Entré en clase, y me senté al lado de Paula, que no dejaba de mirar a un chico que estaba delante de ella, soñolienta.
-¿No te parece... encantador? -me dijo cuando me senté.
Como estaba de espaldas a nosotros, no podía verle la cara. Cuando terminó la clase, ambos nos levantamos, y el chico también, y pude verle las facciones...
Era moreno, tenía bastante acné por la cara, el pelo algo grasiento y rizado, y era increíblemente bajito, tanto que hasta tuve que bajar la cabeza para verle mejor. Luego miré a Paula con una ceja alzada.
-Bueno... -chasqueé la lengua-. A ver, Paulita, si te digo la verdad...
-Sí, lo sé, a lo mejor ni siquiera me hace caso, pero... ¡jo, me gusta mucho! -dijo dando saltitos emocionada.
Le miré incrédulo.
-Paula...
Dejó de saltar.
-¿Crees... que no va a querer hablar conmigo? ¿Y si tú le hablas a él de mí? ¿O es que tengo que pagarte para que le hables? -dijo en broma.
-Bueno, más bien tendrías que pagarme para que él hable contigo... -respondí sarcásticamente- ¡¿Pero dónde tienes el gusto?!
Suspiró.
-¿Sabes qué te digo? ¡Que Claire me va a comprender! ¡Incluso Carla o Alex! ¡Ya verás!
Cogió su mochila y salió corriendo de la clase. Yo la seguí, poniéndome a su lado.
-Venga, no te enfades. Pero es que... guapo, guapo... no es.
-Ya. ¿Pero acaso todo tiene que ver con el físico?
-No, pero...
-Pues sí. Pero mira, yo quiero saber cómo es estar con alguien así. Alguien... que no se lave el pelo regularmente... que tenga problemas con los granos, que sea más bajito que yo... Ya sabes, esas cosas.
-Si tú lo dices...
Claire, Carla, Alex, Mike, Brian y Jake nos esperaban en la entrada. Desde que Paula le había dado varios golpes a ese psicópata de Nike, todo el grupo la felicitó y les cayó tan bien que ahora...
-¡Hola, chicos! -nos gritó Mike.
Paula corrió hacia las chicas.
-¡¡Claire!! ¡¿A que tú me comprendes?! -dijo con los brazos cruzados.
Puse los ojos en blanco. Ella rió.
-Pues... emmm... bueno, a ver, Paula, el chico es... bueno...
Cambió a Carla.
-¡¿Y tú, Carla?! ¡¡Dime que me comprendes, por favor!!
-Es que yo... pufff... la verdad es que no... no veo por qué te puede gustar...
Miró a Alex, pero ésta negó con la cabeza. Apretó los labios y se enfurruñó como una niña pequeña, a lo que todo el mundo se rió. Un chico con pelo negro, corto, y con ojos pequeños pasó por delante de nosotros, y se fue, pero Paula se le quedó mirando.
-Oh, dios mío querido de mi vida... -exclamó.
-¿Qué? -pregunté.
-Se... se parece... ¡sí! ¡Eh, tú! ¡Espera! -fue hacia él.
Vi que se ponía colorada, y yo negué con la cabeza. Esta chica...
Me giré hacia Claire, que me miraba con preocupación. Me abrazó y me tocó la mejilla.
-Drake, ¿estás bien? -me preguntó con el ceño fruncido.
-Sí, ¿por qué? ¿Es que tengo mala cara? No creo que...
-No... no, tranquilo -me sonrió-. No es nada.
De repente, todos oímos unos gritos. Si no me equivocaba, la jefa de las animadoras gritaba como una loca, y al verla aparecer corriendo hacia nosotros me daba la razón del por qué. El pelo. Lo tenía quemado. Fue hacia Paula:
-¡¡¡¡Túúúúúú!!!! -la señaló. Todo el mundo se volvieron hacia ellas.
-¿Qué...?
-¡Por tu culpa mira como tengo el pelo! -sollozó.
-Pero si yo no... -se quedó pensativa, y luego la compresión se reflejo en sus ojos-. Ahhh... tú te refieres al laboratorio, ¿no? Sí, es que un experimento me salió mal... y bueno... yo pude escapar ahora mismito, pero parece que tú... has salido mal parada.
Me reí. Claire me dio un cariñoso codazo, pero tampoco era capaz de aguantar una sonrisa.
-Lo siento -se disculpó Paula-. De verdad, es que... ejem... bueno...
-¡¡¡¡¡¿¿¿QUÉ LO SIENTES???!!!!! ¡¿Y tú crees que sintiéndolo vas a arreglar mi precioso pelo?!
-Quizá...
-¡No!
Dio una patada al suelo como una niña pequeña, y se fue indignada. Paula se encogió de hombros, se despidió del chico y vino hacia nosotros.
-Así que todo bien, ¿eh? -le dije.
-Sí... sí, todo muy, muy bien.
Negué con la cabeza, y todo el mundo se fue a casa. Mientras cenábamos, Sofí le contó todo a nuestros padres, todavía riéndose por ello. Qué día más raro.