír burlonamente, pero luego paró al ver mi expresión de enfado. Al llegar al colegio todos me empezaron a mirar y murmurar, pero yo me limitaba a pasar de ellos. Visualicé al grupo, pero ellos vinieron hacia mi.
-¡Qué chaval! Claire y tú sois la comidilla de todo el instituto -me dijo Mike.
-¿Pero por qué os lo tomáis tan a pecho? -les pregunté.
-Jolín, está claro ¿no? Pues porque todas intentaron ligar contigo desde primaria, y nunca lo consiguieron. y aparece una chica nueva normal y corriente... y te caza.
-¿Me qué?
-Pues eso... Yo me lo tomaría bien, ¿eh? -luego empezaron a hablar entre ellos, pero yo estaba pendiente en que llegara Claire, no podía esperar. De repente apareció, como casi siempre, roja del cansancio de correr. Se acercó y yo me reí.
-¿De qué te ríes? -dijo con la voz entrecortada- Correr porque se llega tarde no tiene gracia, por lo menos desde mi punto de vista. -sencillamente, ella me encantaba. La abracé y le di un beso.
-Perdóname cielo, pero es que estás muy graciosa con la cara roja y enfadada.
-¿Cielo? Vaya, vaya, mira que tortolitos... -dijo Brian.
-Oye, que tú también le dices cosas cariñosas a Carla ¿eh? -me defendió Alex- Y Mike también me dice cosas así, ¿verdad, amorcito? -después de escuchar la última palabra no pude evitar reírme, y mi defensora me fulminó con la mirada.
-Perdona, perdona -dije intentando no reírme, pero no podía- Es que... -me miró todavía peor- Bueno, nada.
-Venga, cada pareja que se llamen como quieran -dijo Claire. A continuación sonó el timbre para ir a clase... pero yo no quería separarme de Claire.
-¿Qué te parece si vamos juntos a tu clase? -ella se rió- Claro, seremos como una especie de pack...
-Lo sé, pero nos veremos en la... cuarta... -dijo abrazándome más.
-Está bien. -cada uno se fue a su clase. A mi me tocaba matemáticas, vamos, un aburrimiento. Después de tres horas insufribles llegó la deseada. Física y química. Donde me tocaba de pareja con Claire y además tendríamos que hacer algún experimento. Entré en la clase, pero ella no había llegado todavía, como siempre, entraba de última. Al pasar por la puerta y verme se le iluminó la cara y corrió hacia aquí. El profesor nos dijo que hiciéramos un experimento y empezamos mientras hablábamos.
-Dime una cosa, Claire. -le dije.
-Lo que quieras.
-Bueno, pues... ¿por qué siempre llegas tarde? Es solo curiosidad. -le pregunté un poco asustado a su reacción, pero se lo tomó bien.
-Es que... por la mañana mis padres siempre se van a trabajar antes de que me levante, así que pongo el despertador, pero... cuando empieza sonar no me doy cuenta y... llego tarde... y ahora durante las clases tengo que recoger todo y no me da tiempo... -dijo avergonzada.
-Je, je... -intenté no reírme, pero no podía.
-Joo, no te rías, que como ya te he dicho antes, no tiene gracia desde mi punto de vista.
-Es que... -de verdad que lo intentaba, pero no podía parar de reír, y ella se enfadó, cruzó los brazos y miró hacia otro lado.- Ay... perdóname, venga... pero es que estás tan graciosa... -ella seguía mirando hacia otro lado. Durante todo el día siguió enfadada, y al salir de clase seguía igual.
-¿Qué te pasa? -le preguntó Carla.
-Nada. -me miró de reojo. No podía aguantar más viéndola así... Me acerqué a ella, le cogí la mano, la abracé y la besé. Ella se ruborizó.
-Va, venga, ¿me perdonas? Que un día de sufrimiento ya es suficiente, ¿no crees? -ella, todavía entre mis brazos, suspiró profundamente, creo que para calmarse, y me devolvió el beso.
-Vaale... Pero te perdono porque sé que no te gusta que esté enfadada contigo...
-Gracias. -le sonreí y la volví a besar, pero alguien me tocó el hombro.
-Ejem... Drake, no es por molestar, pero yo me quiero ir a casa... ¿no tuvistéis demasiados besos por hoy? -dijo Sofí.
-Nop. -dije imitándola como a la mañana. Pero algo me dijo que sería mejor no enfadarla y me volví hacia Claire- Bueno, pues hasta mañana, que la niña quiere irse a su casa -ella se rió cariñosamente, y Sofí al final también. Le di un último beso y mi hermana y yo ya nos fuimos. Después de toda la tarde estudiando para los exámenes finales, me fui a la cama. Volví a pensar en ella...
viernes, 14 de agosto de 2009
La declaración. (Claire)
Entramos en el lugar donde se celebraba, estaba todo decorado, muy bien decorado, con muchos adornos y luces. Sencillamente parecía un cuento de hadas. Buscamos a nuestros amigos por la fiesta, y los encontramos más o menos en el centro de la estancia. Iban por parejas, menos algunos, claro. Alex pilló a Mike y se fue junto a él, Carla miró a Brian y también se fue hacia él, solo faltaba Drake. ¿Dónde estaba? De repente, alguien me dio unos golpecitos en el hombro desde atrás. Me volví y ahí estaba él, vestido con un traje totalmente parecido a un ángel. Nunca vi algo tan... tan... tan hermoso, por así decirlo. Me quedé con la boca abierta mirándolo, aunque él tampoco me quitaba ojo.
-Hola -dijo en una sonrisa- Perdona que te haya hecho esperar, pero... ¿quieres bailar? -me dijo alzando la mano mientras se curvaba como una reverencia.
-Esto... si, claro. -se me disparó el ritmo cardíaco, y más ruborizada no podía estar, sabiendo lo que le diría más tarde. Le cogí la mano y empezamos a bailar como todas las parejas. Me atrajo hacia él con una mano y yo apoyé la cabeza en su hombro. Esto me recordó al sueño que tuve hace algún tiempo, pero había una ligera diferencia: no estaba soñando, era real. De repente, me separó un poco de él para que le mirara a la cara.
-Claire, quiero que vengas conmigo un momento fuera. -no se le entendía muy bien debido a todas las voces y la música, pero le entendí. Les hizo un gesto a sus amigos de que nos íbamos fuera y ellos asintieron con una sonrisa. A parte de lo obvio, ¿por qué estaban tan contentos? Salimos fuera, no hacía nada de frío a pesar de que casi era de noche. Por esta parte el instituto tenía un gran jardín muy bien decorado y cuidado al que no se nos permitía pasar en horario del colegio, pero como era una fiesta, supongo que dejarían, ya que también había algunas parejas fuera, ya estaban sentados o daban paseos. Nos paramos hasta que estuvimos un poco lejos. Miré al cielo y estaba ya la luna, aunque todavía no oscureciera del todo, y alguna estrella. Se volvió y se me quedó mirando a los ojos.
-Verás... te he traído aquí porque quería algo... -se ruborizó un poco.- Quería decirte algo.
-Anda, que casualidad. Yo también quería decirte algo. Pero empieza tu primero. -le dije. Para mi sorpresa, me rodeó la cara con las dos manos y puso su frente en la mía. Vale, ahora si que mi corazón no podía ir más rápido, se debía de oír hasta en Francia... bueno, eso es pasarse, pero latía muy fuerte.
-Es que... no sé como... nunca en la vida me había pasado esto... Siento que solo quiero estar contigo... para siempre... -me dijo algo confuso. Después de todo esto, no podía aguantármelo más. Tenía que decírselo. Tenía un nudo en el estómago, y solté sin querer:
-Te amo... -le susurré. Cuando me di cuenta de lo que había dicho, me aparté rápidamente y me tapé la boca con una mano.
-¿Qué... qué has dicho? -me dijo todavía sosteniendo mi cara en sus manos.
-Esto... te-¡teatro!, he dicho teatro... -solté lo primero que se ocurrió, fue muy estúpido, pero aún así no se rió.
-No, dime que acabas de decir, de verdad. -suspiré profundamente.
-Te... te amo... -me miraba de hito en hito, se le ilumnó la cara y sonrió. Yo ya no tenía tanto miedo y le dije todo- Me... he estado enamorada de ti desde... desde que te vi. Todas las noches, siempre, pienso en ti, eso es lo que me ayuda a dormir, aunque tampoco lo puedo evitar...
-Pues... ya somos dos. -después de esa frase que me dejó sin palabras se acercó más a mi y finalmente me besó. Ese era el beso con el que siempre había soñado... desde que le vi... Después nos separamos, aunque yo seguía entre sus brazos, parecía que no era capaz de soltarme, aunque yo tampoco era capaz... Estuvimos abrazados un montón de tiempo, pero ya había anochecido totalmente y empezaba a hacer frío.
-¿Quieres que entremos, amor? -me dijo mientras me acariciaba una mejilla con la mano. Yo asentí, todavía no me lo creía. Era el más deseado de casi todas y solo me quería a mi... Le volví a abrazar más fuerte y entramos. Mike y Alex dejaron de bailar cuando nos vieron y se acercaron corriendo.
