Después de salir del lugar, fuimos a dar un paseo, y luego acompañé a Claire y a Paula a sus casas, y luego fui a la mía. Al entrar por la puerta, mis padres estaban esperándome con los brazos cruzados en el vestíbulo, con Sofí detrás de ellos con la boca tapada con la mano. Parpadeé sorprendido.
-¿Qué... qué ocurre? -pregunté con la voz algo temblorosa.
-¿Que qué ocurre? ¡¿Que qué ocurre?! -empezó, para mi sorpresa, mi madre-. ¡¿Pero tú en qué estás pensando, Drake?!
-A ver... si me explicáis de qué va la cosa...
-¡¿Qué es eso de que Claire está embarazada?!
¿Sabéis esa sensación de desasosiego cuando tus padres se te quedan mirando como si rompieras algo muy valioso para ellos o algo parecido? Bueno, pues a mí me pasaba eso multiplicado por diez.
Noté como palidecía. Con que la enfermera me mintió, diciéndome que no llamaría a nuestros padres. Genial.
-Bien... primero, vale, sí, eso creíamos. ¡Pero fuimos al médico y nos dijo que...!
Mi padre negó con la cabeza. Tragué saliva.
-Se había equivocado. Por eso llamaron a casa. Preguntaron por ti, pero les dijimos que no estabas, y que éramos tus padres. Y nos dieron la noticia.
-Ah... -intenté decir.
-Niño, yo te mato -me soltó.
En otras circunstancias, esto sería incluso cómico, pero desde mi punto de vista no tenía ni puñetera gracia.
-A ver, a ver... está bien. Tranquilos, todo se puede arreglar...
Mi padre se estaba acercando amenazadoramente a mí, pero lo esquivé, subí las escaleras rápidamente y entré en mi habitación, cerrando con llave. Uf, vale, me libré hasta mañana. Pero entonces... a Claire también... Oh, no...
Miré hacia la ventana. Claire... tengo que ir a por ella. Incluso en estos casos me hace gran falta el protegerla. Respiré hondo, me fui hacia la ventana y miré hacia abajo. Vale, sí, estaba muy alto, pero era césped... no debería doler mucho... ¿no?
Primero pasé una pierna, luego la otra y me quedé colgando con los codos apoyados en el marco. Vale, bien. Ahora lo difícil sería dejarme caer. Pero me fijé que al lado tenía como una tubería. Bueno, supongo que mi peso aguantaría. Me colgé de ella y empecé a bajar.
Ya abajo, miré orgulloso la ventana. No fue tan difícil. Me volví y me fui por la acera hacia la casa de Claire. Me fijé en el cielo. Ya era casi noche cerrada. Pero cuando iba por el parque, y como estaba distraído mirando la luna y las estrellas, ni cuenta me di de que me había chocado con alguien y se había caído al suelo. Le ayudé a levantarse, y... para mi grandísima sorpresa, era mi Claire, pero tenía los ojos llorosos y rojos, y estaba colorada. Al reconocerme -yo todavía flipaba viéndola- me abrazó.
-Claire, ¿qué pasó? ¿Por qué lloras? -pregunté mientras la atraía hacia un banco y la empujé suavemente para que se sentara-. Venga, cielo, cuéntame. Ahora mismo iba a ir hacia tu casa...
-¡No! -exclamó de repente. Me acarició la mejilla-. No. Si te ven mis padres... no sé qué te harían, de verdad, y lo último que querría...
-Vale, tranquila. Venga, dime -le sequé las lágrimas con el dorso de la mano.
-Pues... pues... -empezó con voz ahogada por las lágrimas-. Se enteraron de que fuimos al médico a... bueno, ya sabes, y... y... ¡Drake, sí que lo estoy! ¡El médico se había equivocado! Por eso les llamaron y...
Sonreí un poco, la atraje hacia mí, y le besé el pelo.
-Ya... también llamaron a los míos. Y la verdad no me apetece volver a casa.
-Yo me escapé, pero... delante de ellos -por mi mirada se explicó enseguida-. Es que... mis padres me echaron una bronca tremenda, y decían que estaba castigada hasta... bueno, que no pude soportarlo y me escapé. Venían detrás mía, pero les distraje. No quiero volver a casa, Drake... decían de abortar a nuestro bebé... pero yo lo quiero... -volvió a llorar.
Suspiré. ¿Qué iba a decir en esos momentos de tensión?
Y de repente se me ocurrió algo. Era una locura, pero... supongo que cuando tienes diecisiete años haces cualquier locura.
-Claire... se me acaba de ocurrir algo... -murmuré.
-¿Lo qué? -preguntó entre lágrimas.
-Tengo... tengo una tía... que aunque vive algo lejos de aquí, estaría muy agradecida de recibirnos.
-¿Cómo? ¿Escaparnos de verdad? ¿Como si... nos estuviéramos fugando?
-Bueno... si quieres verlo así... sí.
-¿Pero tu tía... de verdad que querrá...?
-Claro que sí. Siempre se alegra de que vayamos a visitarla. Es que... vive sola, y siempre agradece la compañía. Incluso está tan aburrida que ni siquiera sabe en qué gastarse el dinero. A veces viaja por el mundo. Pero esa no es la cuestión. Lo que quiero decir es que estará encantada de que vivamos con ella durante mucho tiempo. Incluso... podríamos... criar al bebé allí...
-Pe... pero... pero mis padres se volverían locos, y los tuyos también Drake. Aunque... -bajó la mirada a su vientre y lo abrazó-, quizá no sea tan mala idea.
-¿Entonces te parece bien?
Asintió. Sí, es verdad, una idea quizá malísima. Pero ahora, si soy sincero, es la mayor ilusión que he tenido.