*Antes de nada, querías daros las gracias por vuestro gran apoyo, y por supuesto, vuestros comentarios me ayudan a seguir escribiendo ^^
Y *JeM*FaA*, sip, el libro "Los cuatro tronos" es la segunda parte del libro "La novena noche", pero sinceramente, no me está gustando nada. Es mucho mejor el primero. Sólo para que conste.
Y bueno, ahí va el capítulo:
Les esperaba en la puerta trasera del castillo. Yo estaba apoyado en la pared, digamos tomando el poco sol que había, cuando les sentí venir. Me reincorporé enseguida.
-¿Lo habéis conseguido? –pregunté.
-Jack, ¡casi nos cogen! –Se quejó Max-. Pero algo escuchamos, sí… Algo de quitarle los años que le sobran o algo así al director… No entendimos mucho.
-Aún así no me gusta espiar a Alex. ¡Es nuestra amiga! No deberíamos…
-Hey, tranquilos –dije-. Esto es cosa mía, no os preocupéis. Podéis iros.
Los tres salieron corriendo. Miré el reloj. Quedaban cinco minutos para ir a clase. Me tocaría dar matemáticas. Empecé a caminar por el césped cuando la oí:
-¡Tú!
Me volví y me encontré a Alex corriendo hacia mí hecha una furia.
Suspiré.
-¡¿Pero qué pretendes?!
-¿Qué pretendo de qué?
-¡¿Cómo que…?! ¡¿Me estás tomando el pelo?! ¡Eres un maldito pesado! ¿Qué pasa? Mira, sólo llevas aquí tres años, y eso no te da derecho a…
-¿Sabes que estás muy guapa cuando te enfadas? –comenté mirándola con ternura.
Eso la sacó de su hilo.
-Ah, esto… -se sonrojó. Qué mona-. ¡Mierda! ¡No me interrumpas! ¡Cómo te decía, eso no te da derecho a espiar!
-No espiaba. Sólo investigaba.
-¡Pues apunta con la lupa a otra parte, Sherlock Holmes! ¡Aquí no hay nada que descubrir!
-Oh, querida, sí que lo hay. Algo raro pasa contigo, y te aseguro que yo también sé cosas que tú no sobre ti.
Eso la desconcertó. Sonreí.
-Sí, como lo oyes. ¿Cómo naciste? ¿Lo recuerdas? –Se quedó muda-. ¿Sabes al menos dónde naciste?
Miró hacia otro lado.
-Que yo sepa nací de una simple molécula de aire que sufrió una mutación y…
-¡Ja! ¿Eso es lo que te han contado? Sí señor, muy científico. En casos como éste me siento muy orgulloso de dar biología. No seas ridícula. Vale que vivimos en un mundo de magia y fantasía, pero científicamente hablando es imposible que de una simple molécula de aire salga un organismo tan complejo como el del ser humano y aún por encima mutarlo para controlar el mismísimo tiempo.
-¿Entonces…? –dijo con un hilo de voz.
-Mira, hagamos una cosa. Yo te cuento lo que sé, y tú me cuentas lo que puedes hacer. Todo. ¿Trato hecho?
Se lo pensó unos momentos, pero yo ya sabía con antelación que iba a aceptar.
-¿Entonces tengo padres?
-Ay… no lo sé… Te lo diré si tú me dices lo tuyo…
-Está bien. Quedamos esta noche en… tu habitación. Allí no podrá escucharnos nadie. En la mía estará Vicky.
-Muy bien, entonces. Hasta dentro de poco.
Le tendí la mano. Ella la miró, frunció el ceño y se fue de allí. Sonreí.
Esta chica cada día me gusta más.