-¿Qué tal Romeo? -le dijo Mike a Drake- ¿Ya sois oficialmente novietes? -Drake se rió y me apretó todavía más.
-Si, supongo que si. -dijo con una sonrisa. Pasamos todos al centro a bailar, cuando estábamos bailando, él me volvió a besar, pero yo empecé a llorar un poco, y me miró preocupado.
-¿Qué... qué ocurre? ¿Estás bien? -me dijo confuso.
-Si, es solo que... -y lloré un poco más. Él alzó una mano, me secó las lágrimas y volvió a poner su frente sobre la mía.
-¿Que...?
-Que no me puedo creer que sea tan afortunada de tenerte... -le dije un poco conmocionada ya que lo tenía demasiado cerca y no pensaba con claridad.
-Yo tampoco lo creo... Te quiero -me susurró, y yo le besé.
-Hola -dijo en una sonrisa- Perdona que te haya hecho esperar, pero... ¿quieres bailar? -me dijo alzando la mano mientras se curvaba como una reverencia.
-Esto... si, claro. -se me disparó el ritmo cardíaco, y más ruborizada no podía estar, sabiendo lo que le diría más tarde. Le cogí la mano y empezamos a bailar como todas las parejas. Me atrajo hacia él con una mano y yo apoyé la cabeza en su hombro. Esto me recordó al sueño que tuve hace algún tiempo, pero había una ligera diferencia: no estaba soñando, era real. De repente, me separó un poco de él para que le mirara a la cara.
-Claire, quiero que vengas conmigo un momento fuera. -no se le entendía muy bien debido a todas las voces y la música, pero le entendí. Les hizo un gesto a sus amigos de que nos íbamos fuera y ellos asintieron con una sonrisa. A parte de lo obvio, ¿por qué estaban tan contentos? Salimos fuera, no hacía nada de frío a pesar de que casi era de noche. Por esta parte el instituto tenía un gran jardín muy bien decorado y cuidado al que no se nos permitía pasar en horario del colegio, pero como era una fiesta, supongo que dejarían, ya que también había algunas parejas fuera, ya estaban sentados o daban paseos. Nos paramos hasta que estuvimos un poco lejos. Miré al cielo y estaba ya la luna, aunque todavía no oscureciera del todo, y alguna estrella. Se volvió y se me quedó mirando a los ojos.
-Verás... te he traído aquí porque quería algo... -se ruborizó un poco.- Quería decirte algo.
-Anda, que casualidad. Yo también quería decirte algo. Pero empieza tu primero. -le dije. Para mi sorpresa, me rodeó la cara con las dos manos y puso su frente en la mía. Vale, ahora si que mi corazón no podía ir más rápido, se debía de oír hasta en Francia... bueno, eso es pasarse, pero latía muy fuerte.
-Es que... no sé como... nunca en la vida me había pasado esto... Siento que solo quiero estar contigo... para siempre... -me dijo algo confuso. Después de todo esto, no podía aguantármelo más. Tenía que decírselo. Tenía un nudo en el estómago, y solté sin querer:
-Te amo... -le susurré. Cuando me di cuenta de lo que había dicho, me aparté rápidamente y me tapé la boca con una mano.
-¿Qué... qué has dicho? -me dijo todavía sosteniendo mi cara en sus manos.
-Esto... te-¡teatro!, he dicho teatro... -solté lo primero que se ocurrió, fue muy estúpido, pero aún así no se rió.
-No, dime que acabas de decir, de verdad. -suspiré profundamente.
-Te... te amo... -me miraba de hito en hito, se le ilumnó la cara y sonrió. Yo ya no tenía tanto miedo y le dije todo- Me... he estado enamorada de ti desde... desde que te vi. Todas las noches, siempre, pienso en ti, eso es lo que me ayuda a dormir, aunque tampoco lo puedo evitar...
-Pues... ya somos dos. -después de esa frase que me dejó sin palabras se acercó más a mi y finalmente me besó. Ese era el beso con el que siempre había soñado... desde que le vi... Después nos separamos, aunque yo seguía entre sus brazos, parecía que no era capaz de soltarme, aunque yo tampoco era capaz... Estuvimos abrazados un montón de tiempo, pero ya había anochecido totalmente y empezaba a hacer frío.
-¿Quieres que entremos, amor? -me dijo mientras me acariciaba una mejilla con la mano. Yo asentí, todavía no me lo creía. Era el más deseado de casi todas y solo me quería a mi... Le volví a abrazar más fuerte y entramos. Mike y Alex dejaron de bailar cuando nos vieron y se acercaron corriendo.
-¿Qué tal Romeo? -le dijo Mike a Drake- ¿Ya sois oficialmente novietes? -Drake se rió y me apretó todavía más.
-Si, supongo que si. -dijo con una sonrisa. Pasamos todos al centro a bailar, cuando estábamos bailando, él me volvió a besar, pero yo empecé a llorar un poco, y me miró preocupado.
-¿Qué... qué ocurre? ¿Estás bien? -me dijo confuso.
-Si, es solo que... -y lloré un poco más. Él alzó una mano, me secó las lágrimas y volvió a poner su frente sobre la mía.
-¿Que...?
-Que no me puedo creer que sea tan afortunada de tenerte... -le dije un poco conmocionada ya que lo tenía demasiado cerca y no pensaba con claridad.
-Yo tampoco lo creo... Te quiero -me susurró, y yo le besé.
martes, 11 de agosto de 2009
Debo ir elegante... (Claire)
¡Por fin es el día deseado! Después de toda la mañana en clase, la verdad bastante aburrida menos por supuesto cuando estaba con Drake, llegó la tarde. Estaba mirando la tele cuando eran las seis, así que tendría que irme ya a casa de Carla para prepararnos. Cogí mi chaqueta y me dispuse a salir por la puerta cuando escucho a mi madre hablar desde la cocina:
-Cariño, ¿ya te vas?
-Si, sino llegaré tarde.
-Muy bien, hasta luego. Pero cuando vuelvas, quiero que vengas todavía impecable y con el vestido, que quiero hacerte fotos.
-Je, je... Si... como no... Chao... -le dije un poco asustada. Salí rápidamente y fui andando hasta su casa. Llamé al timbre dos veces y me abrió el hermano pequeño de Carla.
-Hola, guapa, ¿quieres pasar? -me dijo el niño con una voz... rara.
-Esto... si, por supuesto -y le dediqué una sonrisa, que me la devolvió. Carla apareció de repente detrás de él con cara de enfado, pero me quedé con la boca abierta cuando la vi ya preparada. Llevaba un vestido rosa hasta las rodillas con un lazo en la cintura, y ya estaba maquillada y peinada. Estaba muy guapa.
-¡¿Quieres parar de intentar "ligar" con mis amigas?! -me cogió del brazo y me arrastró hasta su habitación. Ahí ya estaba Alex mirando dos vestidos, pero paró de admirarlos para darme una sonrisa y volver a verlos- Perdona Claire, pero es que mi hermano es un poco... bueno, que intenta gustarle a todas.
-Oh vaya... -me reí.
-Imagínate como acosó a la pobre Alex... Bueno, ¡es hora de prepararse! -dijo entusiasmada.
Nos cogió a Alex y a mi de la muñeca y nos colocó en dos sillas delante de un gran espejo. Ya tenía todo preparado en la mesa.
-Bien, empecemos primero contigo Alex -dijo en medio de una sonrisa, pero Alex se veía asustada. Cogió un set de maquillaje cogiendo de todo:lápiz de ojos, pintalabios... Después de unos 10 minutos, Alex estaba muy guapa.
-Bien, ahora el pelo. -dejó el set en la mesa y le hizo un moño que le quedaba genial. Al terminar con ella, admiró su obra y Alex igual, quedándose con la boca abierta, como yo. Luego se acercó a mi y me empezó a maquillar casi igual que Alex. Cuando terminó con el maquillaje empezó con mi pelo. Primero me hizo el moño de Alex, pero no le convencía, entonces me soltó el pelo, cogió un bote de la mesa y me roció con él en la cabeza. Al cabo de unos minutos tenía el pelo rizado con tirabuzones. Me quedé con la boca abierta, y Alex, como antes, también.
-Increíble... -exclamamos ella y yo al unísono.
-Lo sé -dijo Carla con satisfacción- Ahora poneos los vestidos -miró hacia Alex- Toma, este es el tuyo -cogió el vestido de la derecha, era azul que se ataba al cuello como un bikini, muy bonito- Y Claire, toma -cogió el vestido que quedaba, era rojo hasta las rodillas con volantes, este me gustaba mucho- Bien, pues vestíos.
Nos pusimos los vestidos y nos miramos en el espejo. Me encantaba. Sencillamente, eran perfectos.
-Estáis muy, muy guapas. Si es que soy la mejor en esto -y Alex y yo le sonreímos.
-Gracias, Carla -le dije.
-Sip, muchas gracias -me siguió Alex.
