Mientras ella y yo esperábamos, su marido abrió la puerta, escuchamos murmullos y cerró la puerta. Entró en la cocina aliviado.
-No eran ellos, eran unos vendedores... -pero lo interrumpió otra vez el timbre.
Puso los ojos en blanco, seguro que creía que eran ellos otra vez, peor yo no estaba tan seguro... Fue otra vez hacia la puerta, la abrió y se escucharon gritos. Lo sabía. Dos personas vinieron corriendo hacia aquí.
-¡¡¡¡Drake!!!! ¡¡Tú, aparta las manos de mi hijo!! -dijo mamá.
-¡No hasta que te tranquilices! -le dijo "mi protectora".
-¡No voy a tranquilizarme, dámelo! -cada vez se ponía más nerviosa.
Suspiré, le puse una mano en el hombro a la madre de Claire y me puse a su lado. Miré hacia la mía.
-Mamá... si gritas... -mejor no decírselo hasta que se apacigüara- Por favor, no levantes la voz...
-¿Qué no grite? ¡¿Qué no grite?! ¡¿Cómo pretendes que no grite?! ¡¡Te escapaste de casa!! ¡¿Y para qué?! ¡¡Sólo para preocuparnos a tu padre y a mí!! Eres muy egoísta, Drake.
Ahora la madre de Claire intervino, muy enfadada.
-Grace, Drake NO es egoísta, ni por asomo. Ni siquiera sabes el motivo de por qué está aquí. ¡Además viajó con sus propios ahorros! ¡¿Cómo te atreves a llamarle egoísta a tu hijo?!
-¿Ah, sí? ¿Y por qué estás aquí, Drake? -me preguntó.
Yo vacilé, miré hacia la madre de Claire dudoso, por si acaso, pero ella me asintió, y su padre también. Tragué saliva sonoramente.
-Bien... estoy aquí porque... por Claire... Mamá, estoy... estoy enamorado de Claire y...
-¡¿Que tú qué?!
-Si... somos novios desde hace bastante...
-Ah, no. No, no, no. ¡¿Viniste sólo aquí para estar con ella?!
-¿Perdona? ¿"Sólo"? Pues sí, y para curarla, pero... ya me da igual lo que pienses. Mamá, papá, que os quede claro, yo no me muevo de aquí sin Claire. -dije despacio cada sílaba mientras me cruzaba de brazos.
Mis padres se quedaron anonados, aunque los padres de Claire sonrieron. Menos mal.
-Vaya Drake, no sabía que...
-Pues ahora ya lo sabes. Lo siento, pero...
Mi padre sonrió y vino hacia mí, poniéndome una mano en el hombro.
-Tiene razón, cariño. Si la quiere pues... -mi madre suspiró.
Ya tenía victoria asegurada.
-¡¡No!! Lo siento, Drake, pero no...
-¡Grace! ¡Lo que pasó entre nosotras no puede prohibirles!
-Esto no tiene que ver con lo que pasó, sino que lo que me preocupa es que le hagan daño...
De repente escuchamos pasos en las escaleras que bajaban. Claire apareció en la cocina soñolienta, miró hacia mí mientras se frotaba un ojo y luego miró hacia mis padres, asustada.
Fui rápidamente hacia ella para tranquilizarla, abrazándola.
-Tranquila, está más o menos todo controlado... -le susurré al oído.
Ella asintió.
-¿Lo ves? Se nota que se quieren mucho... -dijo su madre.
-Pero... -replicó la mía.
-Drake, ¿qué pasa? ¿Ocurre algo malo? -me preguntó Claire.
-Esto... Nada, que mi madre no acepta nuestra relación, -dije fulminando a ésta con la mirada- pero tranquila, te prometo que no me iré de aquí sin ti.
-Gracias... -dijo mientras me abrazaba más fuerte.
Mi madre se le quedó mirando, pero no con rabia, sino confusa.
-Amy... ¿esa... esa es tu hija? -le preguntó.
La madre de Claire asintió.
-¿Qué le pasa?
-¡Lo que intentamos decirte! ¡Drake vino por ella, para curarla! Si no fuera por tu hijo... no sé lo que hubiera pasado, la verdad.
Mamá se quedó pensativa. Respiró hondo, suspiró y vino hacia mí.
-Cariño... perdóname... no sabía que... -miró hacia Claire, y volvió otra vez a mí- Lo siento...
-No pasa nada, pero la próxima vez confía un poco más en mí. -asintió, y yo le sonreí.
-Entonces... -empezó Claire- ¿Pod... podemos volver a casa? -le dijo a sus padres, todavía abrazada a mí.
-Si, cariño. -dijo su padre- Además... el jefe casi lloró cuando le dije que me iba... Seguramente mañana nos iremos.
Todos nos reímos.
-¡¿Así que nos vamos?! -volvió a decir Claire.
Los dos asintieron sonrientes, y Claire por un impulso me besó en los labios. Nuestros padres se quedaron congelados, aunque a mí no me importaba, y parecía que a ella tampoco. Cuando nos separamos -yo a regañadientes- me vino una pregunta a la cabeza. Me giré hacia mi madre, todavía abrazando a Claire.
-¿Por qué os peleastéis?
Las dos me miraron, y luego se miraron entre ellas.
-Emm... bueno... la verdad es que es una estupidez ahora que lo pienso... éramos jóvenes... -dijo mamá.
-Si, tienes razón, fue una verdadera estupidez. Perdona, Grace. Lo siento de veras. -dijo Amy.
-No, yo lo siento más. De aquella era una cría estúpida y...
Las dos se abrazaron. Me parece que no nos iban a decir su "estupidez", pero me parece que iba algo sobre chicos...
-Bueno, quiero que os quedéis a dormir aquí, por favor. -dijo el padre de Claire.
-Es que... no creo que... además Sofí... aunque esté con la abuela... no sé...
-Venga, por favor...
Mis padres se quedaron pensativos.
-Bueno... está bien...
-¡Gracias! -dijeron los dos a la vez.
Claire sonrió y me abrazó más. No me pude resistir a darle otro beso. Miré hacia nuestros padres, y me encogí de hombros.
-¿Qué? Vosotros dos lo hacéis siempre en casa, mientras Sofí y yo estamos presentes y nos aguantamos, pues ahora me toca a mí. -les sonreí.
-¿Dónde está el Drake simpático y dulce que estaba antes?
-Desapareció, y sólo volverá a aparecer cuando Claire me lo pida, sino no. -y le di otro beso más.