Salí de clase pensando que el director quería hablar conmigo porque había hecho algo malo, y estaba asustada por ello. Pero no era así, era Drake quién quería hablar conmigo, y eso era todavía más aterrador.
Paula nos dejó solos en el pasillo.
-Ven, vamos afuera -dijo fríamente.
Ambos salimos afuera, cerca de un banco, dónde pocas personas también pasaban, hablando de sus cosas.
Drake se colocó delante mía, se subió las mangas de su camisa negra hasta los hombros y se cruzó de brazos.
Tragué saliva sonoramente.
-¿No tienes nada que decirme? -preguntó sin vacilar.
Me sentía como una niña a la que los padres le regañaban porque había roto un jarrón.
Guardé las manos en los bolsillos de mi sudadera, carraspeé y le miré, no sin miedo.
-Bueno... creo... creo que no... ¿Por... por qué?
-¿De verdad que no tienes nada? ¿Absolutamente nada? ¿No tienes ganas de comer todo el rato, ni tienes ligeros cambios de humor, ni vomitas seguido? ¿No, Claire, no es así?
-Pe... pero eso yo... tú ya lo viste... viniste al baño porque te dijeron que estaba...
Respiró hondo, y cerró los ojos.
-Sí, es verdad.
-¿Entonces...? ¡Drake, de verdad que no pasa nada!
-Claire -los abrió-. Déjame decirte una cosa. El peor sentimiento que se puede sentir... ¿sabes cuál es? -negué despacio con la cabeza, algo aturdida-. Pues es no poder confiar en la persona que más amas en el mundo. Y tú, señorita, me estás produciendo esa sensación, y en serio, no me gusta, así que por favor, cuéntame la verdad.
Suspiré.
-Perdona, Drake. Pero es que... simplemente tengo miedo. Como dijiste antes, todos esos síntomas... bueno, ya sabes, yo creo que... estoy embarazada.
Desvió la mirada. Y a mí, de repente, me entró unas ganas locas de llorar. Y así lo hice.
Me senté en el banco y lloré mucho. Drake se puso nervioso.
-Claire, cielo, no llores... Cla-Claire...
Con mis llantos, la gente que pasaba miraba a Drake y negaban con la cabeza. Incluso algunos murmuraban: "estos chicos de hoy en día, que vergüenza" o "mira que no saber como tratar a una joven..." y cosas mucho peores. Drake intentaba disculparse.
-Eh... no... no fui... no... -se volvió hacia mí-. Claire, por favor. Deja de llorar y levántate.
Ahora me entraron ganas de gritarle.
-¡¿Pero quién eres tú para decirme eso?! ¡¡Esto es increíble!! ¡Aquí viene una decidida a contar sus penas, y la tratan de esa manera! ¡¿Pero es que no te da vergüenza?! -y me crucé de brazos.
Drake me miraba con cara de esta-chica-está-más-loca-que-mi-madre-cuando-habla-con-las-plantas, o algo parecido. Y la verdad, esto me avergonzaba, pero no podía evitarlo. Al final, me cogió del brazo, les lanzó una mirada furibunda a la gente que miraba curiosa y volvimos al pasillo del colegio.
-Ya hablaremos en otro momento. No estás en condiciones para conversar seriamente esto. Cuando te decidas, te esperaré -se iba a ir, pero cuando llegó a la puerta de su clase se volvió un momento-. Y no me hagas esperar mucho. No tengo todo el tiempo -y entró.
Vale, estaba enfadado. Sí, bueno, posiblemente debí decírselo, pero... agh, ahora no tengo excusa.
Espero que al menos me perdone...