-De nada, de nada. Y ahora salimos ya sino llegaremos tarde. -nos cogió de las muñecas y salimos de la habitación. Llegamos abajo, se despidió de sus padres y cogió las llaves del coche.
-¿Estáis seguras de que no queréis que os lleve uno de nosotros? -dijo su padre.
-¡No! ¡Ni en broma, qué vergüenza! -dijo Carla- ¡¡Nick!! ¡Baja de una maldita vez! -le gritó a su hermano. Éste bajó con un traje, también estaba guapo, pero estaba de brazos cruzados.
-¡¡Tranquila, que ya estoy!! -nos miró a Alex y a mi de arriba a abajo y se acercó a nosotras- Bueno, bueno -nos cogió de la mano a cada una- ¿qué joyas tenemos aquí? -Alex y yo nos miramos mutuamente confusas. ¿Tiene 12 años y ya está pensando en eso?
-¡Suéltalas y vámonos! -nos soltó a regañadientes y salimos los cuatro por la puerta. Entramos en el coche y nos dirigimos a allí. La verdad estaba muy nerviosa...
-Cariño, ¿ya te vas?
-Si, sino llegaré tarde.
-Muy bien, hasta luego. Pero cuando vuelvas, quiero que vengas todavía impecable y con el vestido, que quiero hacerte fotos.
-Je, je... Si... como no... Chao... -le dije un poco asustada. Salí rápidamente y fui andando hasta su casa. Llamé al timbre dos veces y me abrió el hermano pequeño de Carla.
-Hola, guapa, ¿quieres pasar? -me dijo el niño con una voz... rara.
-Esto... si, por supuesto -y le dediqué una sonrisa, que me la devolvió. Carla apareció de repente detrás de él con cara de enfado, pero me quedé con la boca abierta cuando la vi ya preparada. Llevaba un vestido rosa hasta las rodillas con un lazo en la cintura, y ya estaba maquillada y peinada. Estaba muy guapa.
-¡¿Quieres parar de intentar "ligar" con mis amigas?! -me cogió del brazo y me arrastró hasta su habitación. Ahí ya estaba Alex mirando dos vestidos, pero paró de admirarlos para darme una sonrisa y volver a verlos- Perdona Claire, pero es que mi hermano es un poco... bueno, que intenta gustarle a todas.
-Oh vaya... -me reí.
-Imagínate como acosó a la pobre Alex... Bueno, ¡es hora de prepararse! -dijo entusiasmada.
Nos cogió a Alex y a mi de la muñeca y nos colocó en dos sillas delante de un gran espejo. Ya tenía todo preparado en la mesa.
-Bien, empecemos primero contigo Alex -dijo en medio de una sonrisa, pero Alex se veía asustada. Cogió un set de maquillaje cogiendo de todo:lápiz de ojos, pintalabios... Después de unos 10 minutos, Alex estaba muy guapa.
-Bien, ahora el pelo. -dejó el set en la mesa y le hizo un moño que le quedaba genial. Al terminar con ella, admiró su obra y Alex igual, quedándose con la boca abierta, como yo. Luego se acercó a mi y me empezó a maquillar casi igual que Alex. Cuando terminó con el maquillaje empezó con mi pelo. Primero me hizo el moño de Alex, pero no le convencía, entonces me soltó el pelo, cogió un bote de la mesa y me roció con él en la cabeza. Al cabo de unos minutos tenía el pelo rizado con tirabuzones. Me quedé con la boca abierta, y Alex, como antes, también.
-Increíble... -exclamamos ella y yo al unísono.
-Lo sé -dijo Carla con satisfacción- Ahora poneos los vestidos -miró hacia Alex- Toma, este es el tuyo -cogió el vestido de la derecha, era azul que se ataba al cuello como un bikini, muy bonito- Y Claire, toma -cogió el vestido que quedaba, era rojo hasta las rodillas con volantes, este me gustaba mucho- Bien, pues vestíos.
Nos pusimos los vestidos y nos miramos en el espejo. Me encantaba. Sencillamente, eran perfectos.
-Estáis muy, muy guapas. Si es que soy la mejor en esto -y Alex y yo le sonreímos.
-Gracias, Carla -le dije.
-Sip, muchas gracias -me siguió Alex.
-De nada, de nada. Y ahora salimos ya sino llegaremos tarde. -nos cogió de las muñecas y salimos de la habitación. Llegamos abajo, se despidió de sus padres y cogió las llaves del coche.
-¿Estáis seguras de que no queréis que os lleve uno de nosotros? -dijo su padre.
-¡No! ¡Ni en broma, qué vergüenza! -dijo Carla- ¡¡Nick!! ¡Baja de una maldita vez! -le gritó a su hermano. Éste bajó con un traje, también estaba guapo, pero estaba de brazos cruzados.
-¡¡Tranquila, que ya estoy!! -nos miró a Alex y a mi de arriba a abajo y se acercó a nosotras- Bueno, bueno -nos cogió de la mano a cada una- ¿qué joyas tenemos aquí? -Alex y yo nos miramos mutuamente confusas. ¿Tiene 12 años y ya está pensando en eso?
-¡Suéltalas y vámonos! -nos soltó a regañadientes y salimos los cuatro por la puerta. Entramos en el coche y nos dirigimos a allí. La verdad estaba muy nerviosa...
domingo, 9 de agosto de 2009
Debo ir elegante... (Drake)
Al despertarme por la mañana ya me di cuenta, hoy era el día temido, el día del baile, dónde me dejé claro a mi mismo que le diría a Claire... lo que tengo que decirle. Ayer ya lo pensé, ya que no fue un gran día, había transcurrido exactamente igual que antes de ayer... Aunque no entiendo por qué el baile este tiene que celebrarse antes de que terminen los exámenes finales, pero me da igual. Me levanté, vestí y bajé. Mi hermana ya había terminado de desayunar, y yo no tenía hambre, así que la cogí del brazo y la arrastré hasta la entrada para irnos. Hoy solo había clase por la mañana por razones obvias... mejor. Durante el camino me estuvo hablando:
-Y... ¿con quién vas a ir al baile de esta noche? -dijo entre una sonrisa.
-No te importa. -dije, no me apetecía hablar.
-Vas a ir con la chica nueva, ¿a que si? -miré hacia otro lado- Tomaré eso como una afirmación. Y...
-Cállate...
-Jo... -llegamos por fin al instituto. Me dirigí hacia mi grupo que parecía que se alegraban de verme, menos, claro está, Jake. Le sonreí satisfactoriamente, lo que le hizo rabiar. La mañana pasó igual de aburrida que ayer, y antes de ayer, y antes de antes de ayer... Menos cuando Claire aparecía a mi lado, que el tiempo se iba volando. Al salir de clase me despedí de todos, cogí a mi hermana y nos fuimos a casa. Durante la comida empezaron los interrogatorios por parte de mis padres:
-Bueno chicos, ¿ya tendréis pareja para el bailecito de esta noche, no? -dijo mi madre emocionada.
-Si... -dijimos al unísono. Nos seguía haciendo preguntas raras, todo había que decirlo, y al terminar de comer nos fuimos a ver la tele. Toda la tarde transcurrió normal, y llegó la hora de prepararse. Fui a mi habitación, al armario y cogí lo más elegante que tenía. No pensaba matarme por un estúpido baile. Cogí unos pantalones negros, una camisa blanca y la chaqueta también negra. Hala, ya estaba listo. Terminé de prepararme y salí de mi habitación. Bajé al salón ya que aún faltaba media hora, y me puse a ver la tele con mi padre, que también estaba allí.
-Vaya, que guapo, chico.
-Emm... papá, que un hombre le diga a otro que está guapo es un poco...
-Si, tienes razón. No volveré a hacerlo. -dijo en medio de una sonrisa. Al cabo de 20 minutos, Sofí bajó. Mi padre y yo miramos hacia ella y nos quedamos con la boca abierta. Llevaba un vestido rojo con volantes hasta las rodillas y unas sandalias, y una chaquetita corta negra y el pelo recogido en un moño castaño. Y estaba maquillada, resaltándole sus ojos azules. Muy guapa, pero papá se pondrá...
-Aaaahhh, ¿qué...? -dijo asustado. Es que... parecía mucho mayor...
-¿Quién eres tú y que has hecho con Sofí? -dije bromeando.
-Ja, ja, ja. Muy gracioso. Vaya, estás muy guapo. -me dijo.
-Ojalá pudiera decir lo mismo... -me fulminó con la mirada- No, es broma. Me duele decirlo, pero estás preciosa... -me sonrió satisfactoriamente. Bajó las escaleras y me puse a su lado mirando hacia nuestro padre por si acaso se le ocurre alguna barbaridad...
-Guau... como habéis crecido... Pero -dijo mirando hacia Sofí- dime que no irás así. Imagínate que cualquiera... -de repente apareció nuestra madre.
-Ay... que me da... -estaba... ¿hiperventilando?- Mis bebés... mis pequeños bebés...
-Mejor nos escapamos por la ventana... -le susurré a Sofí.
