domingo, 6 de diciembre de 2009

Su merecido (Drake)

El director vino y, totalmente enfadado, nos llevó hasta su despacho, con toda la gente detrás. Los profesores les pedían que volvieran a las clases, pero todos los alumnos se pusieron a escuchar a hurtadillas detrás de la puerta. Pero lo que más me dolió fue ver la cara de Claire, ya que rompí mi promesa, y la de mi hermana pequeña, Sofí, que estaba decepcionada. El director nos sentó a ambos en las sillas, y él en su sillón detrás del escritorio. Juntó las manos, entrelazando los dedos y nos miró expectante, en espera de una respuesta de lo ocurrido, pero ninguno dijo nada, así que empezó él.
-Bien, ¿qué ha pasado aquí? -dijo con el ceño fruncido.
-Señor, verá... -empezó Nike, que ya había dejado de sangrar- ¡Empezó Drake!
¡¿Pero por qué todos me echaban las culpas a mí?!
-¡¿Cómo?! ¡¡Serás mentiroso, maldito hijo de...!!
-¡Basta! -intervino el director- Drake, ¿quién empezó? -me preguntó.
-Bueno, a ver... sí, empecé yo... -se inclinó- ¡Pero siempre se empieza una pelea porque el otro hizo algo, ¿no?! Pues eso. Él hizo algo que me molestó, y yo intentaba... ¿defenderme?
-¿Defenderte? ¡Pero si no te hice nada! -replicó Nike.
-¡¿Que no me hiciste nada?! ¡Ja! Si no me hubieras hecho nada, yo no te hubiera pegado -me volví hacia el director- Señor director, ya me da igual todo. Este chico que ve aquí, es un psicópata. Raptó a una de sus alumnas, ¿recuerda a Claire? -asintió con energía- Bueno, pues fue este loco. Y sólo para darme una estúpida lección que no sirve para nada.
-¡¿Cómo?! Nike, ¿es eso cierto?
-¡No! ¿Cómo puede creer que yo...?
-¿Ah, no? -le interrumpí- ¿Entonces por qué cuando desapareció tú no parabas de sonreír? Ni siquiera eres buen actor. ¡Y me amenazó!
-Nike, Drake parece muy sincero, y me da la impresión de que tú...
Nike cerró los ojos, cabizbajo. Respiró hondo, cerró los puños y apretó la mandíbula, y luego dijo con voz escalofriante:
-A la mierda todo. Sí, es verdad. Fui yo. Yo la secuestré, yo la abandoné en el bosque con el frío, yo amenacé a Drake con que si no me hacía caso, la volvería a raptar, y esta vez no tendría piedad. Sí, lo hice yo todo. ¿Contentos? -se volvió hacia mí, y abrió sus fríos ojos- ¿Contento, Drake? Ahora Emma se quedará sin hermano mayor, ahora ya pueden hacer lo que quieran conmigo, me da igual.
-Nike -dijo el director- No me explicaron por qué vinisteis aquí.
-Bien, pues... nada, primero me metieron en el reformatorio, ¿y sabéis por qué? Pues por el accidente de una chica que murió en el acto, provocado por mí. Luego me mandaron a un instituto, pero dejé en coma a un chico que me caía mal porque sí, y luego mandaron aquí, para ver si cambiando de aires, pues... cambiaba yo, pero parece que no.
Me quedé con la boca abierta, y el director también, acompañados de susurros provenientes del vestíbulo. Me levanté al momento de la silla, de su lado.
-Tú... necesitas ir... tú necesitas ir al psicólogo. ¡Y pretendías quedarte con Claire! ¡Ni de coña!
-Pues sí, pretendía. Pero parece que no voy a tener suerte, ¿eh? Es una pena. Pero ahora que lo pienso, si no hubiera sido por tu estúpida amiguita, todo me hubiera salido bien.
El director ya estaba llamando por teléfono. Y de repente, la puerta se abrió, sobresaltándonos a todos. Claire y Sofí entraron y saltaron sobre mí.
-¡Drake! ¡Menudo susto! -dijeron al unísono.
Yo las abracé a la vez. Por la puerta también aparecieron Mike, John, Brian, Jake, Alex y Carla, pero no entraron, sino que me miraban aliviados. Y la hermana de Nike también.
-¡A ver, dejad paso! -gritó una voz por el pasillo.
Paula consiguió pasar por la muchedumbre de gente y entró. Nike se levantó de su silla, que la miraba con furia. Pero sé que no le haría nada.
-¡Tú! ¡Todo esto es por tu culpa! -gritó éste.
-¿Por mi culpa? Mira, tío, hace mucho tiempo que tenía ganas de hacer esto.
-¿De qué...?
Paula se acercó a él y le dio un puñetazo en toda la cara.
-¡Ay! ¡Esta por Claire! -exclamó mientras se soplaba los nudillos. Nike se echó hacia atrás, pero ella le dio otra vez- ¡Esta por Drake!
Nike volvió a sangrar.
-¡Esta por mí! -y otra vez, pero en el estómago. Nike se curvó sobre sí mismo, mientras gemía de dolor- ¡Y esta por mi madre, por mi abuela, y... porque me da la gana! -y el definitivo. Paula le dio una patada en... bueno, esas cosas que los hombres protegemos mucho y con mucho cariño, porque duele que te cagas... pues ahí.
Nike, rendido y sin conocimiento, cayó al suelo, inconsciente. La gente aplaudía, y yo también. Claire y Sofí me miraban extrañadas, pero yo me encogí de hombros.
-¿Qué? Se lo merecía. ¡Bien hecho Paula!
Ella esbozó una sonrisa triunfal.
-Y eso que no me gusta el deporte... Hala, ya me voy.
Y se fue por la puerta. Menudo día de locos. Al final, mandaron a todos los alumnos a sus casas, y se llevaron a Nike a un centro de menores. A Emma la llevaron a su casa, y nosotros también nos fuimos. Primero dejé a Sofí y a Paula en casa, y luego acompañé a Claire a la suya. En la puerta, nos paramos.
-Claire, siento de veras todo lo ocurrido. De verdad, y también perdona por... haber roto mi promesa, pero es que...
Se acercó a mí y me dio un beso en los labios.
-Drake, gracias por todo. Y no hace falta que te disculpes. Pero ahora sí, prométeme que no lo harás más.
Le sonreí.
-No te prometo que lo intentaré, pero intentaré intentarlo.
Claire se rió de mi payasada y me volvió a dar un beso. Iba a entrar, pero la cogí de la mano y le susurré en el oído:
-Te quiero...
Ella se quedó callada, y me miró a los ojos.
-Como echaba de menos que me dijeras eso... -dijo- Yo también a ti.
Nos volvimos a besar por última vez, y me fui. Por fin... volvíamos a estar juntos... Y espero que no pase ninguna otra estupidez durante mucho tiempo...
Fin...

*Bueno, yo diría que aquí se termina. Supongo que a lo mejor, pero dentro de mucho tiempo, volveré a escribir esta historia, pero sólo a lo mejor. En los dos casos, muchísimas gracias por leerme. Cada comentario vuestro me anima a escribir más. ¡¡Gracias!!