Oh, perfecto, Lengua. Al entrar en clase vi que casi todas las chicas se volteaban a mirarme maravilladas. Y, para que no me mirasen en clase, me puse en un sitio de atrás en todo. Por lo demás la clase transcurrió como siempre. Ahora me tocaba física y química, y tendría que ver a la chica otra vez... Salí de la clase y me fui a la clase de en frente, y en el pasillo, allí estaba ella con dos chicas más. Parecía que se despedían. Una me señaló indicando que la estaba esperando, y Claire se volvió a despedir y vino hacia mi. ¿Esperando yo? ¡Yo no esperaba a nadie! Aunque entonces... ¿por qué me quedé parado cuando la vi? Ella se acercó y empezó a hablar.
-¡Hola! Era esta la clase ¿no? -me preguntó, aunque creo que lo hacía porque sí, ya que se le notaba convencida.
-Si, es esta. Y venga, que no tengo todo el tiempo. -ella me miró confusa, pero me siguió a dentro.
El profesor nos dijo que hoy tocaba laboratorio, así que podíamos empezar a hacer parejas. Mierda, todos mis amigos estaban en las otras clases. Casi todas las chicas me señalaban como locas para que fuera su compañero... Aunque aún tenía una solución. Cogí del brazo a Claire y anuncié que ya tenía compañera, y todas se fueron cabizbajas. Claire se ruborizó notablemente, no sé si por anunciar la pequeña noticia o porque la agarré del brazo. Supongo que la primera opción. Nos colocamos en parejas en las mesas y el profesor nos dió varios vasos y líquidos para hacer los experimentos. Miré hacia mi compañera, y ésta se volvió a ruborizar totalmente y apartó la vista. No sé por qué, pero me gustaba su rubor, parecía... adorable.
-Oye, ¿sabes hacer este tipo de experimentos? -le pregunté todavía mirándola, no podía apartar la vista de ella.
-Mmm... p-pues... creo q-que s-si... -me dijo tartamudeando, por una vez en mi vida, sentía pena por alguien.
-Bueno, pues empecemos. -y después de esto realizamos el experimento, pero nos explotó unas cuantas veces, aunque pocas comparadas con el resto de la clase. Este tipo de clase no me gustaba nada. Al final el profesor nos puso buena nota y salimos de allí.
-Emmm... b-bueno... ¿me p-puedes enseñar las d-demás clases? -yo asentí. Otra vez no sabía por qué, pero me gustaba estar a su lado. No era ni muy habladora, ni intentaba molestarme ni nada por el estilo. Me... caía bien. Le expliqué dónde estaban todas las clases, y le tendí la mano para que me diera su hoja horaria otra vez. A ella se le disparó el ritmo cardíaco cuando se la tendí, y no era el único que se había dado cuenta. Los que andaban por el pasillo también lo habían oído, pero no sabían que era. Eso me hizo reír. Y ella se volvió a ruborizar, pero esta vez por la vergüenza. Me volví a reír.
-¿De qué te ríes? ¡No tiene gracia! ¡Todo el mundo me está mirando! -me gritó.
-Si -dije entre risas- pero ahora por los gritos que pegas. Venga, dame la hoja. -y me la dió. Le indiqué la próxima clase y me despedí. Todo el día transcurrió normal. Cuando llegué a casa entré a mi habitación y dejé la mochila en el suelo. Hice todos los deberes y llegó la hora de cenar. Mi padre me llamó y bajé. Ya estaban en la mesa éste, mi madre y mi hermana pequeña. Me senté y empecé a comer. Mi hermana fue la primera en hablar.
-¿Viste a la chica nueva? ¿A la del pelo castaño claro? -me preguntó.
-Si, le estuve indicando las clases. -le respondí.
-Ah, a mi me gustaría conocerla. -después de mucha cháchara por parte de mi hermanita mientras mareaba a mis padres, terminé y subí a mi habitación. Me acosté en la cama y me puse a escuchar música. Alguien petó en la puerta.
-¡Entra! -le dije. Era mi hermana. Apagué el mp4, y ella se sentó a mi lado.- ¿Qué ocurre?
-A ti te gusta esa chica, ¿verdad? -jolín, para tener 12 años, era espabilada.- Venga, no disimules. Te he visto con ella y estabas sonrojado.
-Te respondería, pero no tengo ni idea de lo que me dices.
-¡Claro que sí! -bueno, a lo mejor ella me podía decir el por qué de mis nuevas sensaciones cuando estaba al lado de Claire.
-Bien, ¿tú sabes el por qué?
-Je, está claro. Te has enamorado de ella. ¡A primera vista! ¡Qué bonito! -yo la miré confuso.
-Bueno, venga, vete a dormir, sino mañana no te levantas.
-Vaaale... -se levantó y se fue de mi habitación. Me volví a acostar en la cama, pero esta vez dejé la música. ¿Enamorado... yo? No, está claro que no... ¿o si? ¿Y qué se hacía en un momento así? Nunca antes me había enamorado, ni pensaba que algún día lo haría... hasta ahora. Después de pensar tanto, cuando me quise dar cuenta estaba dormido.