-No, por la chimenea. Están ya muy viejos para trepar... -me dijo. Nos reímos ante esas opciones.
-Bueno, nosotros nos vamos ya... -dije algo asustado por sus reacciones. Cogí las llaves del coche de mis padres y abrí la puerta seguido de mi hermana, pero mamá nos cortó.
-Esperad... -nos volvimos a la vez y nos sacó una foto. Y otra. Y otra...
-Emm... mamá... habrá muchos más bailes... -le dije.
-Ya, pero... ay... mis bebés... -que pesadilla... Ahora si, salí de casa seguido de Sofí y fuimos hacia el coche. Se podían oír los gritos de mi padre.
-¡Por tu padre, o sea por mi, cuida bien del coche! -sonreí. Quizá nosotros somos los "bebés" de mi madre, pero para mi padre su bebé era el Mercedes... y si le hacía solo un rasguño, me mata. Aunque la mayoría de los rayazos se los hace mi madre... Entramos y nos dirigimos al instituto, donde se celebraba.
-Y... ¿con quién vas a ir al baile de esta noche? -dijo entre una sonrisa.
-No te importa. -dije, no me apetecía hablar.
-Vas a ir con la chica nueva, ¿a que si? -miré hacia otro lado- Tomaré eso como una afirmación. Y...
-Cállate...
-Jo... -llegamos por fin al instituto. Me dirigí hacia mi grupo que parecía que se alegraban de verme, menos, claro está, Jake. Le sonreí satisfactoriamente, lo que le hizo rabiar. La mañana pasó igual de aburrida que ayer, y antes de ayer, y antes de antes de ayer... Menos cuando Claire aparecía a mi lado, que el tiempo se iba volando. Al salir de clase me despedí de todos, cogí a mi hermana y nos fuimos a casa. Durante la comida empezaron los interrogatorios por parte de mis padres:
-Bueno chicos, ¿ya tendréis pareja para el bailecito de esta noche, no? -dijo mi madre emocionada.
-Si... -dijimos al unísono. Nos seguía haciendo preguntas raras, todo había que decirlo, y al terminar de comer nos fuimos a ver la tele. Toda la tarde transcurrió normal, y llegó la hora de prepararse. Fui a mi habitación, al armario y cogí lo más elegante que tenía. No pensaba matarme por un estúpido baile. Cogí unos pantalones negros, una camisa blanca y la chaqueta también negra. Hala, ya estaba listo. Terminé de prepararme y salí de mi habitación. Bajé al salón ya que aún faltaba media hora, y me puse a ver la tele con mi padre, que también estaba allí.
-Vaya, que guapo, chico.
-Emm... papá, que un hombre le diga a otro que está guapo es un poco...
-Si, tienes razón. No volveré a hacerlo. -dijo en medio de una sonrisa. Al cabo de 20 minutos, Sofí bajó. Mi padre y yo miramos hacia ella y nos quedamos con la boca abierta. Llevaba un vestido rojo con volantes hasta las rodillas y unas sandalias, y una chaquetita corta negra y el pelo recogido en un moño castaño. Y estaba maquillada, resaltándole sus ojos azules. Muy guapa, pero papá se pondrá...
-Aaaahhh, ¿qué...? -dijo asustado. Es que... parecía mucho mayor...
-¿Quién eres tú y que has hecho con Sofí? -dije bromeando.
-Ja, ja, ja. Muy gracioso. Vaya, estás muy guapo. -me dijo.
-Ojalá pudiera decir lo mismo... -me fulminó con la mirada- No, es broma. Me duele decirlo, pero estás preciosa... -me sonrió satisfactoriamente. Bajó las escaleras y me puse a su lado mirando hacia nuestro padre por si acaso se le ocurre alguna barbaridad...
-Guau... como habéis crecido... Pero -dijo mirando hacia Sofí- dime que no irás así. Imagínate que cualquiera... -de repente apareció nuestra madre.
-Ay... que me da... -estaba... ¿hiperventilando?- Mis bebés... mis pequeños bebés...
-Mejor nos escapamos por la ventana... -le susurré a Sofí.
-No, por la chimenea. Están ya muy viejos para trepar... -me dijo. Nos reímos ante esas opciones.
-Bueno, nosotros nos vamos ya... -dije algo asustado por sus reacciones. Cogí las llaves del coche de mis padres y abrí la puerta seguido de mi hermana, pero mamá nos cortó.
-Esperad... -nos volvimos a la vez y nos sacó una foto. Y otra. Y otra...
-Emm... mamá... habrá muchos más bailes... -le dije.
-Ya, pero... ay... mis bebés... -que pesadilla... Ahora si, salí de casa seguido de Sofí y fuimos hacia el coche. Se podían oír los gritos de mi padre.
-¡Por tu padre, o sea por mi, cuida bien del coche! -sonreí. Quizá nosotros somos los "bebés" de mi madre, pero para mi padre su bebé era el Mercedes... y si le hacía solo un rasguño, me mata. Aunque la mayoría de los rayazos se los hace mi madre... Entramos y nos dirigimos al instituto, donde se celebraba.
viernes, 7 de agosto de 2009
Pronto será el baile... (Claire)
Al despertarme lo primero que me vino por la cabeza fue el baile que tendremos dentro de poco. Casi siempre había ido, pero solo con mis antigüos amigos. Pero este año había una ligera diferencia... Tenía pareja. Sonreí ante eso. No me lo podía creer. Además todas se peleaban por él...
Increíble. Me levanté, desayuné y me fui al instituto. Todos estaban ya allí, ahora nos poníamos todos juntos en grupo. Pero... una chica se acercó a Drake toda ruborizada y le dijo algo en un susurro, pero él negó con la cabeza y le decía algo más, pero a esa distancia no podía oírlo. Me acerqué a ellos.
-Vaya, hablando del rey de roma -dijo Brian en medio de una sonrisa- ¿Qué tal?
-¡Hola! -dijeron los demás.
-Hola... ¿hablabáis de mi? -pregunté extrañada.
-No, solo que a las demás chicas no les entra en la cabeza que Drake ya tiene pareja... -dijo Mike, que tenía un brazo alrededor de los hombros de Alex.
-Vaya, no sabía que aquí había nueva parejita... -dije sonriendo.
-Emm... ejem... si, así es... -dijo Alex toda avergonzada.
De repente apareció otra chica que se acercaba a Drake, le susurraba algo y el volvía a negar con la cabeza ya un poco harto.
-No, he dicho que ya tengo pareja. Ahora dejadme en paz, pesadas. -la chica se fue toda decepcionada y cabizbaja. Vaya, no pensé que fuera tan grosero... No, si que lo pensé. Sonó la campana y todos nos fuimos a clase. Todo el día transcurrió exactamente normal, pero ahora que lo pensaba, no sabía cuando era el baile ese. Ya había pancartas y todo en los corchos del recinto. Seguramente dentro de una semana o así... Al salir de clase fui me reuní con los demás, ya que me estaban esperando, y hablé con Carla.
-Oye Carla... -pregunté vacilante.
-Dime.
-¿Cuando es el baile?
-¿No lo sabes? Pues es pasado mañana... -me quedé paralizada.
-¡¡¿¿Cu-cuando??!! ¡¿Pasado mañana?! ¡¿Por qué no me avisasteis?!
-Pensé que lo sabías... ¡¿eso quiere decir que no tienes un vestido?!
-¡Está claro que no!
-Mmm... tengo una idea genial. Alex, sepárate un momentín de tu gran amor y ven.
-¿Será un momentín? -dijo Mike abrazando todavía más a Alex. En ese momento quería ser yo a la que abrazaran así, pero cambiarle a él por Drake...
-Si... -dijo Carla ya cansada.
-Vale, vale... -y Alex vino hacia nosotras.- ¿Qué ocurre?
-¿Tú tienes ya un vestido para el baile? -le preguntó.
-Si... ¿por qué?
-Mmm... no me fío de tu "moda", así que pasado mañana quiero, repito QUIERO que vengáis a mi casa. ¿De acuerdo?
-Si. -dijimos las dos al unísono pero sin muchas ganas, ya que yo miraba a Drake y Alex miraba a Mike.
-¡¡¡No os oigo!!! -nos sobresaltamos.
-¡¡Siiii!!
-Así me gusta. Venga, tú -le dijo a Alex- puedes volver con tu Romeo y tú -dijo refiriéndose a mi- puedes volver con tu amiguito sarcástico. Hala, hasta mañana. -y ya nos fuimos todos a nuestras casas después de despedirnos. Al llegar hice todo lo rutinario hasta la noche, y me acosté. Ya no podía más. Tenía que decirle a Drake cuanto le... amaba... pero había un problema, él es muy así, y seguro que si se lo digo, se ríe en mi cara y no volvemos a ser amigos... Ni siquiera hablarnos... Eso si que no lo soportaría... No, tengo que decírselo. El mejor momento sería en el baile... Después de tanto pensar me dormí...
