miércoles, 14 de julio de 2010

Capítulo 12

-Levántate, vamos.
Me crucé de brazos acostada en el suelo, y fruncí el ceño.
-¿Para qué? Si total me vas a volver a tirar, so bruto.
Puso los ojos en blanco, y sacudió la cabeza.
-No seas ridícula. Lo único que necesitas es práctica. Cosa que a ti te falta.
-Lo único que necesitas es práctica –le imité-. Pues me da igual. Echaré raíces aquí si hace falta.
Bufó, se colocó a mi lado, se acuclilló y, para mi sorpresa, me cogió en brazos.
Me revolví tercamente y me dejó de pie en el suelo.
-Hala, ya estás.
-Mira, tengo todavía la comida en el estómago, un sueño que me tira para atrás y estoy rodeada de testosterona por vuestra parte. Así que por favor, dame un respiro.
Jack se rió. Y me puso la zancadilla. Caí hacia adelante, manchándome la cara de tierra.
-¡Ay! ¿A qué ha venido eso? –dije todavía con la cara en el suelo.
-Te acabo de enseñar el porqué no te puedes fiar de nadie, en ningún momento. Te puede pasar esto.
Me puse de rodillas y me limpié los ojos y las mejillas, pero esta vez el estómago y la cabeza me daban vueltas. Jack se arrodilló en frente de mí y me revolvió el pelo como hacía mi antigua vecina la anciana Dina, y me limpió la frente.
-Al final voy a acabar por encariñarme contigo.
-Sí, me hago de querer. Pero ahora en serio, te juro que me va a dar algo. Dejémoslo por hoy, porfa.
Sonrió y asintió mientras se levantaba. Fue hacia un banco y se colocó la camiseta, los calcetines y sus tenis.
-¡Chicos, nosotros ya hemos acabado!
Los demás asintieron y siguieron con lo suyo. Mi guardián me cogió del brazo y me acompañó hasta mi cuarto.
-¿Y este repentino sueño? –me preguntó mientras subíamos las escaleras.
Tropecé, pero él me cogió al momento.
-Pues… esto… supongo que… será simplemente cansancio.
Pero yo sabía muy bien que era por los fantasmas que había visto anoche.
Después de ducharme, Vicky vino, y empezamos a hablar.
-¿Has visto aquel chico tan mono que hay en la clase de Historia? ¡Creo que me he enamorado! –me contó.
Yo asentía, y ella se dio cuenta de que me pasaba algo.
-Alex, ¿te encuentras bien?
-¿Eh? Sí, claro. Estoy perfectamente… No te preocupes.
-Pues no lo parece.
-No me pasa nada, en serio. Es sólo que tengo un sueño que me caigo para atrás. Buenas noches.
Vicky se encogió de hombros y apagó la luz.

*Bueno, pues lo mismo que puse en el otro, tardé bastante porque no tuve tiempo. Lo lamento. Y creé otro blog, Storyteller Y bueno, si queréis entráis, si no, pues nada. Gracias.