Increíble. Me levanté, desayuné y me fui al instituto. Todos estaban ya allí, ahora nos poníamos todos juntos en grupo. Pero... una chica se acercó a Drake toda ruborizada y le dijo algo en un susurro, pero él negó con la cabeza y le decía algo más, pero a esa distancia no podía oírlo. Me acerqué a ellos.
-Vaya, hablando del rey de roma -dijo Brian en medio de una sonrisa- ¿Qué tal?
-¡Hola! -dijeron los demás.
-Hola... ¿hablabáis de mi? -pregunté extrañada.
-No, solo que a las demás chicas no les entra en la cabeza que Drake ya tiene pareja... -dijo Mike, que tenía un brazo alrededor de los hombros de Alex.
-Vaya, no sabía que aquí había nueva parejita... -dije sonriendo.
-Emm... ejem... si, así es... -dijo Alex toda avergonzada.
De repente apareció otra chica que se acercaba a Drake, le susurraba algo y el volvía a negar con la cabeza ya un poco harto.
-No, he dicho que ya tengo pareja. Ahora dejadme en paz, pesadas. -la chica se fue toda decepcionada y cabizbaja. Vaya, no pensé que fuera tan grosero... No, si que lo pensé. Sonó la campana y todos nos fuimos a clase. Todo el día transcurrió exactamente normal, pero ahora que lo pensaba, no sabía cuando era el baile ese. Ya había pancartas y todo en los corchos del recinto. Seguramente dentro de una semana o así... Al salir de clase fui me reuní con los demás, ya que me estaban esperando, y hablé con Carla.
-Oye Carla... -pregunté vacilante.
-Dime.
-¿Cuando es el baile?
-¿No lo sabes? Pues es pasado mañana... -me quedé paralizada.
-¡¡¿¿Cu-cuando??!! ¡¿Pasado mañana?! ¡¿Por qué no me avisasteis?!
-Pensé que lo sabías... ¡¿eso quiere decir que no tienes un vestido?!
-¡Está claro que no!
-Mmm... tengo una idea genial. Alex, sepárate un momentín de tu gran amor y ven.
-¿Será un momentín? -dijo Mike abrazando todavía más a Alex. En ese momento quería ser yo a la que abrazaran así, pero cambiarle a él por Drake...
-Si... -dijo Carla ya cansada.
-Vale, vale... -y Alex vino hacia nosotras.- ¿Qué ocurre?
-¿Tú tienes ya un vestido para el baile? -le preguntó.
-Si... ¿por qué?
-Mmm... no me fío de tu "moda", así que pasado mañana quiero, repito QUIERO que vengáis a mi casa. ¿De acuerdo?
-Si. -dijimos las dos al unísono pero sin muchas ganas, ya que yo miraba a Drake y Alex miraba a Mike.
-¡¡¡No os oigo!!! -nos sobresaltamos.
-¡¡Siiii!!
-Así me gusta. Venga, tú -le dijo a Alex- puedes volver con tu Romeo y tú -dijo refiriéndose a mi- puedes volver con tu amiguito sarcástico. Hala, hasta mañana. -y ya nos fuimos todos a nuestras casas después de despedirnos. Al llegar hice todo lo rutinario hasta la noche, y me acosté. Ya no podía más. Tenía que decirle a Drake cuanto le... amaba... pero había un problema, él es muy así, y seguro que si se lo digo, se ríe en mi cara y no volvemos a ser amigos... Ni siquiera hablarnos... Eso si que no lo soportaría... No, tengo que decírselo. El mejor momento sería en el baile... Después de tanto pensar me dormí...
miércoles, 5 de agosto de 2009
La visita y la invitación... (Drake)
Al despertarme por la mañana, lo primero que se me pasó por la cabeza fue el próximo baile que tendremos en el instituto. Ahí es cuando empezaban las peleas, los arañazos, los insultos y demás entre las chicas por ir conmigo. Pero esta vez, eligiría yo a la chica. Me levanté, me vestí y bajé a desayunar. Estaban todos sentados ya, mi padre leyendo el periódico de los domingos, mi madre preparando unas tostadas y mi hermanita sin querer comer. Me senté y empecé a desayunar cuando mi padre empieza a hablar:
-Familia... -empezamos bien...- como hoy es domingo me gustaría que hiciéramos algo. Dar un paseo o... ¡ir al zoo!
-Por mi perfecto. -dijo mi madre.
-¡Siiii! -gritó mi hermana entusiasmada.
-Nop. -dije.
-¿Qué?
-No me apetece ir... no dormí bien y... bueno ya sabes... -inventando excusas soy penoso, creo que es en lo único.- Yo me quedo en casa.
-¿Estás seguro? -preguntó mi madre.
-Sip, totalmente seguro.
-Oh, está bien. Pues después de comer nos vamos. -y después de una mañana aburrida, llegó la hora de comer, terminamos y se fueron.
-¡Chao! -se despidió mi hermana.
-Cariño, ¿pero seguro que no quieres venir con nosotros? -preguntó mi madre.
-Totalmente seguro.
-Ay... está bien. Hasta luego. Seguramente volveremos tarde. Chao -me dio un beso en la cabeza y se fueron. Miré hacia el reloj, eran todavía las cinco de la tarde. Mmm... quizá tocaría un poco el piano... Me dirigí al salón y me puse a tocar varias canciones. Entre una, alguien toca el timbre.
-No podían ser más oportunos... -murmuré. Me levanté del asiento y me fui a abrir la puerta. Me impresionó mucho quién había llamado.- ¿Claire?
-Esto... hola... -dijo ruborizada y con los brazos detrás de la espalda.
-¿Qué haces aquí?
-P... pues... me... me apetecía venir a verte... ¿Puedo pasar?
-Oh, si claro. -por lo menos no estaría solo. Pasó por la puerta y la cerré. La conduje hasta el salón y se le iluminó la cara.
-Es... precioso... -la miré extrañado. Si ella lo dice...
-Mmm... gracias. -paseó la mirada por la sala y se paró en el piano.
-¿Eras tú... el que tocaba el piano? -yo asentí. Ella sonrió mucho y se dirigió hasta él.- Siempre quise tocarlo, pero mi madre siempre dice que no sirve para nada...
-Oh, que madre más encantadora... -me fulminó con la mirada- No, no me malinterpretes, pero es que... decir eso... -me senté en el mismo lugar de antes, y le indiqué con la mano que se sentara a mi lado, y ella lo hizo así. Se notaba que estaba nerviosa. Empecé a tocar una canción bastante fácil, ya que me la sabía de memoria, y Claire no paraba de mirar las teclas. Luego, su notable latido cardíaco subia por momentos, y me hizo reír.
-¿De qué te ríes? -me preguntó algo enfadada, por si era por ella.
-Oh, de nada. ¿Quieres probar?
-Emm... pero como ya te he dicho, no sé... -no la dejé acabar. Le cogí las dos manos y se las coloqué encima de las teclas. Me junté más a ella, sino no podía tocar el piano bien. Puse mis dedos encima de los suyos y empezamos a tocar una canción lenta. Ahora si que se podía oír sus latidos notablemente, y se había puesto totalmente roja, al igual que yo. Terminamos de tocar la canción.
-B... bueno... esta... es la canción -tatamudeé. Nunca me había pasado esto, nunca. Me separé rápidamente de ella. Los dos nos levantamos a la vez con prisa. Vi el reloj y ya eran ¡¿las siete y media?!
-Vaya, que rápido se pasa el tiempo... -murmuré.
-Y que... lo digas. -dijo todavía ruborizada.- Mmm... será mejor que me vaya ya, sino me regañarán.
-¿Te regañarán? Pero no es tan tarde...
-Lo sé, ser hija única tiene sus consecuencias... -me sonrió- Bueno, pues eso, ya me voy.- Fue hacia la entrada, pero antes de que la abriera le cogí la mano y le frené. No podía perder la oportunidad, sino ese Jake... Se volvió a ruborizar, me encantaba... -¿Q... qué ocurre?
-Mmm... voy a andar sin rodeos, ¿quieres ir al próximo baile del instituto conmigo? Ya sabes, como dos buenos amigos...-le solté.
-¡¿Eh?! Oh, esto... si... ¡claro! ¡Por supuesto! -se le veía emocionada, pero intentaba ocultarlo, se le notaba... Eso me hizo reír.
-Muy bien, pues hasta mañana.
-Si... ¡chao! -primero me sonrió y luego se fue. Suspiré de alivio. De repente aparecieron mis padres y mi hermana en la puerta, que la tenía abierta.
-¿Qué haces así? -me preguntó mi hermana.
-Nada...
-Venga, entremos ya. -dijo mi padre. Entraron, llegó la hora de cenar, cenamos y me fui para cama. Se me ocurrió una duda... ¿le gustaba yo a ella? Bueno, estaba claro que si... pero seguro que como amigo, ya que ella no era como las demás... Y como no, me dormí pensando en ella...
-Familia... -empezamos bien...- como hoy es domingo me gustaría que hiciéramos algo. Dar un paseo o... ¡ir al zoo!
-Por mi perfecto. -dijo mi madre.
-¡Siiii! -gritó mi hermana entusiasmada.
-Nop. -dije.
-¿Qué?
-No me apetece ir... no dormí bien y... bueno ya sabes... -inventando excusas soy penoso, creo que es en lo único.- Yo me quedo en casa.
-¿Estás seguro? -preguntó mi madre.
-Sip, totalmente seguro.
-Oh, está bien. Pues después de comer nos vamos. -y después de una mañana aburrida, llegó la hora de comer, terminamos y se fueron.
-¡Chao! -se despidió mi hermana.
-Cariño, ¿pero seguro que no quieres venir con nosotros? -preguntó mi madre.
-Totalmente seguro.
-Ay... está bien. Hasta luego. Seguramente volveremos tarde. Chao -me dio un beso en la cabeza y se fueron. Miré hacia el reloj, eran todavía las cinco de la tarde. Mmm... quizá tocaría un poco el piano... Me dirigí al salón y me puse a tocar varias canciones. Entre una, alguien toca el timbre.
-No podían ser más oportunos... -murmuré. Me levanté del asiento y me fui a abrir la puerta. Me impresionó mucho quién había llamado.- ¿Claire?
-Esto... hola... -dijo ruborizada y con los brazos detrás de la espalda.
-¿Qué haces aquí?
-P... pues... me... me apetecía venir a verte... ¿Puedo pasar?
-Oh, si claro. -por lo menos no estaría solo. Pasó por la puerta y la cerré. La conduje hasta el salón y se le iluminó la cara.
-Es... precioso... -la miré extrañado. Si ella lo dice...
-Mmm... gracias. -paseó la mirada por la sala y se paró en el piano.
-¿Eras tú... el que tocaba el piano? -yo asentí. Ella sonrió mucho y se dirigió hasta él.- Siempre quise tocarlo, pero mi madre siempre dice que no sirve para nada...
-Oh, que madre más encantadora... -me fulminó con la mirada- No, no me malinterpretes, pero es que... decir eso... -me senté en el mismo lugar de antes, y le indiqué con la mano que se sentara a mi lado, y ella lo hizo así. Se notaba que estaba nerviosa. Empecé a tocar una canción bastante fácil, ya que me la sabía de memoria, y Claire no paraba de mirar las teclas. Luego, su notable latido cardíaco subia por momentos, y me hizo reír.
-¿De qué te ríes? -me preguntó algo enfadada, por si era por ella.
-Oh, de nada. ¿Quieres probar?
-Emm... pero como ya te he dicho, no sé... -no la dejé acabar. Le cogí las dos manos y se las coloqué encima de las teclas. Me junté más a ella, sino no podía tocar el piano bien. Puse mis dedos encima de los suyos y empezamos a tocar una canción lenta. Ahora si que se podía oír sus latidos notablemente, y se había puesto totalmente roja, al igual que yo. Terminamos de tocar la canción.
-B... bueno... esta... es la canción -tatamudeé. Nunca me había pasado esto, nunca. Me separé rápidamente de ella. Los dos nos levantamos a la vez con prisa. Vi el reloj y ya eran ¡¿las siete y media?!
-Vaya, que rápido se pasa el tiempo... -murmuré.
-Y que... lo digas. -dijo todavía ruborizada.- Mmm... será mejor que me vaya ya, sino me regañarán.
-¿Te regañarán? Pero no es tan tarde...
-Lo sé, ser hija única tiene sus consecuencias... -me sonrió- Bueno, pues eso, ya me voy.- Fue hacia la entrada, pero antes de que la abriera le cogí la mano y le frené. No podía perder la oportunidad, sino ese Jake... Se volvió a ruborizar, me encantaba... -¿Q... qué ocurre?
-Mmm... voy a andar sin rodeos, ¿quieres ir al próximo baile del instituto conmigo? Ya sabes, como dos buenos amigos...-le solté.
-¡¿Eh?! Oh, esto... si... ¡claro! ¡Por supuesto! -se le veía emocionada, pero intentaba ocultarlo, se le notaba... Eso me hizo reír.
-Muy bien, pues hasta mañana.
-Si... ¡chao! -primero me sonrió y luego se fue. Suspiré de alivio. De repente aparecieron mis padres y mi hermana en la puerta, que la tenía abierta.
-¿Qué haces así? -me preguntó mi hermana.
-Nada...
-Venga, entremos ya. -dijo mi padre. Entraron, llegó la hora de cenar, cenamos y me fui para cama. Se me ocurrió una duda... ¿le gustaba yo a ella? Bueno, estaba claro que si... pero seguro que como amigo, ya que ella no era como las demás... Y como no, me dormí pensando en ella...
lunes, 3 de agosto de 2009
En el cine... (Claire)
Hoy tuve un sueño. Iba yo vestida con un hermoso vestido y entraba en una gran sala donde muchísimas personas bailaban con una preciosa canción. Había una gran fuente donde el agua acababa en una gran piscina llena de peces, y una mesa con una estatua de cristal. Me quedé parada en la entrada, pero alguien me cogió de la mano. Miré hacia su cara y, como no, era Drake. Iba vestido de un elegante traje negro con camisa blanca.
-¿Quieres bailar? -me preguntó.
-S... si, cla... claro -tartamudeé. Él me arrastró hasta el centro y empezamos a bailar. El corazón me iba a mil por hora, y seguro que estaba más roja que la propia sangre. Él no paraba de sonreirme, ni de mirarme. Varias chicas muy guapas se quedaban mirándole e indecisas de acercarse o no, pero Drake pasaba totalmente de ellas, no me quitaba el ojo de encima, y yo me ruborizaba todavía más y miraba hacia el suelo. De repente, me empujó hacia él y apoyé la cabeza en su pecho mientras me abrazaba. No podía ser más feliz en esos momentos... Hasta que me desperté.
-¡No! ¡Maldita sea! ¡¿Por qué tuve que despertarme?! ¡Qué injusto! -grité, pero obviamente nadie iba a responderme, ya que mis padres trabajaban hasta la hora de comer. Me levanté, me vestí, hice la cama, desayuné y me puse a ver un poco la tele. Pero en realidad no le prestaba atención, ya que no podía parar de pensar en... ese sueño tan maravilloso... No sé por qué, pero se me escapó una lágrima... No quería despertarme... Llegó la hora de comer, mis padres llegaron, comimos y me preparé para ir al cine. Eran las 7 menos cuarto, así que sería mejor que me marchara ya. Salí y me dirigí al centro comercial, y ya me los encontré allí. Jake estaba totalmente malhumorado, ¿por qué sería? Luego me di cuenta. Drake y sus dos amigos estaban aquí. Éste no paraba de sonreír, y Alex tonteaba con uno de ellos, a lo que a éste parecía gustarle.
-Bueno que, ¿entramos? -preguntó Drake aburrido.
-Si... claro que si... -dijo Jake entre dientes. Juraría que había murmurado algún insulto hacia Drake por lo bajo.
-Y... ¿qué película vamos a ver? -pregunté.
-¿Qué os parece si vamos a ver... Up? -preguntó Carla.
-¡Si! -dijeron todos en coro. Yo no podía dejar de mirar a Drake, y cuando éste se dio cuenta me guiñó un ojo. Y yo, por supuesto, me sonrojé.
Cogimos las entradas, palomitas y bebidas y entramos en la sala. Fui la primera en sentarme, a mi izquierda estaban Alex y el amigo de Drake, y a mi derecha estaban, a mi lado, Jake... y a su lado Drake, y atrás los demás. A media película, el amigo de Drake "bostezó" y puso su brazo en los hombros de Alex, y Jake lo miró. También "bostezó" y estuvo a punto de rodearme con el brazo, pero a Drake se le cayó medio paquete de palomitas encima de Jake.
-¡Pero qué haces! -gritó Jake.
-Ssshhh -dijeron todos los de la sala. Drake reía entre dientes, y Jake estaba poniéndose otra vez rojo, pero esta vez de vergënza y rabia. Cuando faltaban solo 5 minutos para que acabara la película, yo coloqué la mano en el apoyador del asiento, y Jake también, y la puso encima de la mía. De repente la coca-cola de Drake se cayó encima de Jake, mojándole completamente, y empezaron los gritos.
-¡¡¿¿Pero qué haces, pedazo de imbécil??!! -le gritó mientras estaban ya los créditos de la peli, y las luces se encendieron. Estaba completamente mojado.
-Oh, lo sieeeento taaanto... No era mi intención mojarte... -le dijo Drake con falso pesar.
-¡¿Qué no era tu intención?! -a continuación varios guardias vinieron.
-¿Qué ocurre aquí? -preguntó uno.
-Oh, nada agente. Éste, que es un escandaloso. -le dijo Drake. Nuestros amigos se echaron a reír por lo bajo.- Es que acaba de salir del psiquiátrico, y ya saben... el pobre... que todavía se está recuperando... -todo el mundo se echó a reír otra vez, incluso un policía que estaba detrás.
-Je, je... Vale. Pero será mejor que lo volváis a llevar, y venga, fuera de aquí, je, je...
Todo el mundo salió de la sala y Jake se dirigió al baño a limpiarse. Todos le esperaban, pero Drake decidió irse.
-Esto... yo ya me voy. No me apetece esperar.
-Vale... entonces hasta el lunes. -se estaba yendo, pero decidí que también quería irme. Así por lo menos estaríamos un rato solos.
-¡Espera! -se paró en la entrada- Yo... yo también me voy ya... que se me hace tarde.
-¿Seguro? ¿No será peligroso que vayas tú sola hasta casa de noche? -me preguntó Carla.
-Yo la acompañaré. -se ofreció Drake. Se me iluminó la cara.
-Oh, está bien. Nosotros seguiremos esperando hasta que salga.
-Bien, vamos. -me indicó con la cabeza que salgáramos, se puso las manos en los bolsillos del pantalón y salimos.
Íbamos por la acera sin mirarnos el uno a otro siquiera. ¿Le contaría lo de mi sueño? No... que vergüenza... ¿o si?
-Oye... -le dije.
-Dime.
-Emm... gracias otra vez, es que... como pudiste observar no... Jake no me gusta nada y... parece que yo a él si... así que... gracias de nuevo...
-Tranquila, que yo ahora seré tu ángel guardián -bromeó, pero y que lo diga, ya que tiene cara de ángel y siempre me "protege". Por un impulso como el del otro día, no pude evitar cogerle de la mano. Él se sorprendió un poco, pero no se la quitó, en vez de eso, me la apretó más fuerte.
Después de todo el camino, llegamos a mi casa, y nos paramos en la entrada.
-Bueno, ¿ves? Llegaste sana y salva. -me dijo sonriendo.
-Si... -me ruboricé.
-Bien, pues yo ya me voy. ¡Chao! -se iba a ir, pero no le pude soltar la mano, no era capaz.- Esto... tengo... que irme a casa así que...
-Si, claro, vete. -lo intentó otra vez, pero de nuevo no podía soltarle, tenía miedo de que desapareciera, era estúpido, pero yo me sentía así...
-Si, si yo INTENTO irme, pero dudo mucho que pueda irme sino me sueltas... -aunque él también me la apretaba, pero se la solté.- Gracias... y chao.
-Eh... ¡espera!
-¿Si?
-Emm... bueno, nada. Chao... -y fue desapareciendo en la oscuridad. Me quedé mirándole mientras se iba. Al final entré en casa, cené, me puse el pijama y me acosté en la cama. No podía dejar de pensar en él... Espero tener el mismo sueño de hoy...
-¿Quieres bailar? -me preguntó.
-S... si, cla... claro -tartamudeé. Él me arrastró hasta el centro y empezamos a bailar. El corazón me iba a mil por hora, y seguro que estaba más roja que la propia sangre. Él no paraba de sonreirme, ni de mirarme. Varias chicas muy guapas se quedaban mirándole e indecisas de acercarse o no, pero Drake pasaba totalmente de ellas, no me quitaba el ojo de encima, y yo me ruborizaba todavía más y miraba hacia el suelo. De repente, me empujó hacia él y apoyé la cabeza en su pecho mientras me abrazaba. No podía ser más feliz en esos momentos... Hasta que me desperté.
-¡No! ¡Maldita sea! ¡¿Por qué tuve que despertarme?! ¡Qué injusto! -grité, pero obviamente nadie iba a responderme, ya que mis padres trabajaban hasta la hora de comer. Me levanté, me vestí, hice la cama, desayuné y me puse a ver un poco la tele. Pero en realidad no le prestaba atención, ya que no podía parar de pensar en... ese sueño tan maravilloso... No sé por qué, pero se me escapó una lágrima... No quería despertarme... Llegó la hora de comer, mis padres llegaron, comimos y me preparé para ir al cine. Eran las 7 menos cuarto, así que sería mejor que me marchara ya. Salí y me dirigí al centro comercial, y ya me los encontré allí. Jake estaba totalmente malhumorado, ¿por qué sería? Luego me di cuenta. Drake y sus dos amigos estaban aquí. Éste no paraba de sonreír, y Alex tonteaba con uno de ellos, a lo que a éste parecía gustarle.
-Bueno que, ¿entramos? -preguntó Drake aburrido.
-Si... claro que si... -dijo Jake entre dientes. Juraría que había murmurado algún insulto hacia Drake por lo bajo.
-Y... ¿qué película vamos a ver? -pregunté.
-¿Qué os parece si vamos a ver... Up? -preguntó Carla.
-¡Si! -dijeron todos en coro. Yo no podía dejar de mirar a Drake, y cuando éste se dio cuenta me guiñó un ojo. Y yo, por supuesto, me sonrojé.
Cogimos las entradas, palomitas y bebidas y entramos en la sala. Fui la primera en sentarme, a mi izquierda estaban Alex y el amigo de Drake, y a mi derecha estaban, a mi lado, Jake... y a su lado Drake, y atrás los demás. A media película, el amigo de Drake "bostezó" y puso su brazo en los hombros de Alex, y Jake lo miró. También "bostezó" y estuvo a punto de rodearme con el brazo, pero a Drake se le cayó medio paquete de palomitas encima de Jake.
-¡Pero qué haces! -gritó Jake.
-Ssshhh -dijeron todos los de la sala. Drake reía entre dientes, y Jake estaba poniéndose otra vez rojo, pero esta vez de vergënza y rabia. Cuando faltaban solo 5 minutos para que acabara la película, yo coloqué la mano en el apoyador del asiento, y Jake también, y la puso encima de la mía. De repente la coca-cola de Drake se cayó encima de Jake, mojándole completamente, y empezaron los gritos.
-¡¡¿¿Pero qué haces, pedazo de imbécil??!! -le gritó mientras estaban ya los créditos de la peli, y las luces se encendieron. Estaba completamente mojado.
-Oh, lo sieeeento taaanto... No era mi intención mojarte... -le dijo Drake con falso pesar.
-¡¿Qué no era tu intención?! -a continuación varios guardias vinieron.
-¿Qué ocurre aquí? -preguntó uno.
-Oh, nada agente. Éste, que es un escandaloso. -le dijo Drake. Nuestros amigos se echaron a reír por lo bajo.- Es que acaba de salir del psiquiátrico, y ya saben... el pobre... que todavía se está recuperando... -todo el mundo se echó a reír otra vez, incluso un policía que estaba detrás.
-Je, je... Vale. Pero será mejor que lo volváis a llevar, y venga, fuera de aquí, je, je...
Todo el mundo salió de la sala y Jake se dirigió al baño a limpiarse. Todos le esperaban, pero Drake decidió irse.
-Esto... yo ya me voy. No me apetece esperar.
-Vale... entonces hasta el lunes. -se estaba yendo, pero decidí que también quería irme. Así por lo menos estaríamos un rato solos.
-¡Espera! -se paró en la entrada- Yo... yo también me voy ya... que se me hace tarde.
-¿Seguro? ¿No será peligroso que vayas tú sola hasta casa de noche? -me preguntó Carla.
-Yo la acompañaré. -se ofreció Drake. Se me iluminó la cara.
-Oh, está bien. Nosotros seguiremos esperando hasta que salga.
-Bien, vamos. -me indicó con la cabeza que salgáramos, se puso las manos en los bolsillos del pantalón y salimos.
Íbamos por la acera sin mirarnos el uno a otro siquiera. ¿Le contaría lo de mi sueño? No... que vergüenza... ¿o si?
-Oye... -le dije.
-Dime.
-Emm... gracias otra vez, es que... como pudiste observar no... Jake no me gusta nada y... parece que yo a él si... así que... gracias de nuevo...
-Tranquila, que yo ahora seré tu ángel guardián -bromeó, pero y que lo diga, ya que tiene cara de ángel y siempre me "protege". Por un impulso como el del otro día, no pude evitar cogerle de la mano. Él se sorprendió un poco, pero no se la quitó, en vez de eso, me la apretó más fuerte.
Después de todo el camino, llegamos a mi casa, y nos paramos en la entrada.
-Bueno, ¿ves? Llegaste sana y salva. -me dijo sonriendo.
-Si... -me ruboricé.
-Bien, pues yo ya me voy. ¡Chao! -se iba a ir, pero no le pude soltar la mano, no era capaz.- Esto... tengo... que irme a casa así que...
-Si, claro, vete. -lo intentó otra vez, pero de nuevo no podía soltarle, tenía miedo de que desapareciera, era estúpido, pero yo me sentía así...
-Si, si yo INTENTO irme, pero dudo mucho que pueda irme sino me sueltas... -aunque él también me la apretaba, pero se la solté.- Gracias... y chao.
-Eh... ¡espera!
-¿Si?
-Emm... bueno, nada. Chao... -y fue desapareciendo en la oscuridad. Me quedé mirándole mientras se iba. Al final entré en casa, cené, me puse el pijama y me acosté en la cama. No podía dejar de pensar en él... Espero tener el mismo sueño de hoy...
sábado, 1 de agosto de 2009
No puedo separarme de ella... (por Drake)
Nunca me había sentido así. Después de levantarme volví a pensar en ella, pero con más intensidad. Miré mi calendario y era viernes... es decir, que mañana no habría clase, y no la vería. Si sufro todas las mañanas y noches porque ella no está, entonces ¿podré aguantar dos días seguidos? Bueh, claro que si... Me vestí, bajé las escaleras corriendo y me dispuse a salir por la puerta cuando alguien me llama:
-Drake, ¿no vas a desayunar nada? -me dijo mi madre.
-No, no... tengo hambre. Gracias de todos modos. -ella asintió con una sonrisa. Sólo era capaz de ser educado con ella, quizá porque es mi madre...
-Pero espera a tu hermana y así vais juntos. Ya va a terminar la leche. -maldita sea. Me dirigí a la cocina y allí estaba ella, comiendo tranquilamente y sin ninguna prisa. Me puse nervioso. Y ella se dió cuenta.
-¿Qué te pasa? Si todavía falta un cuarto de hora...
-Ya, pero... tengo prisa.
-Ah, ya. Es por esa chica, ¿verdad? -se le iluminó la cara. Puse los ojos en blanco y me crucé de brazos, apoyándome en la pared. -¿No te vas a sentar?
-No.
-¿Y no te cansas de estar así?
-No.
-Pero...
-¡Come y calla!
-Vaaaalee... -pero como todas las hermanitas, empezó a comer, pero muy, muy despacio. Cada vez me ponía más nervioso, la... echaba de menos...
-¡Un perro! ¡Tenía que pedirle a mamá un perro en vez de una hermana! -ella sonrió llena de satisfacción, digna de su hermano.
-¿Pero es por esa chica o no? -me quedé pensativo. ¿Para que iba mentirle?
-Si... -dije con un hilo de voz.
-Aaahhh, asi si. -y empezó a comer a toda velocidad. A los 20 segundos se lo acabó todo.- Hale, vamos. -bajó de la silla, cogió su mochila y luego de mi brazo y me arrastró hasta la entrada. Fuimos corriendo hasta el instituto, y como no, allí estaba mi grupito pero hablaban con... las amigas... de Claire. Ella todavía no había llegado. Me acerqué y todos me saludaron con la mano, menos las chicas que se limitaron a sonrojarse y mirar hacia abajo, y Jake, claro, que me fulminaba con la mirada. Le sonreí, y el se sonrojó otra vez de rabia. Llevaba un yeso en la mano y un gran moratón en el ojo. Sonreí todavía más. Se lo merecía. Llegué junto al grupo y mi hermana se fue con sus amigas, y después de unos minutos llega Claire bastante cansada, se notaba que vino corriendo. Buscó a sus amigas con la mirada, pero como no las encontraba, y ellas no se dieron cuenta de que había llegado, la saludé con la mano. Ella miró y se sonrojó totalmente, y le indiqué que viniera. Ella vaciló pero luego se acercó, y las vió. Ellas se dieron cuenta y las saludaron:
-¡Hola! ¿Viniste corriendo? -le preguntó la morena.
-Hola... si... -dijo entre jadeos- es que... llegaba tarde y... bueno eso... -miró hacia los demás chicos y luego a mi- Hola...
-¡Hola! -dijeron todos a coro, con una gran sonrisa. De repente sonó el timbre para que entráramos a clase, y todos asi lo hicimos. Ya en clase, me senté en el primer lugar que vi, Claire se sentó a mi lado (y las demás chicas peleándose para ponerse a mi alrededor), y como no, Jake se puso a su otro lado. A la media hora más o menos, Jake empezó a hablarle.
-Oye... ¿quieres ir mañana al cine? -le susurró.
-Esto... ¿al cine? Bueno... pero irán los demás también, ¿no?
-Eh, si, claro que si. Si te refieres a Carla, Brian y Alex si. -le dijo no muy convencido.
-Oh, entonces vale. -ella miró hacia mi, supongo que también querría invitarme, pero luego se volvió hacia Jake, y yo lo miré con el rabillo del ojo, y no tenía buena cara.
Después de todo el día, salimos del instituto y el memo ese les preguntó a sus amigos para ir al cine. Todos ellos aceptaron. Me acerqué un poquitín más.
-Y... ¿a qué hora quedamos? -preguntó la rubia.
-Sobre las ocho. ¿Si? -dijo Jake sin parar de mirar a Claire.
-Siii. -dijeron todos menos ella, que buscaba algo, pero no lo encontraba. Volví con mis amigos, y ella miró hacia aquí, y se le iluminó la cara, me buscaba a mi... Le dediqué una sonrisa y me volví hacia ellos.
-Chicos, ¿tenéis que hacer algo mañana? -les pregunté.
-No, ¿por qué? -dijeron al unísono.
-Pues entonces ya sé a dónde podemos ir... -y sonreí todo lo que pude.
-Drake, ¿no vas a desayunar nada? -me dijo mi madre.
-No, no... tengo hambre. Gracias de todos modos. -ella asintió con una sonrisa. Sólo era capaz de ser educado con ella, quizá porque es mi madre...
-Pero espera a tu hermana y así vais juntos. Ya va a terminar la leche. -maldita sea. Me dirigí a la cocina y allí estaba ella, comiendo tranquilamente y sin ninguna prisa. Me puse nervioso. Y ella se dió cuenta.
-¿Qué te pasa? Si todavía falta un cuarto de hora...
-Ya, pero... tengo prisa.
-Ah, ya. Es por esa chica, ¿verdad? -se le iluminó la cara. Puse los ojos en blanco y me crucé de brazos, apoyándome en la pared. -¿No te vas a sentar?
-No.
-¿Y no te cansas de estar así?
-No.
-Pero...
-¡Come y calla!
-Vaaaalee... -pero como todas las hermanitas, empezó a comer, pero muy, muy despacio. Cada vez me ponía más nervioso, la... echaba de menos...
-¡Un perro! ¡Tenía que pedirle a mamá un perro en vez de una hermana! -ella sonrió llena de satisfacción, digna de su hermano.
-¿Pero es por esa chica o no? -me quedé pensativo. ¿Para que iba mentirle?
-Si... -dije con un hilo de voz.
-Aaahhh, asi si. -y empezó a comer a toda velocidad. A los 20 segundos se lo acabó todo.- Hale, vamos. -bajó de la silla, cogió su mochila y luego de mi brazo y me arrastró hasta la entrada. Fuimos corriendo hasta el instituto, y como no, allí estaba mi grupito pero hablaban con... las amigas... de Claire. Ella todavía no había llegado. Me acerqué y todos me saludaron con la mano, menos las chicas que se limitaron a sonrojarse y mirar hacia abajo, y Jake, claro, que me fulminaba con la mirada. Le sonreí, y el se sonrojó otra vez de rabia. Llevaba un yeso en la mano y un gran moratón en el ojo. Sonreí todavía más. Se lo merecía. Llegué junto al grupo y mi hermana se fue con sus amigas, y después de unos minutos llega Claire bastante cansada, se notaba que vino corriendo. Buscó a sus amigas con la mirada, pero como no las encontraba, y ellas no se dieron cuenta de que había llegado, la saludé con la mano. Ella miró y se sonrojó totalmente, y le indiqué que viniera. Ella vaciló pero luego se acercó, y las vió. Ellas se dieron cuenta y las saludaron:
-¡Hola! ¿Viniste corriendo? -le preguntó la morena.
-Hola... si... -dijo entre jadeos- es que... llegaba tarde y... bueno eso... -miró hacia los demás chicos y luego a mi- Hola...
-¡Hola! -dijeron todos a coro, con una gran sonrisa. De repente sonó el timbre para que entráramos a clase, y todos asi lo hicimos. Ya en clase, me senté en el primer lugar que vi, Claire se sentó a mi lado (y las demás chicas peleándose para ponerse a mi alrededor), y como no, Jake se puso a su otro lado. A la media hora más o menos, Jake empezó a hablarle.
-Oye... ¿quieres ir mañana al cine? -le susurró.
-Esto... ¿al cine? Bueno... pero irán los demás también, ¿no?
-Eh, si, claro que si. Si te refieres a Carla, Brian y Alex si. -le dijo no muy convencido.
-Oh, entonces vale. -ella miró hacia mi, supongo que también querría invitarme, pero luego se volvió hacia Jake, y yo lo miré con el rabillo del ojo, y no tenía buena cara.
Después de todo el día, salimos del instituto y el memo ese les preguntó a sus amigos para ir al cine. Todos ellos aceptaron. Me acerqué un poquitín más.
-Y... ¿a qué hora quedamos? -preguntó la rubia.
-Sobre las ocho. ¿Si? -dijo Jake sin parar de mirar a Claire.
-Siii. -dijeron todos menos ella, que buscaba algo, pero no lo encontraba. Volví con mis amigos, y ella miró hacia aquí, y se le iluminó la cara, me buscaba a mi... Le dediqué una sonrisa y me volví hacia ellos.
-Chicos, ¿tenéis que hacer algo mañana? -les pregunté.
-No, ¿por qué? -dijeron al unísono.
-Pues entonces ya sé a dónde podemos ir... -y sonreí todo lo que pude.
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